Errejón, ante el juez que le investiga por presunta agresión sexual: «Ella sólo busca notoriedad»

En concreto, Mouliaá ha relatado que como dijo a la Policía, él la invitó a tomar algo al término de la presentación de su libro y después de unas cervezas, ella le conminó a acompañarla a una fiesta a la que iba en casa de un amigo. Al subir al piso él se abalanzó sobre ella y ya dentro del evento, la introdujo en una habitación y le realizó tocamientos. Ella se zafó aceptando su propuesta de ir a continuación a casa de él, donde habrían vuelto los tocamientos no consentidos, pero algo había cambiado: había recibido una llamada avisando de que su hija tenía fiebre. Paró a Errejón y salió de allí, siempre según el relato que viene ofreciendo.

Conforme ha añadido ante el juez, en aquella fiesta le dieron mucho de beber y el propio Errejón le llevó dos o tres copas. En este punto ha dicho desconocer si le habrían vertido en la bebida algún tipo de sustancia. En todo caso, ha señalado que en esa época llevaba mucho tiempo sin consumir alcohol y fue bajo sus efectos como se desencadenó el siguiente episodio: ella yendo en un coche con él hasta su casa después de lo que se supone, había ocurrido en la fiesta.

Visiblemente nerviosa, Mouliaá ha ido desgranando su relato a preguntas del juez, su letrado y la abogada de Errejón. Conforme ha detallado, no había denunciado hasta el pasado octubre por indicación de su psicólogo, quien le dijo que no diese ese paso hasta no estar preparada. Había pasado más de dos años en tratamiento y cuando empezaron a cundir las denuncias anónimas en redes contra Errejón, dio el paso, según ha contado ante el instructor.

Mientras, Errejón, que comparecía a continuación, ha dado una versión diametralmente opuesta, seguro de que los testigos de la fiesta podrán darle la razón. Ha subrayado que sólo llegó hasta donde ella quiso y que propuso ir a su casa desde la fiesta porque a su edad, ya no se tiene sexo en casa ajena. Que ella aceptó de buen grado y se marcharon juntos hasta su vivienda, donde abrió cerveza y puso música y se produjeron más besos y acercamientos hasta que ella dijo que estaba agobiada porque su hija estaba mala y se marchó, sin más.

En su opinión, la denuncia es absolutamente falsa y motivada porque Mouliaá se ha subido «a una ola» de redes sociales en busca de notoriedad y rédito económico. Ha asegurado que no fue por ella que dimitió de Sumar y dejó su escaño, pero no ha concretado las razones, más allá de recordar que llevaba mucho tiempo en política.

El juez Carretero, que según las fuentes jurídicas consultadas por ABC ha sido muy incisivo con Mouliaá y con Errejón, ha permitido que la defensa de este preguntase a la victima si es cierto que denunció a su exmarido por violencia y agresión sexual en falso. Ella ha dicho que retiró aquella denuncia porque ahora la relación entre ambos es buena y lo hizo por el bienestar de la hija que tienen en común.

La acusación popular que ejerce Adive ha protestado por esa pregunta, al entender que no venía a cuento. Pero el instructor ha dejado hacer a la defensa porque ese hecho se ha publicado, es decir, es notorio.

Ahora, ambas partes tienen cinco dias para aportar prueba. Errejón asegura que guarda todas las conversaciones con Mouliáa que mantuvieron fuera de telegram, donde tenían activada la autodestrucción automática de conversaciones. En cuanto a Mouliaá, propondrá testigos tanto de aquella fiesta como de su círculo que supieron de lo ocurrido, así como la declaración pericial de la terapeuta que la ha estado asistiendo.