Parroquia Cristo Salvador: espíritu de servicio misionero

Y quien mejor lo puede hacer es el actual responsable de esta unidad pastoral, que lleva funcionando hace algo de más de seis años aproximadamente, el padre Miguel Ángel Renes Ayala , de los Padres Paúles, un hombre cercano, servicial, con espíritu misionero, impronta de la Congregación de la Misión, de San Vicente de Paúl, vamos.

Porque es la comunidad de Paúles la que vive en la calle Caracolí (Cristo Salvador) la que atiende a las dos parroquias , que siguen manteniendo su vida y su actividad pastoral básica, aunque con la tensión apostólica de la unidad de acción, que es símbolo de comunión y fraternidad. Una comunidad de Padres Paúles de cuatro miembros sacerdotes y un estudiante, recién incorporado, que también ahí se refleja la universalidad de la Iglesia. Los Paúles no son invitados de paso en Hortaleza como muy bien queda reflejado por el imponente edificio al lado del templo de San Matías (Mar de Bering), que otrora fue noviciado y casa de estudios, en el que generaciones de misioneros se han formado para llevar la fe a los rincones más alejados del planeta. Mucho se puede decir de san Vicente de Paúl , de su impronta espiritual, de su predilección por los pobres, de su rico ejemplo de vida.

Utilicemos el criterio de la historia. Hablar de la Iglesia de San Matías significa evocar el pasado de Hortaleza , torre o fortaleza defensiva de la ciudad. Según las crónicas oficiales, las primeras noticias de la parroquia datan del año 1535, cuando se erigió la iglesia dependiente de Canillas. El Cardenal Lorenzana , arzobispo de Toledo, fue quien dio la autonomía a la parroquia de San Matías, hacía el año 1790. No hay que olvidar que a pocos metros de la parroquia está el cementerio de Hortaleza. Uno de los datos de interés de este templo vetusto está en la secuencia de arquitectos que participaron en su construcción, Blas Crespo en 1858, Francisco Enríquez en 1864, hasta llegar la emblemático Enrique María Repullés y Vargas en 1877. Arquitecto referente de la arquitectura histórica madrileña. El templo de Cristo Salvador, moderno en su diseño , funcional, está inmerso en el paisaje de un barrio construido en pleno desarrollismo.

Quizá lo novedoso de esta unidad pastoral sean las actividades comunes de ambas parroquias : la preparación de la liturgia, el grupo de visitadores de enfermos, el de Vida Ascendente, las colonias y los campamentos de verano, las celebraciones penitenciales y las asambleas parroquiales.

Sigue manteniendo cada parroquia las celebraciones litúrgicas, y la catequesis, el servicio de Cáritas, con las ayudas familiares que no son pocas, bajo la coordinación de Cáritas del arciprestazgo. Si en la parroquia de san Matías destaca la piedad popular y la fiesta misionera del primer domingo de octubre, en la Cristo Salvador son muy atractivas las fiestas del domingo de la divina misericordia y las oraciones preparadas por los fieles. La celebración de San Matías es el 14 de mayo y en esa iglesia también se venera a Nuestra Señora de la Soledad, que ejerce el patronazgo en Hortaleza. Una dimensión de Cristo Salvador es la ayuda social y educativa , con las clases de apoyo y los cursos de formación.

En San Matías hay un grupo de la Asociación de la Medalla Milagrosa, propia de la implantación del carisma vicenciano a las parroquias en las que trabajan. Por cierto que hasta hace bien poco había una comunidad de Hijas de la Caridad que colaboraban estrechamente con esta parroquia. Así como en la parroquia del Cristo Salvador hay una comunidad de hermanas de Nuestra Señora de la Compasión que están muy implicadas en la vida parroquial. Ya lo dijo san Vicente Paúl en una histórica conferencia sobre el fin de la Congregación, «dar a conocer a Dios a los pobres, anunciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el reino de los cielos y que ese reino es para los pobres . ¡Oh, qué grande es esto! Evangelizar a los pobres es un oficio tan alto que es, por excelencia, el oficio del Hijo de Dios».