El Festival de Cans reabre sus 'jalpóns'

Cans es «el gran paraíso del debutante , la oportunidad que tan difícil es de conseguir», define Pato. Pero la novedad no echa para atrás al pueblo de O Porriño, que ya ha agotado entradas para la sección Novas Camadas (para directores menores de 25 años) y se han duplicado los pases. Aarón Vilariño tiene 19 años y un talento sorprendente. Es el concursante más joven de la historia de Cans y competirá frente a Alberto Vázquez , nominado a un Goya. Y junto a él, los hermanos Coira, que estrenan 'Beiras, vivir dúas veces', o Xavi Font , productor de la galardonada 'O que arde', presentará 'Donde acaba la memoria'. Su director es vigués, Pablo Romero-Fresco , y de su mano se recorren los pasos de Luis Buñuel en Cáceres, contado por el biógrafo Ian Gibson .

« Cuando ves a Gibson trepar por un acantilado solo para llegar a donde Buñuel tiró una cabra para un rodaje, primero piensas, uy como se me caiga...», sonríe Romero-Fresco, «y después, te das cuenta de que no puede ser un retrato al uso». Como si fuera una biografía del biógrafo (aunque él rechace esa idea), el director persigue los pasos de Gibson, irlandés cuya vida y trabajo ha dedicado al cineasta, Lorca y Dalí, «para girar un poco el espejo y empezar a ver su propia historia».

Cans tiene la magia de mostrar estos relatos, y a ello sumarle un 'coloquio en la leira' , donde los propios Gibson y Romero-Fresco atenderán a 110 personas en un entorno icónico y rural. Las entradas llevan días agotadas.

Quedan plazas, eso sí, en las competiciones de cortos. Son 34 en total (sin contar los 20 videoclips que también se estrenan): 15 cortos de ficción o animación, 8 de Novas Camadas y 10 'furacáns', obras experimentales y arriesgadas. «Y muchos tienen ojos de mujer », explica Pato. Es algo en lo que se incide desde la dirección, hasta llegar al 40% de representación femenina esta edición.

Hay también una nueva sección: Correspondencias. Ahí es donde Eloy Domínguez se 'cartea' con Samuel Moreno a través de su obra. El primero, desde el rural gallego y el segundo, con la vista puesta en las protestas de Medellín y Bogotá. «En este contexto de pandemia, de reclusión, los directores no pueden salir a filmar. Ahí surge la idea de ponerlos en contacto mediante correspondencia fílmica . Y acaban siendo ejercicios creativos libres alrededor de los estados de ánimo y del contexto político y social», explica el director de Cans. Es algo que ya pasó en Galicia: «había productoras que grababan la vida de la gente de aquí, y llevaba esa película a los emigrantes en América, y viceversa».

Las innovaciones no dan tregua en un festival «que, si no se llega a hacer en 2020, seguro que se paraba », detalla Pato. En 2020 «aprendimos que hay que intentar resistir y que se puede salir adelante, con mucha prudencia y responsabilidad, pero que las cosas no se pueden dejar de hacer ». El timón del festival apunta ya a mayo de 2022, donde en tiempo récord se plantea la siguiente edición. «La primavera es su hábitat natural».

Del exilio regresan también los 'jalpóns', los espacios que ofrecen las personas de Cans para proyectar las obras . El año pasado la mayoría cerraron, pero ahora se recuperan los 11 cobertizos, invernaderos, bajos y 'choupanas'. «Sus propietarios son gente muy mayor, y el año pasado no era seguro, pero ahora todos están vacunados», expresa Pato. En el pueblo no puede haber más expectación. El modelo 'jalpón' cautiva a quién lo ve, hasta el punto de llegar a la Bienal de Venecia , donde varias maquetas estarán expuestas hasta noviembre.

Cans vibra también ante uno de los premios honoríficos: el de Marisol, vecina cuyo acordeón «es la banda sonora de Cans» edición tras edición. Recorrerá la villa en ' chimpín ', la carrilana símbolo del festival. El Covid sí cierra las puertas del carruaje al público, y sólo pasearán en ella los galardonados. Junto a la acordeonista estará Tamar Novas , actor de 'Fariña' o 'El desorden que dejas'. Novas «es un embajador», explica Pato, por la repercusión que siempre ha dado al festival en redes y eventos.

Así, entre 150 y 300 personas podrán disfrutar , con distancia y mascarilla, de la programación cultural. No sólo cine , también música (Sés o Maika Makovski y han agotado entradas) y pintura . El concurso 'Pintar el cine' hará que varios artistas ilustren el vecindario inspirándose en sus referentes audiovisuales. Los aforos se mantienen al 50%, aunque la ley permita el 75% . «Decidimos mantener esta línea prudente, para sentirnos todos más seguros», relata el director. Pese a ser un año extraño Mucha, Juan, Mari, Carlos, Moncho, Alfonso, Chelo, y en definitiva, Cans, vive su gran evento desde la más pura emoción.