Rocío Monasterio recurrirá ante la Justicia la sanción de 15 días sin sueldo por su voto fantasma

Rocío Monasterio cobra por ser portavoz del grupo parlamentario Vox en la región un total de 4.244,85 euros mensuales, según la última nómina publicada en el portal de Transparencia de la Asamblea. La sanción por ese voto fantasma castiga a Monasterio con 15 días sin sueldo, es decir, 2.122 euros menos. Este lunes, la diputada ha asegurado que recurriría la decisión de la Mesa en los tribunales: «Llevaremos el expediente de sanción a todos aquellos frentes donde podamos recurrirlo: al contencioso-administrativo, al [Tribunal] Constitucional… Desde luego, no vamos a dejarlo aquí, ha sido escandaloso», ha declarado en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal de la Junta de Portavoces.

La multa de su expediente sancionador es la mínima por, según dictaminó la Mesa, incumplir el artículo 33.3 del Reglamento de la Asamblea al «atentar contra la dignidad de la Asamblea de Madrid o contra la disciplina, el orden o la cortesía parlamentaria, provocando, en este último supuesto, desorden de su conducta, de obra o de palabra, en los términos previstos en el artículo 138 de este reglamento». Este tipo de falta puede acarrear una suspensión de sueldo de hasta treinta días y la prohibición de asistir a plenos y otras actividades parlamentarias ordinarias.

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Tras el incidente del 1 de febrero, los servicios de la cámara redactaron un informe que analizó después la Mesa de la Asamblea y, a principios de abril, se propuso la sanción. Monasterio pudo solicitar la reconsideración del acuerdo, en un plazo de quince días desde su notificación, pero la Mesa ha mantenido su veredicto. «Se ha sustanciado ese expediente, con total normalidad, y se ha sancionado un voto doble que es inadmisible dentro de un parlamento. No se puede votar por un diputado que no está», ha señalado el portavoz del PP, Carlos Díaz-Pache, en la misma rueda de prensa.

Antes de responder a las preguntas sobre su multa, Monasterio se revolvió e hizo un balance negro del primer año de «mayoría absolutista» de Isabel Díaz Ayuso: «La verdad es que aquí mucha fruta y pocos frutos para los madrileños». Después cargó contra lo que considera una «injusticia» y un «asalto a las instituciones» y recordó la actitud de Pablo Padilla, el diputado de Más Madrid que la semana pasada simuló disparar con una pistola mientras comparecía Ayuso. «La señora Ayuso está más centrada en sancionarme a mí por apagar un escaño. Esto es de traca. Si no sancionan a este diputado sería el colmo de la arbitrariedad, de la injusticia. Cuando les interesa callarme a mí, me sanciona, cuando el señor Padilla hace un gesto violento, aquí parece que tienen dudas», ha declarado.

El caso de Padilla y sus polémicos gestos seguirá el mismo cauce que el voto fantasma de Monasterio. El PP ya ha exigido al diputado de Más Madrid que pida disculpas y dimita, aunque serán los servicios de la cámara los encargados de elaborar el informe a partir del cual «la Mesa determinará las consecuencias de ese gesto», indicó ayer Díaz-Pache. La Mesa se reunirá este mismo viernes.

Mientras Vox exige la apertura de un proceso sancionador a Padilla, el PSOE pide que se «tome nota» y Más Madrid habla de un episodio «desafortunado» aunque «descontextualizado». «Hoy Más Madrid tenía la oportunidad de exigir públicamente la dimisión de Padilla y no lo ha hecho», lamentó Díaz-Pache. El portavoz socialista, Juan Lobato, lo describió como un «ejemplo lamentable» e insistió en que deben desaparecer tanto insultos como aspavientos de unas sesiones parlamentarias cargadas de tensión. El portavoz popular fue tajante: «Lo que está descontextualizado es el señor Padilla. Esto no es un aquelarre 'podemita', una asamblea de facultad ni un bar. Esto es un parlamento democrático».