Patriotas por Europa: Orbán inquieta a la UE al impulsar una nueva familia política de derecha nacionalista

Además de coordinar varios puntos de agenda europea, han decidido la fundación de un nuevo grupo parlamentario de derecha en el Parlamento Europeo cuyos objetivos precisó Babiš: defender la soberanía de los países, luchar contra la inmigración ilegal y revisar el Pacto Verde. Los tres políticos firmaron conjuntamente un «Manifiesto Patriótico», que pretende ser el punto de partida de su cooperación y unión de fuerzas. Quieren formar una «nueva alianza política a partir de fuerzas patrióticas» con capacidad de imponer su agenda en Estrasburgo. Los tres partidos ganaron las pasadas elecciones del 9 de junio en sus respectivos países y constatan la entrada en «una nueva era en la política europea» en la que ya no se sienten fuerzas marginales.

El partido nacional de derecha de Orbán, Fidesz, que gobierna Hungría con una mayoría de dos tercios, no pertenecía a ningún grupo en el Parlamento Europeo desde que fue expulsado del Partido Popular Europeo (PPE) en 2021, tras años de conflicto. El movimiento de protesta liberal de oposición de Babiš, ANO, abandonó el grupo liberal Renovar Europa después del 9 de junio y buscaba un «vehículo de lanzamiento» a escala europea. Desde un punto de vista formal, el salto de Babiš a los brazos de Kickl y Orbán es particularmente grande, teniendo en cuenta que hasta junio compartía grupo con Neos o con el Partido Reformista de la primera ministra estonia Kaja Kallas, que ahora se convertirá en la representante de política exterior de la UE.

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A Babiš, sin embargo, le gusta presentarse como un pragmático libre de ideologías y recuerda que ya participó en una asociación de fuerzas de extrema derecha en Budapest en 2023. «ANO es un partido que lo abarca todo, apelamos a todos los votantes. Así que, lógicamente, también estamos comprometidos con los valores conservadores». Es su lema. El FPÖ por su parte, en primer lugar en las encuestas de cara a las próximas elecciones federales en Austria, prepara el camino. Según los resultados de las europeas, el FPÖ tendrá seis escaños en el nuevo Parlamento Europeo, ANO siete escaños y la lista Fidesz-KDNP once escaños, por lo que juntos reúnen los 23 mandatos mínimos necesarios para fundar un grupo por su cuenta.

Kickl, sin embargo, no espera que las cosas queden ahí y se ha mostrado «convencido de que muchos otros se sumarán en los próximos días» y de «que habrá más de lo que algunas personas suponen». A partir de hoy, «todas las fuerzas políticas que quieran hacerlo y quieran integrarse son bienvenidas calurosamente», formuló la invitación. Orbán adelantó que el grupo será «como un cohete» y «pronto será el grupo más grande de fuerzas de derecha» en Estrasburgo. Estas declaraciones eran mensajes dirigidos fundamentalmente al partido Alternativa para Alemania (AfD), expulsada del grupo parlaentario ID poco antes de las europeas y que con sus quince escaños aportaría una fuerza decisiva. Hasta ahora, AfD coqueteaba con el proyecto de crear y liderar su propio grupo, junto con los polacos de la Confederación de Libertad e Independencia y otros socios más pequeños, desde los españoles Se acabó la fiesta de Alvise Pérez a los rumanos de SOS, con tres y dos eurodiputados respectivamente. Es poco probable que AfD se sume por el momento, pero sí es posible que lo haga en una fecha posterior. «No nos uniremos a corto plazo, pero quién sabe qué haremos a medio y largo plazo», dejan abierta la puerta fuentes del partido en la sede de Berlín.

El plazo para inscribir a los miembros de la nueva fracción parlamentaria vence el próximo 3 de julio, mientras que la sesión constituyente de la Eurocámara está prevista para el 16 de julio. Con los eurodiputados ya comprometidos, «Patriotas para Europa» será la tercera fracción de orientación de derecha radical en el Parlamento de Estrasburgo, junto a Identidad y Democracia (ID) y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Si todos se unieran, serían la segunda formación más fuerte en Estrasburgo y podrían revertir el proceso europeo, como desean, aunque sus intereses nacionalistas limitan severamente la posible cooperación. Para Kickl, sin embargo, la alianza presentada en Viena demuestra que «la internacional de los nacionales» no es «una cosa imposible ni contradictoria».