El Faro de Moncloa cierra hasta julio para reparar sus ascensores tras el incendio de enero de 2016

La demora en la rehabilitación de la cabina del aparato incendiado se ha alargado un año y medio. Este retraso se ha debido a las reticencias de la aseguradora para asumir el coste, que asciende a 109.000 euros , tal y como justificaron a este diario desde Madrid Destino. La incógnita del origen del fuego ha sido, según apuntan desde el Ayuntamiento, el motivo que ha dilatado en exceso la intervención en los ascensores.

Ninguna compañía ha querido asumir el gasto hasta agotar todas las investigaciones. Ahora, meses después del accidente, se puede descartar que las causas del incendio se deben a una falta de mantenimiento o de antigüedad. En el incendio no hubo heridos, pero sí que resultó destrozado casi por completo uno de los ascensores diseñados en exclusiva para este edifico. El fuego arrasó la cabina y afectó a la armadura, el cableado y los frenos . Por ello, no ha bastado con sustituir las piezas dañadas, sino que ha habido que repararlos de forma íntegra. Esta tarea la tendrán que asumir económicamente los seguros y «con coste cero para el Ayuntamiento de Madrid», recalcan fuentes municipales.

Tras el incendio de la torre Windsor en 2005, las medidas de seguridad de los rascacielos de Madrid comenzaron a mirarse con lupa. Y el Faro – construido en el año 1992 –, que fue una antigua torre de Iluminación y Comunicaciones con más de 110 metros de altura, estaba en el punto de mira. Por ello, el entonces conocido como área de gobierno de Las Artes, Deportes y Turismo, decidió clausurarlo para acometer unas obras de renovación que adaptasen el Faro a las nuevas normas de seguridad y accesibilidad.

Ya con Alberto Ruiz-Gallardón (PP) al frente de la Alcaldía, comenzaron los trabajos para acondicionar la torre mirador a usos y actividades turísticas. El gobierno del PP invirtió 7,5 millones de euros en la remodelación de esta infraestructura, que volvió a abrir al público el 24 de abril de 2015.

La reforma del edificio incluyó un segundo ascensor exterior acristalado y se ensancharon las escaleras. Poco después de su inauguración, algunas de las planchas metálicas que recubrían la torre se desprendieron. Por fortuna, esta vez, tampoco hubo que lamentar heridos . No obstante, se añadieron anclajes para reforzar todas estas láminas.

Al año de su reapertura ocurrió el incendio del ascensor que ahora está en reparación. El fuego provocó la caída de cascotes y el corte del tráfico en la A-6, a la altura del Arco de la Victoria. En el momento del suceso, seis trabajadores se encontraban en el interior de la torre, y tuvieron que ser desalojados.

A partir del mes de julio, si no ocurren más incidentes, los visitantes podrán ascender al mirador, a 92 metros de altura. Desde este punto se puede contemplar una de las mejores panorámicas de la ciudad: el Palacio Real, el Pacio de Cibeles, el edificio Telefónica de Gran Vía, las Cuatro Torres , Torrespaña, el Parque del Oeste , la Casa de Campo, el monte del Pardo y en el horizonte se vislumbra el perfil del Parque nacional de la Sierra de Guadarrama. En los últimos años, la obra ha estado más tiempo cerrada que abierta por varios problemas.