Cuando lo 'nacional' se zampa lo 'local'

Madrid es el tercer enclave español más castigado por el terrorismo etarra (123 asesinados en sus calles) y por tanto tiene grabado en su piel más a fuego el recuerdo de aquel horror. Bajo este contexto, las propuestas de unos y otros han ido por donde más o menos imaginábamos. Por lo general, existe una tendencia en la izquierda a mirar la ciudad bajo el tardoadolescente 'síndrome Greta Thunberg', que quiere trasladar La Hiruela o Miraflores a Vallecas o Chamberí. Es decir, imaginan la metrópoli que no existe, bajo los parámetros alumbrados quizá en un paseo de fin de semana por la sierra. Y luego está la realidad, lo posible. No soporta Más Madrid, por ejemplo, que con Almeida Madrid haya conseguido el aval medioambiental que marca Europa y con la dupla Carmena-Maestre -«la gran Manuela», en palabras del pontífice- la ciudad estuviera en el pelotón de los torpes.

Lo cierto es que es normal que lo 'nacional' se haya zampado a lo 'local' en la campaña, pues pese a ser la administración más cercana los ayuntamientos dependen legislativamente de las autonomías y el Gobierno, de tal forma que el problema de la vivienda o de la seguridad exceden sus competencias. Sin embargo, lo que pasa en Madrid también excede por su relevancia capitalina su ámbito territorial. A diferencia de Las Vegas, lo que pasa en Madrid 'no se queda' en Madrid.