La izquierda y Vox se manifiestan en contra de los cantones de limpieza de Almeida en un barrio del PP

En Montecarmelo, el portavoz de la plataforma contra el nuevo cantón, Paco Arranz, señaló que los vecinos «sienten mucha indignación por la decisión arbitraria del consistorio de colocar, en el corazón de un barrio residencial, la mayor instalación para la gestión de residuos de todo Madrid». En declaraciones recogidas por Europa Press, el portavoz destacó que piden una «ubicación consensuada» y que se trata de una cuestión de «voluntad política». El pasado viernes, el concejal delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, insistía en que los cantones de limpieza «no producen molestias o ruidos». «En la ciudad hay 116 cantones, de los que no tenemos ni una sola queja habitualmente», añadía.

Sin embargo, cientos de vecinos salieron el domingo a la calle, primero en Montecarmelo, donde se presentaron también los representantes de la oposición en el Palacio de Cibeles. Entre gritos de «¡Carabante, póntelo delante!», la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, criticó que los cantones «son lesivos para la vida de los vecinos». «Si la instalación no es molesta, que se la ponga Almeida delante de su casa. Siempre hay soluciones técnicas que tienen que ponerse encima de la mesa», aseguró la concejal.

Según la exministra y portavoz socialista, Reyes Maroto, «estamos asistiendo a un inicio de mandato en el que el señor Almeida está imponiendo su mayoría absoluta y ha dejado de hablar con los vecinos». La concejal lamenta que estas ubicaciones no responden a una buena «convivencia» porque «generan ruido y olores». La edil Emilia Martínez, por su parte, representó al PSOE en la manifestación contra el cantón de Vicálvaro a la misma hora.

Hasta Vox se apuntó al «no al cantón» en el seno de un vecindario conservador. «Esta protesta es una muestra más de que la política no puede ir de espaldas y de que no se puede engañar a los ciudadanos. Nadie está en contra de que haya cantones de limpieza, sino de que las cosas se hagan así, con prepotencia», dijo su portavoz, Javier Ortega Smith, en declaraciones a los periodistas. Los grupos de izquierda y Vox están alineados: reclaman a Almeida que busque otra ubicación.

El pasado marzo, la presión vecinal ya forzó al delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, a paralizar la construcción de 12 de los 16 cantones previstos en distintos puntos de la ciudad. El concejal -ahora también responsable de la cartera de Urbanismo- propuso crear un grupo de trabajo para consensuar el asunto con la oposición y mantener reuniones con los vecinos. Esa decisión, que se tomó antes de la convocatoria electoral, se quedó en el aire, según critican los vecinos, después de las urnas. Carabante, no obstante, insiste en que los residentes «están informados en todo momento».

El delegado ya recordó que, a principios de septiembre, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, dio la razón a Almeida frente a las quejas vecinales por el cantón de La Elipa, en el distrito de Ciudad Lineal: «El interés general de la prestación del servicio ha de primar sobre los posibles intereses particulares». El consistorio remitió a la institución la información de la instalación, que contará con un muelle de descarga y varios contenedores y donde no se procederá a la gestión ni tratamiento de residuos. El Defensor dictaminó que «comprende que la instalación de un cantón de limpieza junto a una vivienda puede no ser del agrado de su morador, pero ello por sí solo no puede servir como justificación para que el ayuntamiento acepte un cambio de emplazamiento», ya que eso «afectaría, a su vez, a otros vecinos, que en buena lógica podrían hacer valer el mismo argumento».

El norte de Madrid, en cualquier caso, se resiste. Sobre todo, los barrios de Arroyo del Fresno (distrito de Fuencarral-El Pardo), Las Tablas (Hortaleza) y Montecarmelo (Fuencarral-El Pardo). Y en el sur, Vicálvaro. La premisa vecinal es clara: los cantones de limpieza, lejos, para que «no interfieran en la vida del barrio, lleno de colegios y guarderías».