La Coruña tiene tres rebajas

«El cliente que va a los centros comerciales hoy en día va a pasar la tarde allí, con los hijos», describe «Kina» Fernández, responsable de una tienda de moda de mujer, un pequeño reducto de retales de París a tiro de vista del Obelisco. Se enseña la «cultura del consumo» , dice. En esta calle se han quedado «cuatro», ella y algunos más, los estertores de una época que no termina de morir, mientras otra no acaba de alumbrarse: «Antes el día siete era un día muy bonito. Las grandes superficies han manipulado, o como le quieras llamar, el mercado ». Unos metros más adelante Ana Vázquez y su compañera Katia Almuíña se resignan ante lo que parece una evidencia: «Ya lo ves», gesticula una sobre el páramo comercial. Su tienda, Balea, se ha especializado en productos para el turismo y los cruceristas, por lo que las rebajas se quedan al margen de su radio de influencia.

Son ellas las que señalan que la plaza de Lugo se lo lleva todo, «a nivel de tienda de calle». El imperio Inditex ha extendido allí su rosario de marcas y tiendas «flagship» , de última generación, como la de Zara, ubicada entre las calles Compostela y Sánchez Bregua.

El otro polo consumista de la ciudad está a las afueras. Ayer en Marineda City todo fue una fiebre de bolsas y duelos florín en alto para encontrar una plaza de aparcamiento. Es gracias imágenes como ésta que podemos considerar verosímiles las previsiones de la Federación Galega de Comercio . El presidente, José María Seijas, estima que la recaudación a final de la campaña será un «cuatro o un cinco por ciento superior» a la del año pasado.