Podemos critica que Díaz no priorizó Vivienda ni derogar la ley Mordaza en la negociación de los PGE

Desde diferentes estamentos de Podemos revelaban ayer su malestar con la vicepresidencia Díaz porque, según critican, no priorizó durante la negociación medidas importantes para Podemos como la 'ley de Vivienda' o la derogación de la 'ley mordaza' del PP. Ambas se quedaron fuera del acuerdo.

Dos elementos extrapresupuestarios que el partido de Ione Belarra no quiso desligar de las conversaciones de las cuentas públicas, sabiendo que el contexto presentaba la última ventana de negociación profunda de la legislatura.

Fuentes de la Vicepresidencia Segunda explican en conversación con ABC que ese reproche parte de premisas falsas. Aclaran, por un lado, que el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, perteneciente a la dirección de Podemos, fue parte del equipo negociador y que «la coordinación con Ione Belarra fue total». Por otro lado, señalan que nunca se contempló vincular el fin de la 'ley mordaza' a la negociación de las cuentas.

Antes de ayer, los portavoces de Podemos Pablo Fernández e Isa Serra planteaban desde la sede del partido que para cerrar el borrador con el PSOE negociaban a contrarreloj la ley de Familias, la de Vivienda y derogar 'Mordaza'. Cada parte, lanza mensajes diferentes.

En un vídeo difundido en redes sociales, Belarra llamó ayer a movilizarse en las calles contra el «rechazo frontal» del PSOE a desbloquear la ley de Vivienda y a limitar el precio de los alquileres y reprochó que los socialistas están «excesivamente alineados» con la patronal inmobiliaria.

Pero la descoordinación en Unidas Podemos venía desde primera hora del día. Díaz anunció el acuerdo en Twitter sin mencionar a la líder de Podemos y adelantándose a la rueda de prensa del Consejo de Ministros. Luego, el portavoz parlamentario morado, Pablo Echenique, reivindicó el papel de Ione Belarra sin citar a la vicepresidenta. Tanto uno como otro son mensajes cargados de intención. Díaz construye su traje de candidata para presentar Sumar a las generales y Podemos destaca a su líder para negociar con fuerza cuando toque hablar.

Al margen de la tensión a la izquierda del PSOE, la negociación de los Presupuestos podría haber sido un momento propicio para el fin del entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos. Pero romper -aunque la derecha juegue con el ruido- nunca fue una opción. Bien entrada la tarde, Echenique repartía en Twitter contra el PSOE por haber «ocultado» un aumento «unilateral» del gasto en defensa. «Es una vergüenza», dijo.

Unidas Podemos siempre mostró su negativa a elevar este presupuesto hacia el dos por ciento del PIB, un compromiso del Gobierno con la OTAN. Pero no se plantean el fin de la coalición. «No vamos a romper el Gobierno por una deslealtad del PSOE, porque sería muy irresponsable cuando tenemos a Feijóo y Abascal afilando los cuchillos», escribió Echenique. El mejor relato electoral que tienen es el de ser útiles.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está convencido de que debe agotar la legislatura. No habrá 'superdomingo' electoral en mayo, haciendo coincidir las generales con las autonómicas y municipales. Además, 2023 seguirá siendo un año sin que estén en vigor las reglas fiscales, suspendidas durante la pandemia.

Con esto y los fondos europeos encima de la mesa, Sánchez gana tiempo, tranquilidad y margen para desarrollar unas cuentas expansivas. Los meses que quedan por delante los utilizará para intentar doblar dos curvas: la de la inflación y la del repunte demoscópico del PP.

PSOE y Unidas Podemos tendrán que atar ahora los apoyos en el Congreso. ERC dice que sin la ley de Vivienda la cosa «empieza mal» y el PNV avisa de que no den su apoyo por sentado.