Un violador reincidente se ha beneficiado dos veces del 'sí es sí'

El Tribunal Supremo debe resolver próximamente el recurso de la Fiscalía contra la segunda reducción de pena acordada por la Audiencia de Palma como consecuencia de la rebaja de las penas mínimas recogidas en la norma impulsada por la ministra Irene Montero.

Natural de Mérida (Badajoz) y con 54 años, el condenado está en la cárcel de Granada y cumpliría la condena en 2026 por los hechos que se remontan a hace 18 años.El 7 de julio de 2005, un mes después de haber sido condenado por abandono de familia -en aquel momento también tenía antecedentes por estafa-, llamó de madrugada a un club y pidió a una prostituta que ya le había prestado servicios que se acercase a su domicilio, indicándole que trajera un bañador porque tenía piscina. Pero, en realidad, cuando la mujer llegó la encerró en un trastero numerado.

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Aprovechando que se arrodilló para suplicarle que no le hiciera nada, la obligó a una felación al grito de «cállate y haz lo que yo te diga que acabo de salir de la cárcel», para lo que ella le puso un preservativo. Inmediatamente después la puso de espaldas y la penetró sin preservativo, obligándola después a hacerle otra felación.

Durante la agresión, el condenado puso un cuchillo en el cuello de su víctima, que logró escapar de él escondiéndose durante más de una hora bajo un coche del garaje donde se encontraba el trastero. La Audiencia de Palma le condenó a ocho años de prisión y a indemnizar a la víctima con 600 euros, pero en diciembre del año pasado rebajó la pena de prisión a seis años y ocho meses en aplicación de la ley del 'sí es sí'. El pasado 21 de septiembre, como adelantó ABC, el Tribunal Supremo confirmó la rebaja por la reducción de las penas mínimas que supuso la ley del Gobierno de coalición. Únicamente admitió el recurso de la Fiscalía en lo referente a imponerle la medida de libertad vigilada durante cinco años cuando salga de prisión y le inhabilitó para trabajos con menores de edad por cinco años más.

No habían pasado ni dos años desde la primera agresión con intimidación cuando el beneficiado por la ley llamó a otra prostituta en Palma. Fue el 1 de enero de 2007. En ese caso, según la sentencia inicial de la Audiencia de Palma de septiembre de 2007, pidió que fuera a casa de un amigo.

Una vez allí, también se encerró con ella en una habitación. «Cuando ya había pasado una hora (en la que ella, asustada, le practicó felaciones) y quería irse, el acusado con ánimo lascivo y colocándole en el cuello un cuchillo de los usados para partir jamón, a la par que le decía que ya había estado en la cárcel por matar a dos chicas, le obligó a practicarle una felación sin usar preservativo a la vez que le conminó y forzó a introducirle un dedo en el ano», se pudo leer en el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma.

La condena fue de 12 años, pero también fue rebajada a siete y el Supremo debe confirmar en cuánto queda. En este caso, el presidente de la Sala, Joan Catany, y los magistrados Eduardo Calderón y Juan Pedro Yllanes, condenaron por el delito de agresión sexual en la modalidad de violación por vía bucal mediante intimidación con uso de armas del artículo 180.1 5ª del Código Penal antes de la reforma introducida por la ley del 'sí es sí'.En cambio, en la condena por la primera violación, la Sección Primera de la misma audiencia condenó por agresión sexual contemplada en los artículos 178 y 179.