Comisión de investigación
Mazón se declara víctima de «bulos» y atribuye a los técnicos la tarea de avisar a la población por la dana
Dice que no habría cambiado «nada» si hubiese llegado «antes» al Cecopi, niega que se mantuviese ajeno a la tragedia y asevera que la mayoría de muertes se habrían evitado con obras y sistemas de alerta temprana en el barranco del Poyo
Las víctimas de la dana claman en el Congreso: «A nuestros familiares los mató la mala gestión»
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónVestido de traje y corbata, con una carpeta repleta de folios y gafas para facilitar la lectura, el todavía presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón (PP), ha comparecido en la comisión de investigación del Congreso por la dana dispuesto a defenderse ... de un festival de ataques. En un clima tenso, entre constantes descalificativos e interrupciones, el dirigente popular ha tratado de repartir culpas y de limitar al mínimo su responsabilidad en una tragedia que se cobró 229 víctimas mortales en la provincia de Valencia el 29 de octubre del 2024. En la calle, decenas de sus familiares protestaban contra él.
Durante algo más de tres horas, Mazón ha reiterado sus condolencias a las víctimas de la dana cada vez que algún diputado las mencionaba, pero, más allá de repetir que ha asumido la máxima responsabilidad política al dimitir como presidente autonómico —no así como diputado—, el dirigente popular ha esquivado la autocrítica y ha defendido que el mayor problema de aquella jornada fue la falta de información de la que adoleció el Gobierno regional para afrontar la catástrofe que se avecinaba.
A Mazón se le echa en cara que aquel día, a pesar de que la Aemet había elevado a nivel rojo la previsión meteorológica a las siete y media de la mañana, decidiese mantener su agenda y no apareciera por el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) hasta las 20:28. Antes estuvo comiendo en un céntrico restaurante valenciano, El Ventorro, con la periodista Maribel Vilaplana, en un encuentro que se alargó durante horas y sobre el que se ha escrito mucho. El 'president', en la sala Prim del Congreso, citado en la comisión de investigación por la dana, ha garantizado que durante ese almuerzo y la sobremesa que lo siguió se mantuvo informado en todo momento y en contacto, entre otras personas, con la entonces consejera responsable de Emergencias, Salomé Pradas.
Las víctimas de la dana expresan en el Congreso su «cabreo monumental» con Mazón y Sánchez
Patricia RomeroAcusan a los Gobiernos central y autonómico de falta de coordinación, y lamentan que si las alertas hubieran llegado antes, «un buen número de vidas se hubieran salvado»
El Cecopi se reunió a las cinco de la tarde y hasta las 20:11 no se envió un aviso a los móviles de los valencianos para que evitasen los desplazamientos y se pusieran a salvo. Ante sus señorías, Mazón ha atribuido la responsabilidad de enviar ese mensaje a los técnicos del Cecopi y ha dicho que ni él ni la exconsejera Pradas debían tomar esa decisión. «La consejera nunca se negó a que se mandara el mensaje, nunca me solicitó autorización. Tampoco era su responsabilidad (...). En ningún momento se requirió mi autorización», ha asegurado, y ha llegado a decir: «Nada hubiera cambiado si yo hubiera llegado antes al Cecopi».
Su relato, deliberadamente exculpatorio, ha chocado frontalmente con la posición de los grupos de izquierdas, que lo han señalado como el máximo responsable entre graves acusaciones. Si las víctimas que comparecieron hace dos semanas en la Cámara Baja coincidieron en que avisar a la población del peligro que se cernía sobre Valencia es lo que más vidas habría salvado, porque les habría dado tiempo a refugiarse y habrían evitado desplazarse a los colegios o trabajos como en un día normal, Mazón ha señalado que los dos principales factores que explican la tragedia son la falta de adecuación del barranco del Poyo y la ausencia de sistemas de alerta temprana en la medición de caudales como sucede en el Ebro.
El presidente ha apuntado, además, que la Aemet informó de que el temporal se iba a desplazar a la serranía de Cuenca a las seis de la tarde —también advirtió que aunque no de forma torrencial, sí iba a seguir lloviendo con fuerza y eso se iba a acumular sobre lo que ya había caído— y que la Confederación Hidrográfica del Júcar no avisó del incremento del caudal en el barranco del Poyo, cuya riada causó la mayoría de las víctimas, entre las 16:13 y las 18:43 —aunque hubo dos comunicaciones en esa franja—. «Me ratifico en el apagón informativo sobre los caudales», ha zanjado Mazón.
«No éramos conscientes»
«No éramos conscientes de lo que podía suceder en el barranco del Poyo porque nadie avisó, nadie lo predijo, nadie dio información», ha insistido, y ha remarcado que el pronóstico de la Aemet era que cayesen 180 litros por metro cuadrado en 24 horas, pero en algunos puntos se acumularon casi 800 litros por metro cuadrado en un día. «Para una emergencia de la envergadura que posteriormente comprobamos, no le puedo decir que estábamos preparados. Para una emergencia como la que anunciaba la Aemet, sí», ha dicho el 'president', convencido de que si se hubiesen acometido obras en el barranco del Poyo, la cosa habría cambiado. El proyecto, ha lamentado, se descartó por incompatibilidades con la ley valenciana de huerta que aprobó el Gobierno de Ximo Puig (PSOE). «Por la maldita ley de la huerta», ha enfatizado.
Al margen de su testimonio, la comparecencia ha seguido el guion previsto. La izquierda la ha convertido en una encerrona, en lo que por momentos ha parecido una competición por ver quién era más duro con Mazón, y la derecha ha aprovechado para intentar que cale el mensaje de que el Gobierno central podría haber hecho mucho más. De menor a mayor, los grupos parlamentarios han interrogado durante veinte minutos al 'president' aunque todos, en uno u otro sentido, llegaban con las conclusiones redactadas de casa.
La primera en hablar ha sido Ione Belarra (Podemos), quien ha abierto la veda: «Su gestión ha sido homicida. Ojalá acabe en la cárcel». La han seguido Àgueda Micó (Compromís), Idoia Sagastizabal (PNV), Oskar Matute (Bildu) y Josep Maria Cervera (Junts), quienes, con sus más y sus menos, han mantenido el tono crítico hacia el 'president'. Pero todo ha implosionado cuando el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha empezado a mostrar imágenes de fallecidos en la dana y, diciendo la hora a la que habían muerto, iba preguntando a Mazón qué tiene que decirle a las víctimas y dónde estaba él en ese momento. El 'president', visiblemente incómodo, ha ido manifestando su respeto por los difuntos y sus familiares, pero ha terminado cuestionando a Rufián de dónde saca las horas. «Está en un auto judicial», ha replicado él.
Sucesión de insultos
En un tono bronco, Rufián acusaba al 'president' de «mentir» y este trataba de defenderse entre interrupciones hasta el punto de que casi le rogaba que le permitiese contestar. «No me interesa», ha repuesto el republicano. La presidenta de la comisión, la socialista Carmen Martínez, se desesperaba por mantener el orden de la sesión. Han seguido la misma tónica después Alberto Ibáñez (Compromís) y Nahuel González (Sumar), quienes, especialmente el último de ellos, apenas han dejado responder al compareciente. Micó ha llamado a Mazón «mala persona»; Rufián, «inútil, mentiroso, indecente, homicida y psicópata» antes de desearle su ingreso en prisión; y González, «indecente».
Tras el chaparrón, ha llegado el turno de Ignacio Gil Lázaro, de Vox, quien se ha limitado en sus veinte minutos a hacer preguntas sobre la actitud del Gobierno central durante y tras la riada. Esto ha dado pie a Mazón a decir que el Ejecutivo le desaconsejó declarar la emergencia nacional —lo que habría dado el mando al Ministerio del Interior—, que se siente «engañado» por Pedro Sánchez, que el envío de efectivos a Valencia fue lento, que no llegaron los necesarios, que no está colaborando en las labores de reconstrucción, que no está siendo ágil con las ayudas...
En el turno del PSOE, Alejandro Soler ha comenzado preguntando a Mazón si duerme por las noches y este, cuando decía que no hace más que darle vueltas a qué se podría haber hecho mejor, ha vuelto a ser interrumpido. Soler, al contrario que sus antecesores, le ha preguntado detalles de la comida en El Ventorro y ha querido saber qué bebió —«agua y algo de vino»—, a dónde fue después de acompañar a Vilaplana al 'parking' y por qué apareció con otra ropa. «Está usted en una campaña machista...», ha dejado caer Mazón, quien ha retado a Soler a poner palabras a sus insinuaciones y se ha declarado víctima de «bulos ignominiosos». Según Mazón, las dos llamadas que no atendió de Pradas en lo peor de la emergencia se explican porque tenía el móvil en la mochila y no lo oyó, y apareció con un jersey en vez de su traje porque tenía frío. Tampoco ha aclarado por qué llegó al restaurante con escolta y salió a pie sin ella.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete