Rueda obvia los rumores sobre la fecha de las autonómicas y mantiene la tensión
Asegura que la campaña será «muy gallega», pese a que su lectura se hará en clave nacional
SANTIAGO
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Iniciar sesiónQuizás no en las cafeterías a primera hora, pero al menos en los foros políticos y periodísticos la fecha de las próximas elecciones gallegas se ha convertido en la comidilla habitual y en objeto de quinielas recurrentes. El único que tiene en su poder la ... posibilidad de apretar el botón de los comicios autonómicos oculta sus cartas. Y a su alrededor se disparan los rumores y las cábalas. Hasta el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se ha sumado al juego. Aunque algunos, como la oposición en Galicia, dan por descontado que Alfonso Rueda convocará en cuanto apruebe los Orzamentos -en poco más de dos semanas-, y todas las miradas apuntan a algún momento del primer trimestre, la incógnita persiste. Para irritación, por ejemplo, del BNG, que entiende que el presidente de la Xunta ha de anunciar sus planes con antelación, para que todos jueguen en igualdad de condiciones.
Este viernes, Rueda, preguntado en Santiago, insistió en no querer acotar más allá de la referencia temporal que siempre ofrece: «Seguimos con ese horizonte máximo del primer semestre, ahí no hay ningún cambio». E insistió en el inminente trámite en O Hórreo con el que se culminará el proceso de elaboración de los presupuestos para 2024. Pero si el jueves, tras el Consello, recibió una media docena de preguntas sobre este asunto, un día después no iba a poder esquivar tampoco la cuestión. Menos aún cuando Ortuzar insistía en que sabía de buena tinta, del PP en Madrid, que las elecciones en Galicia serían en febrero.
Rueda ya dijo el jueves, por activa y por pasiva, que él con el PNV no había hablado al respecto, que meses atrás había salido a relucir el tema cuando coincidió con Iñigo Urkullu, quien a estas alturas ya no es ni candidato. Y hasta ahí. Este viernes remarcó que «cada uno» puede tener «su opinión», «incluidos otros compañeros del PP en otros lugares de España, incluido en Madrid»; pero que «no dejan de ser opiniones», que no son lo mismo que las «decisiones». Y «si Ortuzar habla en base a opiniones», dijo, antes de dudar unos segundos y añadir: «No tengo nada más que decir».
Dimensión estatal
La insistencia por que se desvele la fecha y su interés más allá del Padornelo es un síntoma claro de que, por más que Rueda asegurase que «va a ser una campaña muy gallega», probablemente las próximas elecciones en la Comunidad sean las de mayor trascendencia a nivel autonómico en años. Pedro Sánchez quiere dar el golpe de gracia a Alberto Núñez Feijóo, derrotándole donde más puede dolerle; y el líder de la oposición necesita que el PP conserve el feudo gallego, ese en el que cimentó, con cuatro mayorías absolutas, su imagen de gestión solvente.
El PPdeG, con Rueda a la cabeza, sabe que Sánchez se volcará con Galicia. Ya va emitiendo señales, como ubicar la conferencia política del PSOE en La Coruña. Rueda se mostró «encantado» de que venga, pero lamentó que no lo haga en calidad de presidente del Gobierno y con «buenas noticias» bajo el brazo, que abordar en una reunión como la que sí mantendrá, en Cataluña, con Pere Aragonés. Espera, en cambio, que acuda a «hablar mal del PP y del gobierno del PP en la Xunta». «Allá ellos», apostilló.
En el PP gallego ya dan por descontado que esas buenas noticias se las reserva Sánchez para cuando deje el traje de presidente y, como hizo en las últimas campañas, juegue la baza de los anuncios electoralistas.
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