Dos inéditos de Fernández del Riego saltan a las librerías

'Diario da guerra' recoge el paso del autor «por los escenarios del horror, desde las llanuras aragonesas, a Extremadura, pasando por Córdoba», y al texto lo acompaña una serie de mapas en los que es posible seguir su recorrido. Cuenta con un prólogo obra del historiador Lourenzo Fernández Prieto y, a modo de complemento, en el libro figura un apéndice fotográfico que muestra a su protagonista con sus compañeros de armas en campos de batalla, trenes o durante las jornadas de permiso. Pero, añaden desde la editorial, «no estamos solamente ante un diario de guerra, ante la memoria del soldado Fernández del Riego como artillero de una batería antiaérea», sino que «si leemos entre líneas llegaremos a lo que quiso decir, a lo que tuvo que vivir, a lo que tuvo que callar, más allá del olvido».

Como imagen de esta dimensión el ejemplar también ofrece la relación de lecturas a las que acudió el escritor en ese tiempo; aquellas que «lo ayudaron a olvidar durante unos instantes la miseria y la barbarie» y entre las que figuran algunas del puño de Machado, Valle-Inclán, Tolstoi o Pirandello. 'Diario da guerra' supone, en palabras de Galaxia, «un texto imprescindible e inolvidable que es la revelación de la memoria de los perseguidos, de los forzados, de los que hicieron la guerra contra su voluntad, [a quienes] ni la memoria les dejaron».

Por otro lado, 'Memorias do París literario', con prólogo a cargo de la profesora Malores Villanueva, narra cómo en mayo de 1953 Del Riego y su esposa Evelina emprenden un viaje a la capital francesa después de conseguir el pasaporte que «tantas veces se les había negado». Allí se reencuentran con su amigo el pintor Manuel Colmeiro, que vivía en París desde 1949, tras una década de exilio en Buenos Aires. La obra recoge cómo conocieron la ciudad durante aquellos días, sus museos y su arte, así como sus charlas con personajes relevantes, muchos de ellos exiliados. Al cabo de dos meses, en junio, reanudaron su viaje por Países Bajos para dedicar la última semana de su viaje a visitar los famosos 'cheateaux', castillos de arte medieval.

Estudioso comprometido con la literatura gallega y divulgador vocacional, Francisco Fernández del Riego nunca llegó a exiliarse como muchos otros de sus colegas de profesión, pero siempre se sintió ajeno al conflicto civil, una guerra «que no era la suya», mucho menos al ser reclamado por el bando golpista, según explicaba a este medio Malores Villanueva, autora también de su biografía 'Francisco Fernández del Riego, un loitador pola idea de Galicia'. Pese a tratar por todos los medios de alejarse, y sabedor de que mantener esa actitud podría llegar a costarle la vida, finalmente acepta ser reclutado.

Es durante ese periodo de llamada a filas cuando el autor encuentra que su única vía de escape para evadirse de aquella trifulca bélica en la que «no creía» era la literatura. Desde entonces se convirtió en objeto de señalamientos a la luz de su —forzado— posicionamiento político, llegando a perder su cargo como profesor de Derecho en la Universidad compostelana. Una vez termina la Guerra Civil, Del Riego se recompone y centra su escritura alrededor de la cultura gallega.