«Los estragos del terrorismo se extienden más allá de los asesinatos»

«Se trata de una obra global, delicadamente tratada», alagó la editorial Síntesis durante la presentación del libro, celebrada el pasado 23 de noviembre en el Instituto General Gutiérrez Mellado en Madrid. «Es la convergencia del mundo académico y la experiencia», explicó Óscar Jaime durante el acto, donde puso de manifiesto la importancia de la colaboración fraguada desde los grandes atentados de los años 2000 entre el mundo de la Universidad y las Fuerzas de Seguridad. «Para combatir es necesario conocer», manifestó el profesor Jaime, una idea compartida por el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Manuel Navarrete, quien acompañó a los autores durante el acto.

Navarrete remarcó la importancia que tiene «entender» un fenómeno «tan complicado» como es el terrorismo e insistió en lo necesario que es que existan personas dentro del ámbito de la lucha contra el terrorismo que se dediquen a exponer las causas y los efectos de una forma «didáctica». «Es un libro para todos los públicos», manifestó Manuel Navarrete, quién además recordó el gran desconocimiento al que tuvieron que enfrentarse hace décadas en la lucha contra el terrorismo. «Un libro así nos hubiera ayudado, aprendimos sobre la marcha, aplicando nuestras recetas», confesó el director del CITCO.

Más concretamente, señaló la importancia del análisis que hacen De la Corte y Jaime en el libro sobre las motivaciones y razones que llevan al terrorista a actuar y como se puede llegar a pensar que la violencia es «un instrumento válido para hacer política», como fue por ejemplo el caso de la banda terrorista ETA en España.

Por su parte, Luis de la Corte manifestó que una de sus máximas a la hora de elaborar el libro era «ser los más precisos posibles» para evitar caer en confusiones. El coautor relató durante el acto como él y el profesor Jaime se dieron cuenta que el mundo académico ha abordado poco la parte de las consecuencias del terrorismo y que, además, todo lo que se refiere a la parte psicológica del fenómeno se encuentra «infraestudiada». «Se tiende a olvidar que los estragos no terminan en los asesinatos ni en las agresiones, sino que se extienden a través de diferentes círculos», explicó Luis de la Corte.

El primero de ellos es el de los asesinados y los supervivientes. Les siguen los familiares y las personas allegadas. Pero el daño no termina ahí. «El impacto se extiende más allá: a personas que han podido observar de primera mano un atentado y se han visto emocionalmente afectadas, miembros de los equipos de socorro o incluso otros sectores o colectivos de la sociedad que también pueden llegar a sufrir perturbaciones emocionales», detalló el coautor.

Viendo esa falta de atención sobre «el calvario de las víctimas y familiares», decidieron tratarlo en el libro desde «el máximo cariño posible», confesó Luis de la Corte, quien expuso que al final muchas de las valoraciones que se hacen sobre la gravedad del terrorismo son análisis que «subestiman el impacto» y cuyo «principal error» es solo tener en cuenta lo «cuantitativo», es decir, las cifras. En esos recuentos quedan por tanto olvidados «los efectos sociales, el clima del miedo, la intimidación e incluso la subcultura del odio que extiende el terrorismo, que acaba envenenado la convivencia y que mantiene subyugadas a las víctimas, pervirtiendo incluso las instituciones».

La abogada y responsable jurídica de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Carmen Ladrón de Guevara, no solo resaltó durante el acto la importancia de la obra como un «manual de referencia» sobre el terrorismo, sino que agradeció a los autores que hayan elaborado un libro donde «se tiene en cuenta a las víctimas». «El colocarlas en su lugar, en el centro, es importante no solo por una cuestión de empatía, sino por el simbolismo y por el mensaje que les lanzamos a los terroristas», expuso la abogada.

Tal y como refleja el libro, refirió Ladrón de Guevara, los terroristas tienen una intencionalidad por «ampliar los efectos de lo que han hecho». «Si ponemos el foco en las víctimas, les estamos lanzando un mensaje de, ojo, estos son los buenos y vosotros no vais a conseguir vuestros objetivos», manifestó la abogada de la AVT. Desde su conocimiento jurídico, afirmó que a diferencia de otros países en España «sí se tiene en cuenta la especialidad de las víctimas» y que existe una legislación española sobre ellas «muy desarrollada». «En España hemos tenido muy claro reconocer esa especificidad, como son por ejemplo sus necesidades psicológicas», explicó.

El libro termina abordando el futuro del terrorismo. Luis de la Corte expuso los diferentes cambios que se han producido en «la percepción» del fenómeno por parte de la sociedad, y como no es hasta el 11-S cuando se genera una «conciencia universal». El terrorismo pasó a ser «la primera gran amenaza de la seguridad nacional», explicó. No obstante, en estos últimos años han surgido nuevas problemáticas, como la reciente pandemia o la invasión de Ucrania, obligando a los países a priorizar otras cuestiones.