Así será la pradera con 1.200 árboles sobre la tumba del Calderón que culminará Madrid Río
El parque lineal de 620 metros de largo a la orilla del Manzanares estará listo este otoño
Junto al ajardinamiento del último tramo soterrado de la M-30 se erigirán 1.300 viviendas
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa tumba del estadio Vicente Calderón es un manto gris sobre la M-30, soterrada a su paso por el extinto templo rojiblanco. Las máquinas se afanaban este miércoles en los enormes montículos de tierra que volcarán encima de esa cubierta árida. En diez meses será verde ... , una pradera que imitará el contorno de un circo romano, un homenaje al coliseo del Atlético de Madrid que cerró para siempre en 2017 y terminó por demolerse tres años después. Alrededor de esta pradera elipsoidal, crecerán tres hileras de árboles. Así será la plaza central del parque que pondrá punto final, este mismo otoño, al proyecto de Madrid Río.
«Presentamos hoy la culminación de Madrid Río, la gran obra de transformación urbana que ha tenido la ciudad a lo largo de toda su historia reciente, una apuesta arriesgada pero muy ambiciosa, tanto desde el punto de vista urbanístico como desde el punto de vista ambiental y de reequilibrio de la ciudad», anunció este miércoles José Luis Martínez-Almeida sobre la cubierta gris. La última vez que el alcalde pisó el lugar fue a finales de 2020, cuando terminó la primera fase de las obras. Poco más de dos años después, el Ayuntamiento de Madrid, que ha invertido 100 millones de euros en los trabajos de urbanización, ha finalizado la fase dos. Solo queda por rematar una cuestión técnica, la integración de todos los sistemas del cubrimiento en el centro de control de Calle 30 (la empresa mixta que gestiona la M-30), que estará lista en primavera.
A partir de ahora, el consistorio pasa el testigo a la Junta de Compensación Ribera del Calderón —los propietarios del terreno encargados de coordinar el urbanismo de este ámbito—, que emprenderá el ajardinamiento de la cubierta bajo la supervisión del Área de Obras y Equipamientos. En diez meses, esta superficie de 67.000 metros cuadrados será el pedazo que faltaba de Madrid Río: un parque donde se plantarán 1.200 árboles, 4.500 metros cuadrados de césped y 9.000 especies de arbustos.
Así quedará la extensión de Madrid Río a la altura del Vicente Calderón tras la remodelación de la zona
ABCLas obras, que acaban de comenzar sobre el cubrimiento de la M-30 en el ámbito donde se ubicaba el estadio del Atlético de Madrid, supondrán la culminación del proyecto a finales de 2023
Madrid Río ha tenido varias inauguraciones. El faraónico proyecto para revitalizar el suroeste de la capital pintando de verde el soterramiento de la M-30 nació en 2005, pilotado por el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón. El plan millonario, la mayor parte financiado con fondos del Gobierno central, se ejecutó en distintas fases y, en 2015, Manuela Carmena lo retomó para unir los parques y zonas verdes que habían quedado fuera del proyecto inicial. El mismo año se emprendió la renaturalización del tramo urbano del Manzanares: el ayuntamiento abrió las compuertas que estancaban el agua, el río fluyó y la flora y la fauna colonizaron la ribera en apenas un lustro. Sin embargo, aún quedaba un último trozo por reverdecer, el entorno del estadio rojiblanco, el que inauguró este miércoles Almeida.
Un paseo elevado
El futuro paseo verde medirá 670 metros de largo, discurrirá a orillas del río Manzanares y será el enlace entre las porciones de Madrid Río ya existentes al norte y al sur del ámbito. Como el cubrimiento de la M-30 ha generado desniveles, el parque estará dividido en tres zonas conectadas mediante taludes vegetales que suavizarán las diferencias de cota, delimitados por bancos de granito. En la primera, el área central se ubicará esa suerte de circo romano arbolado, una pradera alargada para recordar el antiguo de campo de fútbol.
La segunda, justo encima de la losa-cubierta, estará atravesada por un sinuoso camino ciclista entre bosques de pinos, pavimentos de arena fina y adoquines de granito. Ese punto permitirá cruzar el río a través del puente de San Isidro. En la tercera zona, al norte del parque, se peatonalizará el último tramo del paseo de la Virgen del Puerto para borrar el fondo de saco (vía sin salida) junto a la rotonda de la calle del Duque de Tovar. Ahí se construirá una escalera y una rampa para acceder a la plataforma que cubre la M-30.
El nuevo paseo estará decorado con muros de plantas trepadoras, muchos árboles y mobiliario urbano a imagen y semejanza del resto de Madrid Río. La zona pretende ser un paradigma de sostenibilidad: iluminación de alta eficiencia energética, pavimentos permeables, agua regenerada para el riego y plantaciones autóctonas. Hasta los materiales resultantes de la demolición del Calderón se reutilizarán como rellenos. «Había todavía una brecha, una brecha que se cierra definitivamente», celebró ayer Almeida. El regidor se guardó una última actuación para el próximo mandato (si revalida la alcaldía el 28-M): la pasarela peatonal que piden los vecinos desde hace años, al norte del ámbito, que sirva de puente entre los distritos de Arganzuela y Carabanchel.
Pisos vendidos
Las obras en torno al cubrimiento del último tramo de la M-30 se están ejecutando a la vez que sus modernos bloques de pisos. En los próximos meses, más de 1.300 viviendas se erigirán frente al río. Casi el 90% ya se han vendido, el 80% de ellas a vecinos del propio distrito de Arganzuela, según ha informado la Junta de Compensación Ribera del Manzanares; y un 40% están reservadas para alquiler. «Que más del 80% hayan sido adquiridas por vecinos de Arganzuela ejemplifica esa apuesta por la proximidad de los nuevos desarrollos inmobiliarios que responden a las nuevas necesidades de las personas; ya sea para independizarse o para tener una vivienda que cubra sus necesidades personales y familiares», dijo este miércoles Almeida.
En total, la edificación y urbanización de la tumba del Calderón ha costado 600 millones de euros (y ha generado 5.000 empleos). Es un ejemplo de colaboración público-privada que ha sorteado las dificultades de los últimos años, Covid, Filomena, descontrol de costes de construcción... Pero en otoño las bonitas y frondosas recreaciones serán una realidad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete