Golpe de efecto de Ayuso contra el PSOE al fichar a Leguina para la Cámara de Cuentas de Madrid

El movimiento político de Ayuso tiene una relevancia especial, ya que Leguina, de 82 años, es todo un símbolo en el socialismo madrileño y en la historia política de esta región. Fue el primer presidente en esta comunidad, entre 1983 y 1995, y siempre se ha mostrado muy crítico con la deriva de Sánchez y del PSOE.

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Tras la aprobación de la ley Ómnibus en la Asamblea de Madrid, el pasado mes de diciembre, se reformó la Cámara de Cuentas, con el objetivo de cambiar la composición del Consejo, la elección del presidente y el procedimiento de elección de los consejeros. Según los datos actualizados a 1 de enero de 2024, los consejeros de la Cámara de Cuentas de Madrid tienen una retribución de 100.556,52 euros, en 12 mensualidades.

Con la nueva composición de ese órgano, al PP le corresponde proponer cinco de sus siete miembros, mientras que el PSOE y Más Madrid pueden plantear un nombre cada uno. Con ese reparto, Vox se quedaría fuera. Los otros nombres que han incluido los populares son Francisco Cabrillo Rodríguez, Carlos Salgado Pérez, Graciela María Soledad García Díaz y Ana Cossío Capdevilla. Además, la economista Verónica López Sabater se presenta por Más Madrid, mientras que María Otilia Armiñara es la opción del PSOE.

En mayo de 2021, el PSOE abrió un expediente de expulsión a Leguina, al considerar que había apoyado a Ayuso en la campaña de las elecciones autonómicas que se celebraron ese mes. El Partido Socialista también abrió expediente a Nicolás Redondo en teoría por el mismo motivo. Los dos acompañaron a Ayuso en periodo preelectoral a visitar un centro de equinoterapia en la Venta de la Rubia, donde se realizaba un proyecto con personas con discapacidad. El proyecto estaba relacionado con la Fundación Alma Tecnológica, de la que Redondo es el presidente y Leguina, patrono.

La propuesta de los consejeros de la Cámara de Cuentas corresponde formalmente a los grupos parlamentarios de la Asamblea de Madrid y será ahí, en el Parlamento autonómico, donde deberá darse el visto bueno a todos los nombres. La mayoría absoluta del PP de Ayuso no deja lugar a ninguna duda del resultado de la votación.

Desde Santiago de Chile, el equipo de Ayuso trató de desligar a la presidenta y al Gobierno regional de la propuesta del PP: «Corresponde al Grupo parlamentario Popular». Lo cierto es que el propio Leguina confirmó ayer a ABC que fue el consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, quien le llamó para darle la noticia y hacerle la propuesta, que él aceptó encantado. Más tarde, el expresidente socialista tuvo ocasión de hablar personalmente con Ayuso y le dio las gracias por el «detalle». La presidenta regional quitó importancia al gesto, a pesar del calado político que evidentemente tenía. No hizo falta más que ver la reacción del PSOE ayer para comprobar que el 'fichaje' de Ayuso les había escocido.

Leguina ha elogiado la gestión de la presidenta madrileña en distintas ocasiones. En uno de los ámbitos que la izquierda utiliza con más empeño para hacer oposición a Ayuso y tratar de desgastar la presidencia, como es la sanidad pública, fue tajante: «Quien diga que la sanidad es un problema en Madrid, miente». Leguina, además, sería uno de los beneficiarios del plan que maneja Ayuso para crear un órgano asesor en la Comunidad de Madrid formado por los expresidentes regionales, con compensación económica incluida. Ese plan, de momento, está congelado, a la espera de que el Gobierno regional encuentre el momento para reactivarlo.

La Cámara de Cuentas de Madrid se reguló en una ley de 1999, cuando el presidente autonómico era Alberto Ruiz-Gallardón. En la norma se establece que es un órgano dependiente de la Asamblea, si bien dotado de independencia en el ejercicio de funciones. La ley determina como función principal de la Cámara de Cuentas la fiscalización de la actividad económico-financiera del sector público de la Comunidad de Madrid.

Con la reforma que se aprobó en diciembre del año pasado, se establece que el Consejo, órgano colegiado de la Cámara de Cuentas, está integrado por siete consejeros, uno de los cuales será el presidente y otro, el vicepresidente. El presidente de la Cámara de Cuentas será elegido, por un período de seis años, por mayoría absoluta de los consejeros y será nombrado por el presidente de la Asamblea de Madrid. Es decir, Leguina podría ser el candidato a ese puesto, que tiene idéntica retribución a la de los consejeros. El vicepresidente también será uno de los siete consejeros.

Los consejeros son elegidos por la Asamblea de Madrid en primera votación por mayoría de tres quintas partes. Serían 81 diputados de un total de 135 que hay en la Asamblea, y el PP tiene 70. Si no se alcanza esa mayoría, la ley prevé una votación secreta en papeleta. Cada diputado escribirá un solo nombre en la papeleta correspondiente, y resultará elegido consejero quien obtenga el mayor número de votos. El PSOE y Más Madrid suman 54 votos (27 cada uno). Ni siquiera si Vox (11 diputados) decidiera unirse a la izquierda, algo improbable, podrían superar al PP, que en esa primera votación ya podría imponer el nombre de Leguina. Después hay una segunda y tercera votación, en la que son elegidos tres consejeros, respectivamente, en cada una de ellas. El PP se asegura ahí los otros cuatro nombres que propone.

La votación de los consejeros podría producirse en uno de los primeros plenos de la Asamblea en el mes de abril, según fuentes parlamentarias. Los consejeros, elegidos por seis años, gozan de independencia e inamovilidad, según la ley.