El Estado se reserva las visitas y el mantenimiento del Pazo de Meirás

Tras su traspaso a manos públicas por orden judicial, las administraciones trabajan ahora para la gestión conjunta del Pazo de Meirás. La antigua residencia de veraneo de Francisco Franco en Sada es desde el pasado mes de septiembre propiedad del Estado. Pero sobre el inmueble tendrán también un papel activo la Xunta, la Diputación de La Coruña y los concellos de Sada y La Coruña . El Gobierno se encargará, fundamentalmente del mantenimiento del inmueble y de la organización de las visitas.

Las partes disponen ya de un borrador del protocolo de coordinación temporal sobre el Pazo, que establece el papel que deberá jugar cada una. Al Gobierno central le corresponde la custodia, la vigilancia y la conservación del inmueble. Además, una vez que concluyan los trabajos de seguridad y acondicionamiento del edificio, el Ministerio de Cultura asumirá la gestión cultural del Pazo y organizará y coordinará el régimen de visitas. El borrador recoge la creación de una comisión técnica, con representantes de todas las administraciones. Además cada institución ha propuesto a un experto independiente para contar con asesoramiento externo sobre las acciones a realizar en el Pazo.

El papel de la Xunta será sobre todo de difusión. Además de asumir sus obligaciones en virtud de la declaración de Meirás como Bien de Interés Cultural (BIC) , la administración gallega «incluirá en sus programas de dinamización cultural las actuaciones de promoción y difusión que se determinen la comisión técnica», explica el borrador. En este punto deberá tener en cuenta su destacada importancia como «lugar de memoria». La difusión de actividades recaerá también en la Diputación coruñesa. El ente provincial se responsabilizará de las publicaciones a través de su servicio de imprenta. También el Ayuntamiento de La Coruña deberá colaborar en la « difusión de los trabajos que se desarrollen dentro del plan de actuaciones que se acuerde por la Comisión Técnica ».

En el reparto de tareas, el Ayuntamiento de Sada se ocupará de los espacios exteriores del Pazo. En coordinación con el Ministerio de Cultura, fijará las condiciones de acceso a los jardines y garantizará la seguridad de estas zonas verdes así como «su conservación, mantenimiento y adecuada gestión paisajística y ornamental ».

Una vez firmado el protocolo de coordinación tendrá una vigencia máxima de cuatro años, aunque el Estado se reserva la posibilidad de destinar a otro uso el Pazo si se hace firme la sentencia, que se lo arrebató a los Franco.