Sánchez llega al rescate de Besteiro y un PSdeG que no despega en encuestas

La presencia de Sánchez busca no solo arropar al candidato Besteiro, sino también impulsar a un PSdeG que no acaba de despegar en las encuestas. Ni en las publicadas ni en las que se manejan en las salas de máquinas de los partidos se percibe una reactivación del voto socialista para recortar la cómoda distancia que hoy mantiene el nacionalismo gallego como primera fuerza en la izquierda. Y el relato del PSdeG es precisamente ese, el de emerger como alternativa a la hegemonía conservadora del PP de Alfonso Rueda. Pero no arranca. Los discretos resultados de Besteiro en las generales de julio, perdiendo uno de los dos diputados que el PSdeG tenía en la circunscripción de Lugo a pesar de que él era el cabeza de cartel, no mejoró las sensaciones.

Los gestos de Sánchez hacia Besteiro vienen siendo innumerables desde que este dejó atrás la persecución judicial de Pilar de Lara. Primero, (efímero) delegado del Gobierno; luego, candidato y diputado por Lugo en el Congreso; ahora aspirante a la Xunta aclamado por unanimidad en unas primarias sin rivales internos ; y un respaldo de Moncloa tan explícito como sea posible. Sánchez ya estuvo en Galicia en septiembre, durante la Fiesta de la Rosa en Oroso; regresa hoy y volverá a hacerlo a finales de enero, cuando el PSOE celebre en La Coruña su conferencia política federal. Eso, sin contar la más que previsible presencia del secretario general socialista en campaña al lado de su candidato y hombre de confianza.

No obstante, la presencia de Sánchez está condicionada al Consejo Europeo que desde el jueves se celebra en Bruselas. De ocurrir alguna eventualidad que forzara la presencia del presidente del Gobierno en la capital comunitaria, su hueco en la convención del PSdeG lo ocuparía la vicesecretaria general socialista y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Si todo va como está previsto, Sánchez estará no solo en Santiago para la convención, sino que a primera hora aprovechará el Falcon para acercarse hasta Ferrol y visitar el astillero público de Navantia, donde ya estuvo esta misma semana la ministra de Defensa, Margarita Robles.

La convención pretende servir también para trasladar la imagen de un PSdeG más abierto a la sociedad. Besteiro ha configurado así a los ponentes de sus distintos foros de debate, con personas del ámbito universitario como los profesores Nieves Lagares o Julio Abalde —próximos al PSOE pero, hasta la fecha, no significados de manera tan inequívoca–, y también rescatando a figuras con experiencia de gobierno, como la exsecretaria de Estado Isabel Pardo de Vera, a la que en su día se le auguró un prometedor futuro dentro de la política autonómica, pero sin que eso llegara a materializarse posteriormente en nada.

Si no están todas las sensibilidades internas será por decisión de aquellos que no han querido participar. Besteiro extendió su oferta de integración al sector del exsecretario general, Gonzalo Caballero, pero algunas personas de este entorno declinaron formar parte de los equipos que configurarán la base electoral del programa socialista de las próximas autonómicas.

La convención, que arranca a las once de la mañana de este sábado en la Ciudad de la Cultura, tendrá un primer acto de inauguración con las intervenciones de Inés Rey, Valentín González Formoso, Besteiro y Sánchez. Acto seguido se iniciarán los cuatro foros de debate, que tendrán como ejes de actuación la economía verde, los servicios públicos, la cohesión territorial y el modelo de país. Las conclusiones serán presentadas el domingo por los ponentes de las distintas áreas, y la conveción será clausurada por la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, y, de nuevo, el candidato socialista, con un discurso de un mayor perfil político.

El PSdeG sabe que necesita arrancar una maquinaria que hable más en clave gallega que nacional, que no fíe tanto sus expectativas electorales a Pedro Sánchez, y sus dirigentes son conscientes de esta realidad. Los compromisos adquiridos por el presidente del Gobierno para amarrar su investidura pesan más en la balanza que los gestos o decisiones que el Ejecutivo está teniendo con Galicia en las últimas semanas, entremés de lo que está todavía por venir, cuando las elecciones tengan ya fecha fijada. La convención es la primera piedra de las muchas que vendrán. Las encuestas, sin embargo, siguen siendo tozudas.