Robles otorgó 164 condecoraciones sin pensionar para los «héroes» de Afganistán

Estas palabras se tradujeron meses después en la concesión de un total de 164 condecoraciones a militares que habían participado en esa evacuación del aeropuerto de Kabul, aunque, a diferencia de las que también otorgó la Policía Nacional a sus efectivos, la de las Fuerzas Armadas no están pensionadas. En concreto, Robles aprobó la concesión de 18 cruces al Mérito Militar con distintivo rojo, 83 con distintivo azul y otras 63 con distintivo blanco. Según el reglamento, las rojas, las de mayor grado, se otorgan a personas que, «con valor», han realizado «acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de la fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas». Sus receptores fueron once oficiales, seis suboficiales y solo un miembro de tropa.

La cruz con distintivo azul se concede por su parte por acciones o hechos «extraordinarios» desarrollados en operaciones de organizaciones internacionales; mientras que la blanca por méritos «que se efectúen durante la prestación de las misiones o servicios que ordinaria o extraordinariamente sean encomendados a las Fuerzas Armadas o que estén relacionados con la Defensa».

Se trata de un reconocimiento de valor dentro de las Fuerzas Armadas y con relevancia para el futuro profesional de los militares que la portan, así como para futuros ascensos. Sin embargo, igual que el resto de distinciones de las Fuerzas Armadas excepto algunas ya antiguas, no conlleva ningún tipo de pensión.

Esto contrasta con el caso de la Policía Nacional, que también concedió medallas con distintivo rojo a sus efectivos que participaron en la evacuación de Kabul. En su caso, el reconocimiento conlleva una pensión vitalicia equivalente al 10% del sueldo base, de acuerdo a ley de Condecoraciones Policiales. También el Ministerio de Asuntos Exteriores reconoció con distintas condecoraciones la labor del embajador entonces en Kabul, Gabriel Ferrán, y de otros diplomáticos y funcionarios de su departamento, en torno a una veintena en total.

El reconocimiento de Defensa contrasta con lo realizado después en casos similares como la evacuación de Sudán, que se saldó con una felicitación colectiva a sus protagonistas publicada en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD).