El viaje de Noah, el pollo de águila culebrera, de Madrid a África
El ejemplar fue recuperado tras caer del nido y liberado más tarde; este es el relato de su kilométrica migración
Medio Ambiente y la asociación FICAS colaboran en un proyecto para la conservación de esta especie en riesgo
Madrid
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Iniciar sesiónEsta es la historia de Noah, un pollo de águila culebrera que sobrevivió a la caída del nido, fue acogido y cuidado en un centro de recuperación de animales silvestres y liberado en la sierra madrileña el pasado mes de septiembre. Gracias a un ... emisor GPS en una de sus patas, los expertos han podido seguir su larga ruta hacia el sur, a lo largo de la Península, atravesando el mar, superando barreras montañosas y desiertos. Ahora, Noah –el nombre que sus cuidadores le dieron a la cría– vuela a miles de kilómetros de distancia, atravesando los cielos de Argelia.
Todo comenzó el pasado 14 de julio, cuando un equipo de seguimiento de la Asociación FICAS (Fondo para la Investigación y Conservación de los Animales Salvajes) llevó al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS Madrid-Viñuelas), de la Comunidad de Madrid, un pequeño pollo de águila culebrera (Circaetus gallicus). El ejemplar había sido localizado en el municipio de Puentes Viejas, en el norte de la Comunidad de Madrid. Se había caído de la plataforma donde se encontraba el nido en el que sus progenitores le estaban criando, porque éste se había derrumbado.
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La situación resultaba claramente peligrosa para su supervivencia, por lo que fue recogido y trasladado al CRAS, donde se comprobó que presentaba señales de deshidratación. Comenzaron entonces las labores de recuperación y cría de este pollo en las instalaciones del centro, que se prolongaron hasta el momento en que tuvo madurez y fuerzas suficiente para apañárselas solo, y para emprender la migración que los de su especie realizan hacia latitudes más cálidas cuando comienzan los fríos.
Así las cosas, se llegó al mes de septiembre. Para entonces, y gracias a las atenciones de los cuidadores del CRAS, Noah se había recuperado y era ya un joven macho totalmente desarrollado. Entonces, comenzó una nueva fase en el plan: conseguir que se convirtiera en un 'agente' al servicio de los responsables del medio natural, que les proporcionara datos sobre cómo es el proceso de migración de estas aves.
Con ese fin, el ejemplar de águila culebrera fue equipado con un emisor GPS con un panel solar. Para ello se contó con un equipo de la Asociación FICAS (Fondo para la Investigación y Conservación de los Animales Salvajes), que se desplazó hasta el CRAS para colaborar en la adquisición y colocación del emisor. También realizaron el marcaje del animal con una anilla de lectura a distancia de PVC, y tomaron todas las medidas biométricas el ave: la longitud de los tarsos –las partes más delgada de las patas de las aves, que unen los dedos con la tibia–, las del ala o la del pico, entre otras.
El viaje de Noah
Noah es una cría de águila culebrera, una especie extendida por la practica totalidad de la Península Ibérica. Tras su caída del nido fue llevado al Centro de Recuperación de Aves Salvajes. Una vez recuperado ha sido reintroducido en la naturaleza.
Este es su viaje.
Distribución
Probablemente en el cielo se pueda distinguir por un aspecto parecido a este
Su periplo
28 de septiembre 2023
Es liberado en el valle de La Barranca
Navacerrada (Madrid)
3 de octubre
Comienza el viaje hacia el Sur
Cabañeros
Sierra Morena
Sierra de Hornachuelos
Los Alcornocales
13 de octubre
Atraviesa el Estrecho
Tarda nueve días en llegar a la zona del Estrecho
Cinco días de viaje por Marruecos
21 de octubre
Tras unos días de fuerte viento que le hace retroceder prosigue su viaje hacia el Sur
18 de octubre
Cruza la frontera argelina
Fuente
Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior
ABC / JdV
El viaje de Noah
Noah es una cría de águila culebrera, una especie extendida por la practica totalidad de la Península Ibérica. Tras su caída del nido fue llevado al Centro de Recuperación de Aves Salvajes. Una vez recuperado ha sido reintroducido en la naturaleza.
Este es su viaje.
Águila culebrera
Circaetus gallicus
Distribución
Probablemente en el cielo se pueda distinguir por un aspecto parecido a este
Su periplo
28 de septiembre 2023
Es liberado en el valle de La Barranca
Navacerrada (Madrid)
3 de octubre
Comienza
el viaje hacia
el Sur
Tarda nueve días en llegar a la zona del Estrecho
Cabañeros
Sierra Morena
Sierra de
Hornachuelos
Los Alcornocales
13 de octubre
Atraviesa el Estrecho
Cinco días de viaje por Marruecos
18 de octubre
Cruza la frontera argelina
21 de octubre
Tras unos días de fuerte viento que le hace retroceder prosigue su viaje hacia el Sur
Fuente
Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior
ABC / JdV
Había cierto temor, a la hora de liberar al animal, sobre sus auténticas posibilidades: como explican los técnicos de FICAS en su página oficial, no era fácil saber «si el ejemplar lograra adaptarse al medio sin haber contado con las enseñanzas de sus progenitores». Pero era vital su supervivencia: la población de águila culebrera de las áreas de montaña de la Comunidad de Madrid muestra parámetros de riesgo, y tiene una tasa de mortalidad adulta anual del 16 por ciento, por lo que «cada ejemplar de esta especie es una auténtica joya viviente», insisten en FICAS.
De Guadarrama, a Argel
En esta asociación saben de lo que hablan: llevan años desarrollando el proyecto Cirgal, que persigue el estudio y conservación del águila culebrera y su hábitat. Una iniciativa subvencionada por la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior que dirige Carlos Novillo, y que cuenta con el apoyo del Parque Nacional Sierra de Guadarrama, de Patrimonio Nacional y del Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid.
Noah se incorporó a este proyecto y fue liberado el 28 de septiembre en el valle de La Barranca, cuando tenía 125 días de edad. En el entorno había otros ejemplares jóvenes de culebrera europea ejecutando vuelos de cicleo –que son el preludio del inicio de la migración–, y hasta coincidió con Bruna, otro águila joven marcada en la sierra de Guadarrama, que inició su migración al día siguiente de que Noah fuera liberado.
Tras soltarla, se elevó hasta más de 1.870 metros de altitud, y desde esa cima, en el corazón del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, fue perfeccionando su técnica de vuelo. Y el 3 de octubre emprendió su migración, camino del sur.
Escalas técnicas
Gracias al GPS, se ha podido realizar un seguimiento exhaustivo de su vuelo: tardó 9 días en llegar a la zona del Estrecho de Gibraltar, tras hacer varias 'escalas' técnicas para dormir en zonas montañosas, como los parques naturales de Cabañeros, Sierra Morena –donde se detuvo durante tres días–, sierra de Hornachuelos o el parque natural de los Alcornocales.
Los expertos creen que durante su viaje, ha establecido contacto con otros ejemplares de su especie; eso explicaría que aumentara su velocidad de vuelo y las distancias cubiertas cada día. De hecho, lo normal es que estas especies recorran entre 180 y 250 kilómetros diarios a unos 80 kilómetros de velocidad. Pero Noah comenzó con un ritmo mucho más tranquilo, dedicando las mañanas y las tardes a cazar, mientras que las horas centrales del día las destinaba a desplazarse, recorriendo unos 100 kilómetros diarios, a más de 2000 metros de altitud y a unos 47 kilómetros por hora.
Así fue hasta que llegó al Estrecho, donde creen los expertos que se produjo el contacto con sus congéneres. Ya en tierras africanas, continuó su viaje al sur durante cinco días, recorriendo Marruecos y enfrentándose a retos para un ave inexperta como ella: superar la cordillera del Atlas, donde necesitó remontarse a más de 4.000 metros de altitud; o atravesar el desierto del Sáhara. El otro águila controlada por FICAS, Bruna, fue registrada a más de 4.200 metros de altitud sobre las montañas marroquíes, y superando del tirón distancias de hasta 400 kilómetros en el desierto.
MÁS INFORMACIÓN
La aventura siguió para Noah hasta que, el 18 de octubre, cruzó la frontera argelina. La ruta dibuja ahí un ligero retroceso de varios kilómetros, probablemente debido a los fuertes vientos de componente sur en la zona, aventuran los expertos.
Continuó, no obstante, su viaje el 21 de octubre hacia destinos meridionales. Y en Medio Ambiente, con la colaboración de FICAS, siguen muy de cerca sus evoluciones por tierras africanas, y seguirán recopilando datos sobre sus desplazamientos mientras el GPS envíe señal.
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