Almaraz como arma electoral: los pueblos dependientes de la central podrían dar la puntilla al PSOE
En las autonómicas de 2023, once de los doce municipios del entorno nuclear castigaron a los socialistas, que perdieron fuerza en prácticamente toda la zona
El exportavoz de Sánchez en Extremadura: «A quienes no podíamos ser manipulados nos apartaban»
Badajoz
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Iniciar sesiónMás de 4.000 familias extremeñas siguen viviendo en medio de la incertidumbre más absoluta. No saben si su futuro, ligado a la central nuclear de Almaraz, de la que dependen laboralmente, está sentenciado definitivamente. No saben si quiera si sus pueblos seguirán siendo, ... como hasta ahora, uno de los grandes motores económicos de la región o estarán condenados, como tantos otros, al ostracismo de la despoblación más virulenta. Las empresas propietarias solicitaron formalmente al Gobierno la prórroga hasta 2030 y el Ejecutivo trasladó esa solicitud al Consejo de Seguridad Nuclear, que será el organismo que evalúe la idoneidad, en términos de seguridad, de esa ampliación de vida útil. Sin embargo, la realidad, todavía hoy, es que el calendario de cierre sigue vigente y previsto para 2027.
Almaraz es la mayor industria que tiene Extremadura. Deja en la región, anualmente, más de 400 millones de euros. Los seis municipios de mayor renta media por persona de toda la región son municipios del entorno nuclear. En la zona, el 43 por ciento de la población tiene menos de 40 años, una cifra imponentemente superior a una media regional envejecida. El paro, de hecho, es un 25 por ciento inferior al de toda la provincia de Cáceres. Con todo, en suma, es fácil pensar que habrá miles y miles de extremeños, no solo los que dependen directamente de la CNA, que tendrán en cuenta esta situación al votar el próximo 21 de diciembre. Un reciente estudio, publicado por la Asociación de la Prensa de Mérida, sostiene que, tras el paro, las infraestructuras y el campo, Almaraz será el cuarto argumento de voto.
Un reciente estudio, publicado por la Asociación de la Prensa de Mérida, sostiene que, tras el paro, las infraestructuras y el campo, Almaraz será el cuarto argumento de voto
A sabiendas de que la pelota siempre estuvo en el tejado del Gobierno, el PSOE de Extremadura no ha tardado en tratar de enarbolar la bandera del sí a la central. Su secretario general y candidato, Miguel Ángel Gallardo, lleva meses asegurando que «intercederá» para que el Gobierno firme la prórroga y evite el cierre. Estuvo, de hecho, presente en la multitudinaria manifestación por Almaraz el pasado mes de enero. Con el arranque de la precampaña, casi en cada acto, está trasladando la idea de que esa prórroga «está hecha». Empero, la mejor demostración de que 'no está hecha', es que, incluso diciéndolo a metros de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno no dedicó ni una palabra a la industria de la que dependen tantas familias.
ABC ya analizó este «doble juego» del Gobierno en relación al futuro nuclear y, más en concreto, de Almaraz. El Ministerio de Transición Ecológica, que dirige Sara Aagesen, apela únicamente a la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear, pero no aclara con rotundidad que esté a favor de la prórroga. Sería un misil en la línea de flotación del propio Gobierno de coalición, directo a los intereses y proclamas de Sumar. Juega a dos aguas, para tratar de no enfadar a los de Yolanda Díaz, por un lado, y no terminar de destrozar la ya de por sí castigada candidatura extremeña de Gallardo, que tiene el partido roto a nivel interno y tendrá que enfrentarse al banquillo de los acusados por la contratación en la Diputación de Badajoz del hermano de Sánchez.
Gallardo se empeña en dar por hecha una prórroga que, a día de hoy, no existe
En esta línea, mientras Gallardo se empeña en dar por hecha una prórroga que, a día de hoy, no existe, los cuatro diputados extremeños del PSOE votan repetidamente en contra de la central en el Congreso de los Diputados. Esto ya le ha granjeado al partido varios escándalos a nivel regional y, especialmente, en los municipios dependientes de la CNA. En uno de ellos, Casatejada, el ayuntamiento logró declarar personas no gratas a los cuatro diputados socialistas. Lo más llamativo es que lo hizo, incluso, con el voto a favor de una concejal del PSOE, Nuria Rivera, que esta misma semana ha dejado el Grupo Municipal Socialista por no «identificarse» con el partido, como denunciaba en COPE Extremadura: «No te dejan hablar con claridad ni expresarte con lo que tú piensas, tienes que regirte siempre por lo que te digan».
Estos pueblos castigaron al PSOE en 2023
Lo ocurrido en las últimas elecciones autonómicas de 2023 es el preámbulo de lo que podría pasar el próximo 21 de diciembre. El PSOE perdió votos en once de los doce municipios del entorno nuclear. En el único que no redujo su número de votos fue Mesas de Ibor, donde logró exactamente los mismos que en 2019. En poblaciones como Serrejón (Cáceres) pasó de un 50 por ciento de los votos a un 25% por ciento.
Los socialistas, entonces liderados por el recientemente fallecido Guillermo Fernández Vara, perdieron fuerza en el entorno del Campo Arañuelo cuando, todavía, el asunto de la central no copaba, como hoy, telediarios e informativos de todo el país. Ahora, la inquietud popular se ha concretado en la plataforma Sí a Almaraz, Sí al futuro. Parece previsible pensar que si la crispación ha crecido en la zona, también aumentará el castigo al PSOE.
Ocho de cada diez extremeños, según Metroscopia, están en contra del cierre
Además, cabe tener en cuenta que, al tratarse de las primeras elecciones anticipadas de la historia de Extremadura, son también las primeras en las que autonómicas y municipales no van de la mano. A nivel municipal, el PSOE aguanta en algún ayuntamiento, lo que aliviaba su golpe en clave regional. El 21-D, ese factor arrastre no existirá.
Más madera para PP y Vox
En este contexto, la situación parece favorecer a los partidos que se han mostrado inequívocamente a favor de la central nuclear. María Guardiola, como presidenta de la Junta de Extremadura, ha convertido la continuidad de Almaraz en su particular cruzada este 2025. El Ejecutivo autonómico se ha volcado en este asunto desde principios de año. De hecho, como muestra de su interés y pese a no aceptarlo de primeras, el Gobierno extremeño anunció que reducirá la llamada ecotasa autonómica, de manera progresiva, hasta un 50 por ciento.
Vox también ha mostrado una posición clara sobre Almaraz y han sido varias las ocasiones en las que su presidente, Santiago Abascal, y otros miembros con peso a nivel nacional han visitado el propio municipio y otros de alrededor para reivindicar, sin ambages, la continuidad de la principal industria de la región.
A fecha de 21 de diciembre, salvo que haya un cambio mayúsculo en el guion del Gobierno, quienes viven directa o indirectamente de la central, no sabrán si el cierre, previsto en 2027, es inevitable o, más bien, lo contrario. Y eso, seguro, hará que Almaraz sea argumento de voto, sabiendo ya que ocho de cada diez extremeños, según Metroscopia, están en contra del cierre.
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