«Pagad u os matamos»: los dos días del clan Gabarre a manos del asesino de Sandra Palo

Cae Ramón Santiago junto a otros ocho sujetos por secuestrar a dos varones que iban a comprarles un coche

20 años del crimen de Sandra Palo: el brutal asesinato que conmocionó a España

El edificio donde estuvieron secuestradas las víctimas. Abajo, el reencuentro nada más ser liberadas. Arriba, Ramón Santiago Jiménez // Vídeo: La Policía Nacional detiene a Ramón Santiago guillermo navarro

El clan de los Gabarre es muy conocidos en ciertos ambientes de Madrid (una rama ha protagonizado una película exhibida en el Festival de San Sebastián); pero otra parte de la vasta familia tiene la afición de subir imágenes propias a redes como TikTok en ... las que no dudan en exhibir coches de alto valor, cordones de oro de 10 centímetros de diámetro y demás fanfarronadas, al son de canciones como «soy millonario, soy rico». La banda de secuestradores de Ramón Santiago Jiménez, de 37 años y conocido por ser uno de los cuatro violadores y asesinos de la getafense Sandra Palo, en 2003, estaba al tanto de ese dineral.

Sabía que tenían conocidos comunes y así fue como se pusieron los delincuentes en contacto con el patriarca de los Gabarre, con la intención de venderles un coche. Es la misma treta que ya utilizó el 30 de julio de 2022 Ramón para quedar con un joven de 19 años en Puente de Vallecas que quería comprarle un motor.

Y lo que se llevó el infortunado fue una paliza enorme, incluida una agresión con un extintor que le vaciaron; que le 'levantaran' 6.000 euros y joyas que llevaba. Ramón y su compinche acudieron a la cita encapuchados, envalentonados. Pero en el momento en que la Policía Nacional fue a detenerlos, el criminal dejó solos en la calle a sus hijos pequeños para intentar poner pies en polvorosa. De nada le sirvió.

Allí los tuvieron apresados dos días. Les exigían más de 100.000 euros si querían ser rescatados: «Si no pagáis, os matamos», les repetían. Los criminales se pusieron en contacto ese mismo día con los familiares de las víctimas. Les explicaron lo que estaba sucediendo y les convencieron para que realizaran un primer pago por el rescate. Más tarde, les reclamaron más dinero, pero lo que hicieron los familiares fue presentarse en la comisaría de Carabanchel, su barrio, donde contaron lo que estaban sufriendo e interpusieron la correspondiente denuncia.

Operación Maverik

Ese 17 de enero echó a andar la operación Maverik, capitaneada por el Grupo XII de la UDEV de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, especializado en secuestros y extorsiones. Los agentes se pusieron manos a la obra con los datos, algunos fundamentales, que proporcionaron los denunciantes.

Pronto dieron con el escondrijo de la banda, el mencionado bloque de Lola Flores. Comprobaron que el número de secuestradores era bastante amplio y solicitaron la intervención del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que se desplazó desde Guadalajara para realizar la entrada en el cubil. Dentro, arrestaron el 19 de enero ya caída la noche a seis personas; las otras tres se encontraban en el vehículo propiedad de los rehenes, que estaba en las inmediaciones. En su mazmorra había 16.000 euros (el dinero del coche que iban a comprar y una escopeta). Los Gabarre estaban en aparente buen estado.

De los nueve arrestados, seis son españoles, dos son colombianos y hay un peruano, que es el único menor de edad. Todos ellos suman una ristra importante de antecedentes. Por lo pronto, Ramón Santiago Jiménez, tenía ya una veintena, también por hechos similares. Los adultos tienen entre 23 y 62 años, informan a ABC fuentes de la investigación, que, añaden, insisten en que la operación no está terminada. Se enfrentan a delitos de secuestro, lesiones y robo con violencia e intimidación.

Su pasado como rapero

Ramón Santiago Jiménez, conocido como Zuni en su faceta de rapero, apenas pasó ocho años en un centro de menores desde que fue arrestado en la Cañada Real en junio de 2003 por el vil crimen de Sandra. Luego, pasó un breve tiempo en prisión, hasta 2012. De nada le han servido tantas oportunidades de las que ha gozado gracias a la laxitud de la Ley del Menor y del sistema penitenciario español, que se supone que busca la reinserción.

Sus compinches en el secuestro, asesinato y violación por turnos de la joven Sandra Palo apenas fueron condenados a reclusión en centro de menores (Rafael García Fernández, de 14 años entonces, conocido como 'el Rafita', pasó apenas cuatro años recluido, y José Ramón Manzano Manzano, 'Ramoncín', de 16, que cumplió ocho en el reformatorio); el que tenía 18 años, Francisco Javier Astorga Luque lleva en la cárcel 20 años y fue sentenciado a 64.

En 2013, Ramón fue condenado por perpetrar en una misma noche un asalto a un hotel de Ciudad Lineal y a una galosinera de Mateo Inurria. Ha llegado a estar en tercer grado y ahora ha ingresado en la cárcel de Soto del Real el 22 de enero, el mismo día que Sandra Palo cumplía 43 años.

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