Un avatar para probarse ropa sin tocar nada

En las tiendas que lo implanten, el consumidor entrará en el probador y un sistema de fotogrametría hará una copia virtual de su cuerpo. «Tomará las medidas como lo haría un sastre y realizará un avatar del cuerpo humano , que además de recomendarle tallas también servirá para aconsejar al cliente sobre qué tipo de prendas le sientan bien a su fisionomía», indica Alberto Cáceres, CEO de Trison. El responsable de la compañía, que cuenta con delegaciones en 13 países de Europa, América y Asia, explica que ya estaban desarrollando esta tecnología antes de la llegada del coronavirus. «Desde hace dos años trabajamos en la digitalización de espacios físicos», explica. En principio esta solución se diseñó pensando en la venta online para evitar las devoluciones, pero ahora ha cobrado un nuevo sentido. Una vez que el cliente cuente con el avatar y si no ha variado su peso, cada vez que vuelva a la tienda no tendrá que probarse las prendas.

Trison ya ha dotado a algunos de sus clientes, como Sephora, de herramientas para el maquillaje virtual que espera ahora cobren nueva relevancia en un momento en que se tendrán que evitar los contactos en los establecimientos para frenar los posibles contagios. Algunas marcas tienen también instalados en sus espacios de venta sistemas de gestión de aforos. «Hasta ahora se usaban para el seguimiento de la actividad en cada espacio de la tienda, para ver cuáles eran las zonas en los que los clientes no se detenían y mejorarlas, pero ahora cobran una relevancia distinta por el Covid», indica el CEO de Trison.

La compañía fundada en el área metropolitana coruñesa, ofrece a los establecimientos comerciales sistemas de cita previa, cartelería digital para informar a los clientes de las medidas de seguridad ante el coronavirus, control de acceso con toma de temperatura, detección térmica en el interior de los establecimientos, dosificadores de geles hidroalcohólicos que tampoco habrá que tocar para ser utilizados, pantallas hasta ahora táctiles que podrán usarse desde el teléfono móvil, gestiones de probadores o soluciones de pago en las que los consumidores no tienen que estar en contacto con los vendedores, que son ya recomendadas por las autoridades sanitarias de países como Singapur.