La «mezcla perfecta» de gas y oxígeno, horas de escape y ventanas cerradas pudieron causar la explosión

¿En qué consiste? Fundamentalmente, en que las cantidades de ambos elementos químicos sea una concreta, para lo cual fue necesario que el escape de gas llevara activo varias horas. Una cifra en estos casos puede ser de 17,4 partes de aire por cada una de gas natural comprimido . Éste, a diferencia del butano (que se acumula hacia abajo), sube conforme va saliendo. Para semejante estallido, debía de ser una acumulación extrema, de varias horas, y en consonancia a una cantidad de oxígeno precisa.

A ello hay que sumar el hecho de que, al ser invierno y las temperaturas muy bajas, las ventanas estaban cerradas, lo que facilitó que el compuesto se acumulara por prácticamente todo el edificio.

El gas natural es inodoro, aunque las distribuidoras le mezclan dióxido de azufre para, cuando hay un escape, la persona afectada perciba un olor parecido al de los huevos podridos y pueda alertarse. En este caso, según ha podido confirmar ABC, desde la congregación no se dio aviso a Naturgy , la suministradora, que habría enviado a sus técnicos de Nadgia, la empresa que se encarga de esos arreglos y cuyos empleados lo primero que hacen son mediciones con aparatos especiales para ello.

Pero el padre Rubén Pérez Ayala , de 34 años, avisó a su amigo del Camino Neocatecumenal David Santos , de 35, técnico especialista en mantenimiento industrial, que trabajó en Metro, Abengoa y el Hospital de Móstoles.

Cuando estaban juntos en la sala de la caldera, en la planta inferior del edificio, la acumulación de gas era extraordinaria, con una mezcla ideal como la mencionada que solo necesitó un punto de ignición, en este caso el propio aparato calefactor estropeado , para que todo saltara por los aires, con la consiguiente tragedia.