Mil hectáreas más de Reserva de la Biosfera en la Sierra del Rincón

El presidente regional Ángel Garrido ha anunciado su intención de proponer esta ampliación durante una visita al Hayedo. La extensión de la zona protegida se acompañará además de un aumento del número de guías didácticos en estas localidades. Desde el Gobierno regional se estudia también otra medida que sin duda redundará en la mejora de la zona: la construcción de aparcamientos disuasorios para los visitantes, algo que el presidente Garrido se comprometió a hacer «antes de que acabe la legislatura».

El reconocimiento de la UNESCO fue el primero concedido a un espacio natural madrileño, y se incluyó en la candidatura conjunta de «Hayedos europeos». Pero ya antes de eso, esta joya vegetal era especial objeto de cuidado por parte de los pueblos que la rodeaban : «El uso sostenible del hayedo se remonta a más de 40 años», aseguró el presidente regional. De hecho, el lugar fue declarado Sitio de Interés Natural en 1974, lo que supuso entonces la protección de 250 hectáreas en esta zona.

El Hayedo de Montejo tiene más de 120.000 árboles de diferentes especies. De ellos, más de 900 son centenarios. Y unos 34.500 son hayas, con más de doscientos ejemplares también por encima de los cien años. Además de su riqueza vegetal y faunística, este espacio natural de la Comunidad es también el de mayor densidad de árboles singulares.

«Es un espacio excepcional, está ahí desde la última glaciación , es algo natural, no plantado», explica Nines , una de las guías que se encargan de acompañar a las visitas durante su recorrido por este bosque.

La particularidad de este hayedo es su situación geográfica: es tal vez el situado más al sur, y eso supone un problema para su especie principal, el haya. Afortunadamente, recuerda Nines, durante años el uso del hombre en este bosque ha sido como dehesa, «no ha habido talas masivas, lo que ha ayudado a mantenerlo».

El Hayedo se puede visitar, pero siempre bajo control: en compañía de un guía y previa reserva vía online o en persona en el centro de interpretación situado en Montejo de la Sierra. Se recorre por sendas guiadas, diferentes en situación y en número en función de la época del año. «En otoño es cuando más público viene , y tenemos más sendas», explica Nines. La maravillosa tonalidad que adquieren las hayas durante esta estación justifican sin duda la visita.

Los visitantes descubren, a través de las palabras de los guías y de sus propios ojos, la fragilidad de este bosque, y consiguen «entenderlo; salen viéndolo de diferente manera», reconoce la experta.

Para ayudar a su mantenimiento, nada mejor que cuidarlo. Lo que se consigue, indica la guía, «no saliéndonos de los caminos» . Los hayucos, señala, germian fácilmente, pero por las condiciones climáticas, pocos de ellos logran prosperar. «Si esos pocos son pisoteados, supondría un daño enorme». En torno a 5.500 personas visitan, como media anual, este espacio, a los que hay que sumar los 25.000 que participan en su programa de educación ambiental.

El Hayedo de Montejo tiene más de 120.000 árboles de diferentes especies. De ellos, más de 900 son centenarios. Y unos 34.500 son hayas, con más de doscientos ejemplares también por encima de los cien años. Además de su riqueza vegetal y faunística, este espacio natural de la Comunidad es también el de mayor densidad de árboles singulares.