Gritos de «sinvergüenza» y una corbata con la balanza de la Justicia: así ha sido la llegada de García Ortiz al Supremo para declarar como imputado

Como curiosidad, para su declaración García Ortiz se ha puesto una corbata con motivos de la balanza de la Justicia, según fuentes próximas a él.

Sonriente, ha saludado a los medios de comunicación con un buenos días. Un reducido grupo de personas le ha gritado «sinvergüenza, el único fiscal que viene a declarar».

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La declaración de García Ortiz llega tres meses después de su imputación por revelación de secretos en relación con una investigación por delitos fiscales abierta al novio de la presidenta madirleña, Isabel Díaz Ayuso. El fiscal general llega al Tribunal Supremo en una posición difícil por el resultado de las diligencias practicadas por el magistrado Ángel Hurtado, principalmente el encargo de dos informes a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la toma de declaración como testigos a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y al fiscal de Delitos Económicos Julián Salto.

El novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, denunció posible revelación de datos reservados a su defensa en la emisión de una nota de prensa de la Fiscalía General del Estado el 14 de marzo de 2024. Dicha nota de prensa se emitió horas después de que el diario 'El Mundo' publicase una información en la que se afirmaba que la Fiscalía había propuesto una conformidad a González Amador, quien reconocería dos delitos contra Hacienda a cambio de no entrar en la cárcel.

El Ministerio Público emitió la nota la mañana siguiente a la publicación de dicha información. El magistrado Hurtado dejó claro en el auto con el que abrió causa al fiscal general del Estado que en la publicación de la citada nota de la Fiscalía General no había delito, puesto que no había información indebidamente revelada «ante el conocimiento público de los hechos». Pero, en cambio, sí vio indicios de delito contra él en que horas antes de la emisión de dicha nota, «los correos entre el fiscal del caso y el letrado del particular fueron revelados, estando los mismos en poder del fiscal general del Estado y de la fiscal jefa provincial».

Y, en este sentido, la declaración de la fiscal superior de Madrid Lastra el pasado 16 de enero fue un clave. Relató las hasta seis llamadas que le hizo el fiscal general del Estado interesándose por los correos intercambiados entre el fiscal que investigó a González Amador y la defensa de éste y cómo sospechó de él cuando vio noticias publicadas en prensa con dichos correos antes de la emisión de la nota de prensa de la Fiscalía. «¿Lo has filtrado tú?», afirmó Lastra ante el magistrado Hurtado que llegó a preguntar a García Ortiz. «Eso ahora no importa», habría contestado él. También explicó que, puesto que ella no le quiso entregar dichos correos, el máximo responsable del Ministerio Público se dirigió a la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, quien llamó al fiscal Salto mientras éste presenciaba un partido de fútbol, obligándole a irse a un apartado, buscar los correos en cuestión y remitírselos. Lastra también habría advertido a Rodríguez -imputada como García Ortiz por revelación de secretos y que declarará mañana- que si pasaba al fiscal general la información que pedía, la filtraría.

Respecto a los informes de la Guardia Civil sobre los dispositivos móviles entregados por García Ortiz cuando su despacho de la Fiscalía General fue registrado, el pasado 30 de septiembre, el primero concluyó que había «cero mensajes» en sus dispositivos entre el 8 y 14 de marzo de 2024, las fechas objeto de investigación. El segundo, que entregó a los agentes un dispositivo distinto al utilizado en las citadas fechas, lo que explicaría la inexistencia de comunicaciones.