Incendio en la Ertzaintza: un movimiento al margen de los sindicatos amenaza el Tour

Dos semanas después volvió a colapsar las tres capitales vascas con una caravana de vehículos y esta misma semana ha obligado a desplegar un fuerte dispositivo policial para que su última concentración no afectara al Consejo de Gobierno autonómico. Es su forma de decir basta ante un convenio que lleva diez años sin renovarse. Advierten, además, que en estas condiciones no se puede garantizar la seguridad de la salida del Tour en Bilbao.

El movimiento surgió casi de manera espontánea, ante el descontento de los agentes de a pie por la forma en la que los sindicatos estaban abordando las negociaciones con el Departamento de Seguridad. «Empezamos un grupo pequeñito hartos de la desidia de los sindicatos», relata a ABC un ertzaina que estuvo desde el inicio en ese colectivo. Así, ese número reducido de agentes se empezó a organizar a través de un grupo de Whatsapp que pronto tuvo que migrar a Telegram porque el número máximo de participantes permitido se quedaba escaso.

En cuestión de días ese colectivo, aún sin nombre, superaba los 3.000 simpatizantes, «más que los afiliados del sindicato mayoritario», explica el ertzaina que prefiere mantener el anonimato. Esa buena acogida les demostró la «fuerza» que podían tener y decidieron manifestarse al margen de los sindicatos para intentar presionar en las negociaciones.

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Y es que, según denuncia este agente de la policía autonómica vasca, lo que en su día fue «una de las policías más modernas y punteras» de Europa, ha ido poco a poco perdiendo brillo. «Tenemos furgonetas antidisturbios de hace más de 25 años a las que se les caen las puertas», asegura. También relata carencias de material o jornadas de trabajo extenuantes debido a la falta de efectivos. Tacha de «caos organizativo» el diseño de operativos especiales, como los partidos que se prevén multitudinarios o de alto riesgo.

Añade que en esas condiciones «no se puede garantizar» la seguridad de un evento de grandes dimensiones como será la salida del Tour de Francia, cuyas tres primeras etapas están previstas en el País Vasco. De ahí que uno de sus lemas esté siendo «sin convenio no hay Tour». Desde el colectivo niegan cualquier intención de «reventar» la prueba, pero sí advierten de que si se mantiene la situación actual, será imposible garantizar su desarrollo. «Quieren sacar a alumnos de la academia para que formen pareja con ertzainas y regulen los cruces», relata. Son acusaciones que niegan desde la consejería de Seguridad. El propio consejero, Josu Erkoreka, ha insistido esta misma semana en que la seguridad «está garantizada» durante la presentación del dispositivo.

Lo cierto es que aquella primera manifestación desbordó todas sus previsiones. También obligó a los cuatro sindicatos con representación en la mesa de negociación a escenificar una unidad poco habitual entre ellos. Todo ello también ha dado pie a un cruce de reproches inédito hasta ahora entre el Gobierno vasco y los representantes de la policía autonómica. Así, el lehendakari, Iñigo Urkullu, advirtió durante el homenaje anual a los ertzainas caídos que la policía vasca no podía «permitirse el lujo de perder el respeto de la sociedad a la que se debe». Los sindicatos se tomaron esa frase como una auténtica declaración «de guerra» y en un duro comunicado conjunto denunciaron su «chulería y soberbia».

Son palabras que el colectivo 'Ertzainas en lucha' ve, a pesar de todo, con cierto recelo y quienes ejercen de portavoces califican esa unión sindical de mera «fachada». Incluso han llegado a asegurar que los sindicatos les han «traicionado» y por eso ahora reclaman poder acudir de oyentes a las reuniones que mantienen con el Departamento de Seguridad. Sus peticiones van desde la actualización del convenio, con los salarios «congelados» desde hace una década, a una mejora de los materiales de trabajo o un refuerzo de la plantilla que permita afrontar mejor los grandes eventos.

En un primer momento los sindicatos mayoritarios optaron por no reconocer al colectivo, aunque vista la fuerza que han demostrado, fuentes sindicales explican que están trabajando para «intentar acercar posturas». Aseguran que su intención es «apoyar todo lo que la plataforma demande», así como sus movilizaciones, porque «hay que tener claro que el enemigo común es el mismo». «Da músculo a las organizaciones sindicales», añaden.

Fuentes del Departamento de Seguridad confirman que las negociaciones para la renovación del convenio están abiertas y que estas se realizan con los sindicatos, porque son «los únicos que legítimamente ostentan representación de la plantilla de la Ertzaintza». Insisten en que las movilizaciones han sido comunicadas por personas ajenas a la plantilla de la policía autonómica y que los grupos de redes sociales se han creado por usuarios que actúan de manera anónima, por lo que «desconocen» a quién o a quiénes representan.

En cualquier caso, destacan que el departamento liderado por Josu Erkoreka mantiene su «compromiso» para seguir negociando el nuevo convenio y que esperan llegar «pronto» a un acuerdo. Añade, además, que en esa negociación han sido decenas las reuniones mantenidas hasta ahora. A pesar de ello, el colectivo 'Ertzainas en lucha' no esconde su desconfianza. «Hemos llegado a un punto de desidia que es difícil revertir», advierten.