El asesino de Isaac López mantiene que se defendió de un ataque de la víctima y sufrió una «ira incontrolable»

Los cuatro navajazos que David Bárcena, de 20 años, propinó al joven en zonas vitales le atravesaron la aorta y los pulmones. La asistencia médica fue inmediata pero los sanitarios no pudieron salvarle la vida.

El juicio ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid con la selección del jurado popular y la lectura previa de los informes. Además, la fiscal, el letrado de la defensa y los abogados de las acusaciones han formulado sus alegatos previos al tribunal del jurado. Mañana declarará el acusado y los agentes del Grupo de Homicidios que llevó a cabo la investigación.

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Carlos Hidalgo

David Bárcena, el único de los cuatro DDP que tenía la mayoría de edad en el momento del homicidio de Isaac López Triano, se sentará en el banquillo de la Audiencia de Madrid hasta primeros de noviembre

Los hechos se produjeron sobre las 20.55 horas del 14 de julio cuando David, junto a tres menores ya condenados, se cruzaron en la calle Comercio con Isaac, a quien buscaban por pensar que pertenecía a la banda de los Trinitarios.

Los agresores, que pertenecían a sus rivales Dominican Don't Play, persiguieron al joven, quien al tratar de zafarse saltando una valla y cayó al suelo boca abajo. En ese momento, recibió cuatro puñaladas en órganos vitales.

En el informe de defensa, el letrado Álvaro Rojo relata que su cliente había consumido alcohol y cannabis al estar afectado por la muerte de su abuela. Según su versión, Isaac le habría provocado y se enfrentó a él sin «en ningún caso querer quitarle la vida».

Al ser el chico experto en artes marciales, David blandió una navaja tipo mariposa y se defendió ante un supuesto intento de apuñalamiento a manos de la víctima, quien le habría espetado: «Me cago tus muertos». Tras ello, le clavó el arma. Huyeron del lugar sin ser conscientes de la gravedad de las heridas. David niega pertenecer a los DDP y mantiene que iba armado al haber sido víctima de ataques de bandas rivales.

En su exposición previa, el letrado ha aseverado que David sabe que se equivocó y que quiere pagar por ello. «Pero se le intenta castigar con más severidad de la que le corresponde», ha reseñado, por lo que reclama al jurado «una sentencia ejemplar».

La defensa ha descrito las circunstancias en las que vivía David en un barrio conflictivo como es Villaverde, según afirma, y donde su patrocinado había sido atacado en varias ocasiones. «Como muchos jóvenes, estuvo encerrado en el confinamiento en una edad crítica y empezó a beber y a fumar. Y se convirtió en algo diario. Perdió el ocio sano», ha expuesto.

Esa tarde, llevaba un cuchillo por «miedo a que le pegaran» y respondió a un ataque previo de la víctima. El rapero le provocó y el procesado le respondió con la navaja. «Fue detrás de Isaac para increparle, posiblemente pero no para matarle», ha apostillado el letrado alejando a su cliente de ser «un malvado» o un «mafioso que va acosando a discapacitados». Defiende que «no es un asesino, es un niño de 18 años que ha matado a alguien».

La Fiscalía de Madrid y la acusación particular, que ejerce el letrado Juan Manuel Medina en nombre de la familia del chico, solicitan una pena de prisión permanente revisable. La defensa califica el crimen de homicidio con las atenuantes de confesión tardía, adicción, reparación el daño y arrebato por sufrir una ira incontrolable.

En su alegado, la fiscal se ha opuesto a que se aprecie la atenuante de confesión tardía, ya que cuando el procesado confesó en noviembre de 2021 ser el autor material de los navajazos mortales la investigación policial estaba concluida y no tenía otra salida.

En su turno, Medina ha subrayado al jurado que el asesinato se cometió con alevosía y «por un factor determinante» por el hecho de que el procesado pertenecía a una organización criminal« como es los DDP, considerada una banda criminal por el Tribunal Supremo.

«Los jóvenes que se adhieren a una de estas bandas acaban matándose. Queremos probar que el asesinato se produjo por uno de sus enfrentamientos al considerar que Isaac pertenecía a una banda rival», ha reseñado apuntando que los atenuantes que plantea la defensa no están acreditados.

A su llegada, el abogado ha explicado que sus solicitud de prisión permanente se sustenta en la pertenencia del acusado acreditada a la banda de los DDP y al ser la víctima de especial vulnerabilidad al tener un 47% de discapacidad por tener síndrome de Asperger.

Según el letrado, la madre está «triste» al tener que pasar de nuevo el duelo por revivir con el juicio lo ocurrido pero afirma que es «una mujer fuerte y con la cabeza bien amueblada».

El acusado cumple prisión provisional desde el 25 de noviembre de 2021. David B. manifestó ante la jueza que el crimen tuvo lugar después de que el fallecido supuestamente le insultara y ya entonces negó pertenecer a la banda latina.

En el escrito, el fiscal considera que procede imponer al acusado la pena de prisión permanente revisable, así como la pena de libertad vigilada durante diez años una vez sea excarcelado. En concepto de indemnización, reclama que abone a su madre la cantidad de 150.000 euros y a su hermana con 75.000 euros.

Los hechos se produjeron sobre las 20.55 horas del 14 de julio de 2021 cuando el acusado, en compañía de tres menores, se dirigieron a las inmediaciones de la calle Comercio de la capital en busca de Isaac L.T., a quien buscaban por pensar que pertenecía a los trinitarios.

Cuando le vieron, según relata el fiscal, le persiguieron y le dieron alcance en el interior de un túnel. La víctima, que iba en patinete, saltó una barandilla y cayó al suelo, momento en el que el acusado le clavó una navaja tipo mariposa cuatro veces por la espalda. Murió de manera inmediata.

Tras la agresión, los autores de la muerte de Isaac a bordo de los patinetes eléctricos que utilizaban se dirigieron al parque de la calle Párroco Eusebio Cuenca, «donde se deshicieron de las navajas utilizadas, escondiéndolas tras unos matorrales, procediendo después a regresar a la zona de Embajadores, donde ya el grupo se disolvería, iniciando cada uno de ellos caminos separados».

El abogado Juan Manuel Medina, califica el crimen de un delito de asesinato, con la agravante de delito de odio, un delito de pertenencia a organización criminal previsto y un delito de odio.

Al igual que el fiscal, la familia reclama que se le imponga la pena de prisión permanente revisable. Y pide una indemnización de 200.000 euros para la madre y 50.000 euros para su hermana.

En cuanto a los menores, la Fiscalía de Menores pactó con los jóvenes un acuerdo por el que cumplirán entre tres y seis años de internamiento en un centro de menores.

La sentencia, condenó a seis años de internamiento y cuatro de libertad vigilada a los dos menores que tenían 16 años y se impone tres años de internamiento y dos años de libertad vigilada el menor con 15 años.

El acuerdo se alcanzó tras reconocer los chicos que participaron en el crimen y que pertenecen a la banda latina de los 'Dominican Don't Play'.

Inicialmente, el fiscal solicitaba diez años de internamiento para dos de los tres jóvenes acusados y seis años de libertad vigilada una vez salieran del centro. Mientras que para un tercer joven implicado, la pena se rebajaba a cinco años de internamiento y tres de libertad vigilada al tener el menor 14 años cuando se produjeron los hechos.