Vox evita castigar a Ayuso por la polémica de su pareja pese al «ninguneo» del PP en la Asamblea de Madrid

La portavoz de Vox en el Parlamento regional, Rocío Monasterio, defendió la «presunción de inocencia» de Alberto González, pareja de Ayuso, en cuanto se publicaron las primeras informaciones relacionadas con su situación fiscal.

En las sesiones de control en la Asamblea, mientras Juan Lobato y Manuela Bergerot, junto al resto de diputados de sus partidos que tomaron la palabra se volcaban en exigir la dimisión de la presidenta, los parlamentarios de Vox no hicieron mención alguna a ese asunto y se centraron en los puntos del orden del día que tocaba debatir.

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«Desde luego Vox no va a apoyar comisiones de la izquierda, que son los que están metidos en el lodazal», advirtió Monasterio. Desde el principio de la legislatura, Vox ofreció a Ayuso una especie de alianza contra «los enemigos de España», donde incluía a la izquierda en general, pero en la práctica apenas se ha traducido en votar de manera conjunta en un puñado de iniciativas. Así, en octubre PP y Vox sumaron fuerzas y rechazaron en la Asamblea la amnistía a los golpistas independentistas.

Los diputados de Vox también dieron sus votos a la reforma de las leyes LGTBI y Trans, en diciembre pasado, frente a una izquierda que llenó el hemiciclo de insultos y descalificaciones contra la derecha. Vox pedía la derogación de ambas leyes, pero se contentó con la modificación que impulsó el PP, a pesar de que los populares no aceptaron ni una sola de la veintena de enmiendas que presentó el grupo parlamentario encabezado por Monasterio.

Ese rechazo del PP a cualquier propuesta de Vox es habitual esta legislatura en el Parlamento autonómico, donde el partido de Abascal ha quedado en una posición irrelevante ante la mayoría absoluta de Ayuso. El «ninguneo» del PP a Vox es visible, da igual las iniciativas que se presenten. Los diputados de Vox se quejan de que Ayuso no quiera darles «ni agua», a pesar de que muchas de sus iniciativas parlamentarias podrían estar en el programa del PP sin desentonar nada. Ocurre, por ejemplo, con sus propuestas para bajar impuestos, que el Grupo Popular ha rechazado de plano, una tras otra, sin contemplaciones, incluso cuando proponían algo como rebajar el tramo autonómico del IRPF, que también es una promesa del PP. En el último Pleno, los populares también tumbaron la proposición de Vox para cerrar la M-50 entre la A-6 y la A-1.

El reparto de los siete miembros de la Cámara de Cuentas es otro ejemplo. Al PP le corresponden cinco puestos, a Más Madrid uno y al PSOE, otro. Vox se queda sin representación. Una de las pocas excepciones a ese 'ninguneo' se produjo cuando se conformó la Mesa de la Asamblea. Ayuso 'regaló' a Vox una de las tres secretarías, al ceder algunos de sus votos a José Ignacio Arias, aunque el PP sigue teniendo mayoría absoluta, con cuatro de los siete miembros. En realidad, el PP evitó así que Más Madrid tuviera un miembro más.

Vox mantiene su oposición rotunda y sin respiro contra el PP madrileño, pero subrayan que lo que no van a hacer es seguir el juego a la izquierda con una estrategia liderada desde La Moncloa que no comparten.