La 'idílica' vida familiar del asesino de Maialen
De cara al exterior todo era amor, cariño, dedicación a su familia... Pero cuando se cerraban las puertas de la casa el verdugo de la mujer embarazada en Vitoria descargaba sobre ella toda su furia
Bilbao
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Iniciar sesiónEl presunto asesino de la última víctima de violencia de género del País Vasco parecía llevar una vida idílica en redes sociales a pesar de tener una orden de alejamiento en vigor. Localizó a su pareja en el apartahotel de Vitoria donde se ... había refugiado y la asesinó en presencia de su hija de tres años. Estaba embarazada de gemelos.
«El lugar favorito del Mundo es a tu lado mi amor». La frase la escribió Jaime R., el presunto asesino de Maialen, en su perfil de Instagram apenas dos semanas antes de terminar con su vida y con la de los dos gemelos que esperaba.
Era, como se suele decir, un lobo con piel de cordero. A los ojos de sus casi 100.000 seguidores en redes sociales tenía una vida idílica, a pesar de que hacía meses que un juzgado de Torremolinos le había prohibido acercarse a su mujer, Maialen, a menos de 500 metros, después de varias denuncias por malos tratos.
El Estado falló a Maialen y sus gemelos: todos los errores que se produjeron antes del triple crimen
Érika MontañésLa Ertaintza sabía que su maltratador quebrantaba la orden de alejamiento; él exhibía su convivencia con ella y su hija. Y el sistema VioGén «no funciona bien en lugares con policías autonómicas», asume Igualdad
Esa orden de alejamiento ya estaba en vigor el Día de la Madre, cuando compartió un vídeo cargado de ternura y emotividad dedicado a su pareja. «No hay mejor mami que tú», escribió entonces mientras por la pantalla se iban sucediendo imágenes de Maialen con su hija y hasta una ecografía de los gemelos que venían en camino. «Lamentablemente no se dio ningún paso para protegerla», lamenta Blanca Estrella Ruiz, presidenta de la Asociación Clara Campoamor, muy crítica con la actuación policial y judicial en este caso.
Y es que nada en su perfil en redes sociales, al cierre de esta edición todavía accesible en Internet, hacía pensar que fuera un maltratador. «Todos son carismáticos y encantadores», lamenta Ruiz.
«El lugar favorito del Mundo es a tu lado mi amor», escribió en una red social el autor de la muerte de la mujer, embarazada de gemelos
También lo era Jaime, que en sus post además de deshacerse en halagos a su familia no escatimaba en calificativos para describir lo que aparentemente era una vida maravillosa de pareja llena de lujos, donde no faltaban los viajes a lugares paradisíacos, las motos o los relojes caros. También se prodigaba en elogios a su mujer y a su hija de tres años. «Te amo con toda mi fuerza y he hecho lo que me han pedido para protegerte», escribió en Navidades.
Los hechos, sin embargo, han terminado por desmentir esas palabras. El sábado pasado presuntamente asesinó a su mujer, que acababa de trasladar su residencia desde la Comunidad Valenciana a Vitoria, donde se había refugiado en un apartahotel. Lo hizo, además, según fuentes policiales, en presencia de su hija, a la que, a pesar del amor que le prodigaba en Internet, abandonó durante horas junto al cadáver de su madre.
Descoordinación
El caso no solo ha conmocionado a la sociedad; también ha despertado recelos acerca de la forma en que han actuado las Fuerzas de Seguridad dado que existía un expediente por malos tratos y una orden de alejamiento en vigor. «Ha habido descoordinación», denuncia directamente Blanca Estrella Ruiz, visiblemente enfadada cuando atiende a ABC al otro lado del teléfono. Y es que, el consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka, reconoció el pasado lunes que la Ertzaintza había tenido constancia de que esa orden de alejamiento se había quebrantado hasta en dos ocasiones en tierras vitorianas.
La primera vez que la Policía autonómica vasca supo del caso de Maialen fue el pasado mes de enero. Los responsables de un hotel de Vitoria avisaron a la Ertzaintza porque les llamó la atención que la pareja se hubiera registrado con unos nombres y que luego al llamarse en el día a día utilizaran otros.
«Te amo con toda mi fuerza y he hecho lo que me han pedido para protegerte», puso en Navidad
Erkoreka confirmó que los agentes se entrevistaron entonces con la mujer y comprobaron que tenía una orden de alejamiento en vigor que se estaba quebrantando. Sin embargo, según las explicaciones del consejero, ella les aseguró que «no se sentía en peligro» y que «estaba trabajando» para eliminar el expediente. A la vista de sus explicaciones optaron por no hacer detenciones y se limitaron a informar de lo ocurrido al juzgado encargado de la orden de alejamiento.
El 18 de mayo, apenas diez días antes del asesinato de Maialen, la Ertzaintza volvió a tener noticias de esta pareja. «La Guardia Civil de Burriana avisó de la intención de la mujer de trasladar su residencia a Vitoria», explicó el consejero vasco. La Ertzaintza tuvo de nuevo una entrevista con ella, en la que les insistió en que no apreciaba peligro alguno y que la orden del juzgado se había roto por su propia voluntad.
En ese momento, la Policía autonómica vasca estaba haciendo los trámites pertinentes para catalogar el caso en función del sistema vasco, de nombre EBA, similar al Viogen, pero que requiere un proceso propio. En Valencia Maialen era considerada víctima de «riesgo extremo»; en el País Vasco la asesinaron antes de que la llegaran a catalogar.
«Irresponsabilidad»
«Esta mujer ha muerto por una irresponsabilidad del Estado», denuncia Blanca Estrella Ruiz desde Clara Campoamor, que lamenta que se esté tratando de insinuar que la víctima tuvo parte de responsabilidad por no sentirse en peligro.
Insiste en que en relaciones tóxicas, como muy probablemente fuera la de Maialen, dar el paso de denunciar no es nada sencillo para las víctimas. De hecho, incluso con la orden de alejamiento en vigor, en el perfil del que a la postre fue su asesino se puede leer cómo le da las «gracias» en algunas de las publicaciones. «Las mujeres denuncian, pero luego las matan», sentencia, para evidenciar la falta de protección que a su juicio tienen las víctimas de violencia de género.
Lo ocurrido, y las ambiguas explicaciones del Departamento de Seguridad para tratar de justificar por qué no se detuvo al presunto asesino cuando se le identificó quebrantando la orden de alejamiento han despertado también fuertes protestas del movimiento feminista del País Vasco. En una concentración exigieron un cambio de protocolo. «Lo ocurrido evidencia una vez más la falta de toda una estrategia integral», lamentan.
Ante el clamor popular el Gobierno Vasco está estudiando fórmulas que permitan mejorar la protección de las mujeres víctimas de violencia de género y la Fiscalía se plantea cambiar el procedimiento y detener a quienes rompan una orden de alejamiento, al margen de la opinión que pueda tener la víctima.
Con nombre falso
Son cambios que para Maialen llegarán tarde. Después de meses de malos tratos, decidió poner tierra de por medio y regresar junto a su hija a su Vitoria natal. Fue su familia quien le reservó la habitación de un apartahotel en el que, además, se habría registrado con un nombre falso, según confirman fuentes de la investigación. No fue suficiente para escapar de su presunto asesino.
La familia de Maialen pide «empatía y respeto» a la identidad de la niña y su vida privada
La familia de la joven vitoriana ha querido «dar las gracias de corazón» a todas las instituciones en un comunicado. También ha pedido «respeto» ante los «duros momentos» que están atravesando, muy especialmente la pequeña «la otra gran víctima de esta situación». «Por ella, para que podamos criarla en un ambiente de amor infinito, pedimos empatía y respeto a su identidad y su vida privada», añaden. Insisten además en que no deben buscarse más culpables que «quien decidió cometer este atroz acto».
Un acto deleznable del que además trató de huir impune. No solo abandonó a su hija en la habitación con su madre ya muerta -estuvo 12 horas con ella-, sino que, además, se montó en un taxi para tratar de regresar a la Comunidad Valenciana como si nada hubiera pasado. Fueron las cámaras de seguridad las que delataron su presencia en el lugar del crimen y la Guardia Civil la que le interceptó cuando ya se encontraba en la provincia de Zaragoza.
«Qué ganas de los gemelos»
«Qué ganas de los gemelos», escribió en una de sus últimas publicaciones el ahora detenido. Nunca les podrá ver; ni a ellos, ni a Maialen. Tampoco podrá regresar a esa vida ideal que aparentaba tener. El juez de instrucción de Vitoria decretó el pasado martes su ingreso en prisión provisional después de que se negara a declarar.
El criminal está imputado por el homicidio de su pareja, por dos abortos dolosos y por el quebrantamiento de la orden de alejamiento. Además, la Asociación Clara Campoamor pedirá que se incluya a la niña de tres años en el registro de víctimas de violencia de género.
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