Las obras del Metro de Gran Vía terminarán entre 2020 y 2021, afirma Ángel Garrido

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Garrido ha recordado que en las obras de la estación de Gran Vía se tuvieron que acometer obras de emergencia por el descubrimiento de «unas muestras de valor patrimonial en las excavaciones» para iniciar las trabajos en ese entorno, por lo que se ha atendido a los requerimientos que se han formulado desde la Dirección General de Patrimonio.

El consejero de Transportes ha destacado que, «primero, está salvar aquello que es de todos y, después, los retrasos que se puedan producir las obras», que ha lamentado, pero que son consecuencia de «recuperar» el patrimonio arqueológico.

La previsión es que en este trimestre se completen las obras de recuperación del patrimonio, según Garrido, quien ha recordado que en el mes de diciembre en la última profundización de las obras se descubrió algún elemento más que se debe conservar.

«La idea es que ya en este año comencemos lo que realmente son las obras que tiene que realizar Metro , que son las obras de comunicación de las dos estaciones», Gran Vía y Sol, ha agregado el titular de Transportes.

A partir de ahí, «lo razonable es que en este año y digamos que con algún deslizamiento hacia el siguiente se pudieran completar las obras de Gran Vía, que son importantes», ha precisado Garrido.

Ha indicado que es el primero que tiene ganas de ver realizada esta obra que es «interesante para los madrileños, pero siempre está por delante la salvaguarda del patrimonio que es de todos».

La reforma de la estación Gran Vía, que contempla la ampliación del vestíbulo, la modernización de las instalaciones y la conexión peatonal con Sol , debería haber terminado en abril de 2019, pero el hallazgo de unos restos arqueológicos retrasó y complicó los trabajos.

Poco después de comenzar las obras, se descubrió el «hueco» del ascensor y la escalera de la anterior estación, diseñados por el arquitecto Antonio Palacios en 1919.

El hallazgo del ascensor hizo que se modificase el contrato, cuyo precio se dobló al sumar 3,4 millones de euros al presupuesto inicial de 3,79 millones, y que se ampliase el tiempo de cierre por la necesidad de emplear maquinaria de menor tamaño y trabajar con mayor precaución.