El PP tratará de limitar su dependencia de Vox y activar pactos regionales

El PP aspira a la mayoría absoluta, por ejemplo en la Comunidad de Madrid. Y otros en los que, en el caso de haber suma, escapar de algún tipo de acuerdo con Vox será imposible. Aquí destaca la Comunidad Valenciana. Pero habrá un tercer factor en juego. En varios territorios el pacto con partidos regionales puede dar al PP la presidencia autonómica o diluir el papel de Vox en las negociaciones. Los barones populares que tengan esa puerta abierta la cruzarán. La idea de Génova de territorializar las negociaciones favorece esta estrategia. En varios sitios, si hay suma posible, habrá más soluciones aparte de Vox. Incluso esa fuerza regional será prioritaria. En otros lugares, sin embargo, el pacto con Vox aparece como única opción.

El Partido Popular solo pone en juego dos ejecutivos regionales en ambas elecciones. Y en ambos cuenta con no retroceder, sino todo lo contrario. Génova da por hecho que, como mínimo, Isabel Díaz Ayuso repetirá el resultado de 2021 que al sumar más que toda la izquierda junta le permite no necesitar formar un Gobierno con Vox. La relación no es buena. Y el escenario ideal, que en el PP ven factible, es que Ayuso logre la mayoría absoluta. En la Región de Murcia la ley electoral hace muy difícil que Fernando López Miras la pueda alcanzar. Su pretensión es lograr más escaños que toda la izquierda para poder gobernar en solitario.

Sobre la Comunidad Valenciana se han depositado las grandes expectativas de la noche electoral. El cambio de Gobierno puede depender de muy pocos escaños. Pero lo que es seguro es que aquí el PP de Carlos Mazón no podrá lograr en ningún caso más votos que toda la izquierda. Y eso hará necesario un pacto más explícito con Vox, que en la Comunidad Valenciana va a pedir estar en el Gobierno. Mazón necesita que Vox esté fuerte para que haya suma.

El Gobierno regional de La Rioja es uno de los que en Génova dan por más seguros. El candidato Gonzalo Capellán tiene encuestas que lo sitúan cerca de la mayoría absoluta. En cualquier caso se espera también que Vox pueda entrar. La idea sigue siendo un gobierno en solitario del PP.

Castilla-La Mancha es uno de los escenarios que se están calentando. Emiliano García-Page necesita llegar a los 17 escaños de la mayoría absoluta. No tiene nadie con quien pactar. En los últimos días hay encuestas que los sitúan en 16. Perdería el Gobierno ante un PP con 14 que sumarían con los tres de Vox. El equilibrio es delicado.

María Guardiola y Diego Canga tienen dos de las empresas más difíciles para el PP. Pero la entrada de Vox en todos los territorios alimenta la idea de unos vuelcos que se daban por imposibles. En ambos casos el Gobierno pasaría por un apoyo de Vox. Pero en ambos casos se aspira a gobiernos en solitario porque el peso de Vox será numéricamente pequeño.

El candidato popular alienta la idea de que si el actual Pacto de las Flores no es capaz de reeditar su mayoría el PSOE de Ángel Víctor Torres pactaría con Coalición Canarias. Pero todo tiene mucho que ver con el relato electoral. Una reciente encuesta de GAD3 los sitúa a ambos en disputa por la segunda posición. El PSOE ganaría las elecciones. Pero el escenario para gobernar es incierto. Y lo que está claro es que cualquier opción de que Ángel Victor Torres no sea presidente pasa por un acuerdo entre PP y CC. En esta encuesta se situarían juntos entre 31 y 32 escaños. Necesitarían los 3-4 que lograría Vox para tener alguna opción. Pero nuevamente Vox no sería el actor principal.

En Aragón sucede una de las contiendas más interesantes y que mejor ejemplifican los equilibrios del PP. Allí Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza, se presenta para intentar arrebatar la presidencia autonómica al socialista Javier Lambán. Incluso en Ferraz dan por hecho que Azcón será primera fuerza. Pero a la vez consideran que no va a alcanzar la mayoría absoluta con Vox. En el PP aseguran que tienen datos internos muy positivos y que hacen factible que Azcón pudiese incluso elegir socio, sorteando el problema de juntar bajo una misma fórmula a Aragón Existe y Vox.

En el PP interpretan que el partido regional busca distanciarse del PSOE. Su marca Teruel Existe ya se descolgó del último acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados.

Y creen en el Partido Popular que si del 28 de mayo sale una lectura que en clave nacional apuntala la idea de que el próximo Gobierno lo presidirá Feijóo a Aragón Existe le puede interesar empezar a tender puentes con el PP en clave autonómica. Y en ese caso el que quedaría como tercera pata de la ecuación para desbancar a Lambán del Gobierno regional sería Vox.

En Cantabria el PP cuenta también con ser la primera fuerza política. Por delante del Partido Regionalista de Cantabria. Sin embargo, hay sondeos que apuntan a que PRC y PSOE podrían entrar aunque en esta ocasión necesitarían un tercer actor. Podemos e Izquierda Unida se presentan juntos y tienen opciones de volver al parlamento tras quedarse fuera en 2019. La media de sondeos señala que al PP no le valdría con el apoyo de Vox, que subiría ligeramente su representación.

Pero hay personas en el PP pensando en la conveniencia de alcanzar un pacto con el PRC «pensando en diciembre». No tanto por lo sustancial de un eventual apoyo en el Congreso de los Diputados, que apenas representaría un escaño, sino porque contribuiría a esa estrategia de limitar la presencia de Vox.

Durante la campaña PP y PRC son rivales y el enfrentamiento está siendo duro.

En Baleares la candidata del PP, Marga Prohens, tiene una papeleta difícil ante la suma múltiple con la que puede contar la actual presidenta, Francina Armengol. Prohens tiene muy cerca ser primera fuerza. Pero está lejos de la mayoría absoluta. Su plan es poner a Vox ante la tesitura de no apoyar su investidura aunque su intención es un Gobierno en solitario. En su propósito, hay un actor clave. El Pi. Un partido regional con una década de trayectoria que ideológicamente podría definirse como liberal o centrista.

Su ligazón con Vox puede ser compleja, o directamente imposible. Pero si son determinantes y Vox no le garantiza a Prohens esa suma, los escaños del Pi, ahora tiene tres y podría retroceder, pueden ayudar a la candidata del PP en su propósito de plantearle a Vox que su entendimiento no puede alcanzar la coalición de Gobierno.

Pero el Pi puede ser clave además en otro supuesto: sin entrar en el parlamento balear. Aunque los sondeos le dan entrada, lo cierto es que se plantea un retroceso. Si no llegase a superar la barrera del 5% la candidatura de Prohens como primera fuerza aumentaría sus resultados. Seguiría teniendo difícil llegar a la mayoría absoluta, pero podría aspirar a sumar más que la izquierda.