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Divorcio del sindicalismo gallego en las movilizaciones contra el PP

La CIG reprocha el «entreguismo» de CC.OO. y UGT a cambio de «favores» del poder

Manifestación de Comisiones y UGT en La Coruña EFE
Mario Nespereira

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El sindicalismo gallego proyectó, otro Primero de Mayo más, sus diferencias en la calle. Comisiones Obreras y UGT, marcharon por un lado. La CIG, por otro. Ni siquiera la crítica unánime contra la política económica del PP sirvió como excusa para amalgamar las decenas de movilizaciones que ayer se convocaron en las ciudades y villas medias de Galicia. En Vigo, uno de los corazones industriales de la Comunidad, la central nacionalista aprovechó el furor propio de la jornada para censurar a los dirigentes de UGT y CC.OO. su «entreguismo» y «colaboración con el poder». La CIG los responsabiliza de haber desmovilizado a la clase trabajadora y de haber consumido su entusiasmo en la lucha contra «la pérdida de derechos».

Fue en la ciudad olívica donde se registró un mayor volumen de asistencia y donde se dejaron ver algunos de los referentes políticos de la órbita nacionalista. El sindicato «hermano» del BNG convocó a cerca de 10.000 manifestantes —según cifras de la Policía Local— en el centro de la capital para exigir la derogación de las reformas laborales aprobadas en los últimos años. No faltaron las soflamas clásicas — «Feijóo, cacique; Galicia se va a pique» o «derechos conquistados no pueden ser robados»—, ni declaraciones como las de Suso Seixo, secretario general de la Confederación, que coqueteó con una llamada a la huelga general : «Aquí sería exitosa».

Sin un brazo político como tal que prolongue sus críticas en las instituciones, Seixo se vio libre de cargar incluso contra las siglas de la «nueva política» escorada a la izquierda. «Lamentablemente, los teóricos partidos de la oposición en el Parlamento español parece que viven más pendientes de la política del márketing que de tirar abajo esas contrarreformas», recoge Europa Press. Y volvió a lanzar un dardo velado a Comisiones y UGT: «Hay centrales que miran para otro lado y están más preocupadas de no molestar mucho al poder y conseguir ciertos favores». Por lo demás, la manifestación de la CIG brindó una oportunidad a la oposición de lanzarse contra el optimismo económico de Feijóo. El portavoz orgánico de En Marea, Luís Villares, denunció que la «recuperación económica no llega a todo el mundo» , tampoco a aquella que cuenta con un puesto de trabajo. Acompañado de Xosé Manuel Beiras o el viceportavoz de la confluencia en el Parlamento, Antón Sánchez, Villares apeló a la urgencia de salir a la calle para clamar contra el excesivo número de «contratos temporales a tiempo parcial», o para presionar a favor de «planes de empleo y estrategias de carácter industrial que fomenten la economía productiva».

También desde Vigo, Ana Pontón puso el acento en el «panorama muy preocupante» que experimenta la economía gallega. La líder del Bloque se apresuró a tachar de «inmoral» el discurso de la recuperación del PP y la Xunta, a la que pidió que rescindiera contratos con empresas de trabajo temporal (ETT).

En La Coruña, CC.OO y UGT organizaron de la mano su manifestación central . Ante los 1.600 simpatizantes movilizados, a tenor de los datos de la Policía Local, ambas centrales hicieron un llamamiento al consenso en Madrid para tumbar la actual regulación del mercado de trabajo y los «contratos basura». «Más allá de tacticismos de partidos, hay una mayoría en el Parlamento para derogar la reforma laboral . Es el momento de que se ponga a trabajar», valoró José Antonio Gómez, secretario general de los «ugetistas» en Galicia.

Sánchez Aguión, su homólogo en Comisiones Obreras , destacó el «activo» que los trabajadores suponen para un país: «Somos los trabajadores los que generamos riqueza y creamos los elementos de cambio para que la sociedad progrese», informa Efe.

En la manifestación de Santiago, Xoaquín Fernández Leiceaga y Pilar Cancela acudieron en representación de los socialistas gallegos. El portavoz parlamentario se detuvo «en las enormes dificultades» de nuestro sistema productivo para crear empleo y en las diferencias «a peor» respecto al resto de España. La responsable de la gestora del PSdeG, por su parte, censuró «el insulto» de Feijóo hacia los trabajadores, después de decir que «había esperanza» tras las cifras del paro . «Creo que retrocedemos cada vez más», lamentó.

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