Sumar sigue en la ambigüedad: no precisa qué acuerdos votarían sólo los catalanes

«En estos momentos en Cataluña hay un Estatuto en vigor que no es el que votaron los ciudadanos hace unos años porque fue recortado posteriormente por el Tribunal Constitucional», ha insistido el portavoz de campaña de Sumar, Ernest Urtasun, quien considera que la consulta «sería buena» para que el Estatuto recortado recuperara «legitimidad». Así se he expresado ante los medios de comunciación este lunes tras ser preguntado sobre si En Común Podemos y Sumar tienen posiciones distintas respecto a cuál es la solución al conflicto catalán -referéndum de autoderminación o consulta para ratificar el acuerdo surgido de la mesa de diálogo-.

Si la semana pasada fueron la líder de Catalunya En Comú, Ada Colau, y la ministra Ione Belarra quienes defendieron la idea de que los herederos del espacio morado lleven en su programa electoral la celebración de un plebiscito secesionista. -«Los comunes tenemos nuestro programa para Cataluña», recordó Colau-, este lunes ha sido el turno de la cabeza de lista por Barcelona, Aina Vidal. Insiste en que los morados no han abandonado «nada», en relación a la necesidad de un referéndum, y que defienden exactamente lo mismo que Díaz: «un nuevo pacto territorial» fruto de la negociación entre el Ejecutivo central y la Generalitat, y que este acuerdo sea refrendado por los ciudadanos.

Urtusun, por su parte, remarca que en Sumar han sido «claros» desde un principio y que apuestan por lo mismo que los comunes: el «acuerdo y el diálogo» como vía para Cataluña. La mesa de diálogo es, por tanto, «positiva» porque se aleja del marco de la «unilateralidad fallida y errónea» del independentismo y de la aplicación del artículo 155.

Pese a este nuevo incendio en Sumar a menos de un mes de la cita con las urnas -con Belarra y Colau llegando a poner en duda la autoridad de Díaz-, desde Sumar niegan cualquier tipo de divergencia con los comunes y aseguran que la consulta sobre el nuevo encaje de Cataluña figurará en el programa electoral de Sumar para el 23J en esta cirscunscripción.

Por otro lado, Urtusun ha dicho que Sumar coincide con Pedro Sánchez en que, desde 2019, se ha producido una «campaña trumpista orquestada« por sectores de la derecha política y mediática de este país con le objetivo de «deshumanizar« al adversario, que en este caso era el Ejecutivo formado por el PSOE y Unidas Podemos. Así de contundente se ha expresado sobre la entrevista del presidente del Gobierno en el programa de Jordi Évole emitida este domingo por la noche. Sánchez dijo que el concepto de sanchismo es «una burbuja» de «mentiras, manipulación y realidad» que quiere «pinchar» a base de aparecer «en todos los programas de televisión» posibles. Incluso en territorio enemigo. Algo que no ha ocurrido nunca en estos últimos cinco años.

El dirigente de Sumar achaca esta forma de actuar de la derecha a que no sabe «no sabe qué proponerles a los españoles, no tiene ninguna propuesta realista ni en materia de política económica, ni en materia de política laboral, ni en materia de política ambiental», así que se ha dedicado a «embarrar». No como la coliación de izquierdas encabezada por la vicepresidenta segunda, dice, quien no para de referirse a los problemas de la ciudadanía y está en «fase ascendente» en los sondeos electorales. Un hecho que, en su opinión, «está cambiando el escenario», ya que «Sumar en estos momentos está emergiendo como la gran novedad que está comenzando a cambiar la aritmética», ha continuado, y eso da lugar lugar a que tras las elecciones generales del 23J se produzca una victoria del bloque progresista.

Urtusun atribuye en exclusiva el crecimiento de la plataforma de la también ministra de Trabajo a que ha sabido armar una oferta política en poco tiempo, un proyecto «robusto, unitario y coherente». Cabe recordar que el adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez apenas 24 horas después de la deblacle de la izquierda en las autonómicas y municipales del 28M cogió a la líder de Sumar con su proyecto a medio construir. Díaz aún no había decidido qué formaciones se integrarían en su coalición y además, llevaba meses librando un pulso con Podemos por el peso que tendría el partido morada dentro de esta.