Besteiro se ciñe a Sánchez y enfría el apoyo a la ley del litoral de Formoso

Besteiro llegó a San Caetano con máxima puntualidad, a las 17.30, y compareció ante los medios de comunicación a las 18.45 —las atenciones a la prensa se hicieron por separado, algo que Rueda encuadró en el protocolo habitual—. El delegado del Gobierno no tardó en apartarse de las cortesías de rigor para explicar que había pedido a Rueda que la Xunta «concrete» qué «aportación» con fondos propios hará a los proyectos industriales «prioritarios» —tras cifrar en 1.400 los millones que gestiona de forma directa el gobierno gallego, que en febrero detalló que se han asignado 1.266 y solo habían llegado 1.122—.

Rueda, en su comparecencia posterior, defendió que los «inversores» que siguen aguardando por esos fondos «saben perfectamente del compromiso de la Xunta», que está «absolutamente» dispuesta a inyectar las cantidades habladas con esas compañías. Pero replicó que el Gobierno no puede «pretender» escudarse ahora en que se va a «mover en función de lo que hagan otras administraciones». El presidente gallego instó nuevamente a descentralizar los fondos o bien a recibir el mismo trato que otras comunidades donde el Gobierno sí ha comprometido cantidades concretas, sin escudarse en los Pertes. «No podemos seguir esperando», advirtió.

Pero Besteiro no se quedó ahí, sino que, frente a la «rapidez» y «eficacia» en la gestión de los fondos que atribuyó a los concellos, afeó a la Xunta falta de «agilidad»; remitió al informe del Consello de Contas, que, a su juicio, refleja la «necesidad de pasar de un plan estratégico» a la «realidad», lo interpretó como un «toque de atención» que «no es menor» y alertó de posibles «descertificaciones de la UE». Rueda rebatió que Besteiro no había sacado este tema durante la reunión, y que, en todo caso, la Xunta entiende que el Consello de Contas avala que se está haciendo una «buena ejecución» de los fondos; que pide «mayor información» y «difusión», pero lo achacó al sistema establecido por el propio Gobierno.

Pero si un asunto hizo aflorar divergencias fue el de la ley gallega del litoral. Besteiro aseguró que no «entendía» la «polémica» suscitada y apostilló que «la mejor forma de evitar problemas es no crearlos». A partir de ahí, se ciñó al mantra en el que se ha venido parapetando el Gobierno, que Galicia reforme el Estatuto si quiere asumir las competencias; afeó el volumen de competencias logradas por la Xunta en los últimos 14 años de gobiernos del PP; y animó a utilizar más la comisión bilateral. Más aún, aseguró que si lo que se busca en San Caetano es más «seguridad jurídica» en el litoral, la futura ley «no es el mecanismo más adecuado», porque no la «garantiza». «Me parece poco eficaz ese mecanismo si se persigue buscar un objetivo de adquirir esa competencia», remachó.

Inquirido por cómo casa este argumentario con el apoyo anunciado por su compañero de filas Formoso, Besteiro —quien no quiso mojarse sobre un eventual recurso del Gobierno— defendió que la «posición» que traslada no es «nueva», sino que la marcó el mismísimo Sánchez. En cuanto al PSdeG, aseguró que no quiere «interferir en absoluto», que su cargo es el de delegado del Gobierno —y traslada «lo que piensa» el Ejecutivo— y no el de «portavoz» del partido, pero que la postura de los socialistas, aventuró, «evolucionará en ese sentido en el propio debate parlamentario». «La mejor forma de solucionar los problemas es no crearlos», repitió, para insistir en que reformar el Estatuto es de «sentido común».

Rueda, que entregó a Besteiro una copia del proyecto de ley, replicó en su intervención que supondría una «incoherencia clarísima» que Gobierno y PSdeG defiendan «cosas diferentes». «Lo que le pedí es que secunde la postura del PSOE en Galicia y que apoyen la tramitación de la ley», detalló, tras censurar que no es ni «serio» ni «normal» que, tras un año, el Gobierno siga sin opinar sobre el dictamen del Consello Consultivo que avala que no ha de reformarse el Estatuto para gestionar el litoral.

El presidente de la Xunta celebró el tono del encuentro, solicitado por Besteiro, y se mostró abierto a la petición de éste de verse periódicamente —incluso de forma trimestral, sugirió el delegado—, pero más allá del «excelente tono institucional» y de la «cortesía», reclamó que estos careos sirvan para lograr acuerdos, porque en el de este martes no ocultó que Besteiro no le había ofrecido «ninguna concreción» sobre muchas de sus demandas.

Rueda reclamó agilidad con la reparación del viaducto de la A-6, presupuesto y planificación para el Corredor Atlántico, desatascar la transferencia de la AP-9, avances en los fondos europeos, soluciones a los problemas sanitarios y que se especifique cuáles son las viviendas de la Sareb para Galicia o las que se harán en terrenos del Ministerio de Defensa. Besteiro, a quien Rueda emplazó a actuar como «valedor» de Galicia ante el Gobierno e «interlocutor», dejó este martes más discrepancias que puntos de encuentro.