El Gobierno aprueba los indultos y Sánchez lo justifica en el espíritu de «concordia» de la Constitución

Tras la reunión, el presidente del Gobierno ha realizado una declaración institucional sin preguntas en la que ha defendido que existen «razones de utilidad pública» para conceder los indultos.

Sánchez ha arrancado justificando que «se mantienen la condenas de inhabilitación» , algo a lo que estaba obligado, y ha destacado la «condicionalidad» de los indultos para revertirse si se cometen delitos graves de nuevo.

El presidente del Gobierno ha defendido que su decisión «es la mejor para Cataluña y para España». Ha apelado a la «convivencia» y ha llegado a decir que conceder el indulto es «lo más conforme con espíritu de concordia de la Constitución».

Pese al inequívoco beneficio particular de la medida, el Gobierno destaca la utilidad pública de la decisión . Y por encima de todo asegura que «piensa en cientos de miles que se sienten solidarios con quienes están presos» y en quienes «creen que ya han cumplido suficiente castigo».

Haciendo énfasis en que los presos « jamás fueron sancionados por sus ideas, sino por sus actos contra la legalidad democrática », el líder del Gobierno ha apostado por abrir un «nuevo tiempo» de diálogo: «Encontraremos dificultades en el camino, pero merece la pena intentarlo. Miramos al futuro con más optimismo».

No se ha considerado el indulto para Meritxell Borràs, Santi Vila y Carles Mundó, condenados por desobediencia, ya que esas penas ya las cumplieron y no se pueden indultar penas que ya han sido cumplidas . Y Los nueves indultados y sus otros tres compañeros mantienen la pena de inhabilitación para el ejercicio de cargo público.

Los indultos serán por tanto parciales. No cabía otra posibilidad al contar con el posicionamiento en contra del tribunal sentenciador. Y tendrán otra característica. La medida de gracia que aplica el Gobierno tendrá un carácter reversible: se fija un periodo de entre 3 y 6 años en el que si los beneficiarios del indulto cometen algún delito el perdón gubernamental dejará de tener sus efectos. En la franja alta se encuentra Oriol Junqueras. Seis años también para Jordi Turull, Joaquim Forn y Josep Rull. En el caso de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart esa condicionalidad queda establecida en un periodo de 5 años. Son 4 años en el caso de Raül Romeva y Carme Forcadell y 3 en el de Dolors Bassa.

El Gobierno ha cerrado la decisión tras un largo Consejo de Ministros de casi cuatro horas de duración en la que ha habido multitud de palabras. En su justificación política de la medida el Gobierno apela a la necesidad de aplicar esta medida para «buscar la concordia» y con el pretexto de que es un paso imprescindible para alcanzar «la reconciliación y el reencuentro».