Plaga de colchones tirados en la calle tras las muertes por Covid-19
Los operarios de limpieza deben desinfectarlos y esperar cinco días antes de proceder a su retirada
Dos colchones abandonados en la calle de Luis Ruiz (Ciudad Lineal)
Apoyados junto a los contenedores o tirados en la propia acera. Decenas de colchones viejos permanecen en la vía pública a la espera de ser retirados por los servicios de limpieza viaria del Ayuntamiento de Madrid. La situación afecta sobremanera a zonas de los distritos ... de Usera, Puente de Vallecas, Vicálvaro o Ciudad Lineal, donde los vecinos han observado la aparición de estos enseres en los últimos diez días. Pese a que las teorías sobre su procedencia son diversas, es una la que cobra fuerza entre los operarios encargados de su recogida: la mayor parte pertenecían a personas fallecidas durante la crisis del coronavirus. Por ello, resulta esencial desinfectarlos antes de proceder a su traslado.
Desde el sindicato UGT Limpieza Viaria explican a este periódico que existe un protocolo para los colchones abandonados, desarrollado en dos fases: una vez detectados, los trabajadores deben rociarlos con soluciones desinfectantes y esperar cinco días antes de retirarlos. El problema, cuentan los residentes afectados, aparece durante el transcurso de ese periodo. «Hay contenedores que no podemos utilizar porque los colchones tapan la boca», advierte un joven nada más tirar la basura.
En el barrio de Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal), son pocos los cubos que no disponen de una particular compañía que ha alterado el paso de los transeúntes. «Están petados. Cada vez que salimos a pasear nos damos cuenta de que hay más», señala una pareja apostada en la terraza de su domicilio: «Aunque no hace falta ni dar un rodeo». En su campo de visión, dos colchones andrajosos se mantienen de canto, apoyados en los anclajes metálicos que delimitan el espacio para los contenedores de papel y cartón, vidrio, plástico y orgánico.
Un hombre tira la basura al contenedor, junto a un colchón viejo
Las reclamaciones a través del canal de Twitter de Atención a la Ciudadanía (@LineaMadrid) están a la orden del día . «Hola, en la calle de la Pilarica hay dos colchones de matrimonio tirados y mugrientos desde hace días... Por favor, estaría genial que alguien pasase a recogerlos ya que sus dueños los han dejado ahí sin más», interpela un usuario al departamento municipal, que rápidamente toma nota del mensaje: «Hola, solicitamos retirada de los dos colchones con número de aviso 6029033. Un saludo».
La manipulación de las camas no es sencilla. Los empleados deben estar equipados con trajes EPI , gafas de protección, mascarillas y guantes. «Son un foco de riesgo», reconoce uno de los encargados. Las denominadas medidas de alivio, que permiten a la población salir a la calle a pasear o a practicar deporte tras mes y medio de reclusión total, ha motivado el abandono en tromba de los colchones. Además del alto número de fallecidos, los moradores sospechan que detrás de esta práctica estarían también personas que dieron positivo en las pruebas de detección del patógeno –o han presentado síntomas compatibles– y ahora buscan deshacerse del mobiliario más complicado de esterilizar.
Sea como fuere, el Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad, recuerda que el pasado martes volvieron a abrir los puntos limpios fijos y los diez de proximidad, situados en el exterior de los recintos municipales, para que los ciudadanos «puedan depositar los residuos que no están incluidos en las cinco fracciones». Estos espacios fueron cerrados con motivo de la declaración del estado de alarma y solo permitían el acceso a empresas y profesionales con el objetivo de dar «una adecuada gestión a los residuos generados por la actividades no esenciales», reanudadas el pasado 13 de abril.
Otro colchón al lado de una fila de contenedores, en la calle de Nicolás Salmerón
La prohibición de dejar colchones y otros objetos voluminosos junto a los contenedores no ha variado, por lo que aquellos que sean pillados infraganti se exponen a sanciones de hasta 1.500 euros. «A mí no me gusta que los tiren aquí, pero si no tenían otro sitio...», expone un joven cuestionado por la circunstancia. Otra de las controversias más notorias es el hecho de que varias de las colchonetas se encuentren debajo de los cubos . «Los camiones pasan y no se dan cuenta», prosigue, en alusión a los colchones que caen al suelo cuando los operarios de limpieza elevan los contenedores, ocupando así la base donde estaban colocados.
Para limpiar un colchón de forma particular, los expertos recomiendan humedecer un paño en una solución compuesta por jabón neutro y lejía –u otro producto similar– y pasarlo por los seis lados del mismo. Ello, sin embargo, no garantiza una desinfección total en caso de que haya sido utilizado por una persona enferma de coronavirus. «Hay que extremar las precauciones y no manipularlos hasta estar seguros», subraya un trabajador del servicio de Parques y Jardines.
Dado el elevado número de contagios, la recomendación de las autoridades sanitarias de usar guantes en la vía pública cobra especial trascendencia en este tipo de situaciones. Aunque «lo mejor», como dice un anciano que pasea por la calle de Nicolás Salmerón, «es no tocarlos» : «No vaya ser que tengan el bicho».
Los colchones permanecen días tirados en la vía pública