Las empresas gallegas inyectan en sus plantillas un talento que viene «de serie»

El programa lo pone en marcha Inserta Empleo, entidad de Fundación ONCE dedicada a la formación y la inserción laboral. El debate en estos encuentros no se limita a la promoción de candidatos: su fondo lo componen un análisis del tejido empresarial gallego, repasos de claves legales útiles para las empresas –adecuadas al marco de la última reforma laboral– y la exposición de los trabajos que realiza Inserta.

Tales labores pueden resumirse en un acompañamiento que abarca la totalidad del proceso de incorporación de un trabajador. Tal y como ha desgranado Iván Fernández Gutiérrez, consultor en Inserta Empleo, el desarrollo del canon empieza por una selección «por capacidades y competencias» complementaria al tradicional currículum que, explicó, «se ajusta» en mayor profundidad a las necesidades concretas de las empresas en los procesos de selección. Entonces, cuando una firma anuncia la apertura de uno, la entidad consultora le hace llegar sus propuestas de candidatos para cubrir el puesto en concreto; además de, en ciertas ocasiones, promocionarlos de motu propio ante compañías que podrían estar interesadas en su fichaje. Después, si se completa la contratación, la entidad realiza un seguimiento tanto de la empresa como del trabajador para conocer su evolución.

En este sentido, abundó el periodista Alejandro Macías Blanco, también ponente en el acto, los resultados cosechados son un «orgullo» para la consultora: de acuerdo a sus pesquisas, el 94% de las empresas volvería a contratar personas con discapacidad, el 88% juzga la implicación de su nuevo fichaje como buena o muy buena y el 86% hace lo propio con su grado de responsabilidad. Cualidades que, en la experiencia de Fernández, se traducen en otros: «resiliencia, afán de superación y compromiso», que vienen «de serie», ha considerado, en personas «acostumbradas a salvar dificultades, a superar barreras».

No ha faltado un repaso por el aprovechamiento para las empresas que adoptan políticas de contratación de personas con discapacidad. En primer lugar, ha diseccionado Rodríguez, ello radica en una mejora en el posicionamiento de las compañías, que son vistas como «socialmente responsables»; y, además, les «da acceso» a un mercado «de once millones de consumidores» en toda España, el de las personas con discapacidad y sus familias, que encuentran mayor facilidad en el acercamiento y la simpatía hacia una firma comprometida con la inserción laboral. Pero, explicó una representante de Fidelitis, bufete especializado en la abogacía para personas con discapacidad, también se traduce en beneficios económicos, principalmente resumidos en el acceso a subvenciones y líneas de ayuda específicas, así como a bonificaciones fijas sobre la seguridad social del trabajador en función del tipo de contrato y el grado de discapacidad de la persona contratada.

Así, el programa busca transmitir a las empresas un mensaje alentador para que apuesten por un mercado de trabajo en el que hay «cierto desconocimiento todavía», ha lamentado Iván Fernández. También desde Fidelitis expresaron la necesidad de cosechar un mayor compromiso en este ámbito: «en España se estima que más o menos 4 millones de personas tienen discapacidad, y casi 2 (...) están en edad de trabajar. Pero solo uno de cada cuatro trabajadores con certificado de discapacidad tiene empleo. Hay que seguir avanzando».