Vox considera un error llevar agua desalada desde Valencia a Cataluña: «En Barcelona pasan sed mientras el Ebro se desborda»

Conforme avanzó ABC, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, apoyó la idea que le planteó la vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera en aras a la solidaridad hídrica entre territorios. Su conseller de Agricultura, propuesto por Vox, entiende en cambio que para combatir la sequía es necesaria la interconexión de cuencas y la creación de infraestructuras hídricas, con un «nuevo Plan Hidrológico nacional».

El conseller ha lamentado en una entrevista con Ep que «media España se ahoga, mientras otra media no tiene agua para salir adelante» y ha comentado que «quizá si hubiéramos creado con tiempo suficiente aquellas infraestructuras, ahora no hubiéramos pasado esta sed».

Al respecto, la última crecida del Ebro ha puesto en evidencia un año más el contraste entre dos Españas, con una mendigando agua mientras al otra sufre los destrozos por tener demasiada. El volumen que ha llegado a bajar por el río en Aragón -más de 2.100 metros cúbicos por segundo- para acabar tirado al mar equivale a 250 veces el caudal ecológico impuesto por el Gobierno para recortar el trasvase Tajo-Segura, de 8,65 m/s.

En opinión de Aguirre, con el «abandono» del Plan Hidrológico Nacional por parte del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se perdió una oportunidad, pues este contemplaba «medidas realmente efectivas», además de contar con subvenciones europeas. Aguirre cree que «no es tarde» para recuperarlo, aunque «parece que la historia se repita», porque «fue precisamente por exigencias de los socios de Esquerra Republicana por lo que el gobierno paralizó el plan» e «incluso tuvo que indemnizar a las empresas que estaban realizando los proyectos».

«Ahora está también el gobierno catalán presionando para hacer que no se cumplan determinadas expectativas», ha comentado, antes de señalar que, precisamente, «en Barcelona están pasando sed, mientras el Ebro está echando agua al mar».

Para Aguirre, la propuesta del Gobierno central de tratar las aguas en Sagunto para transportarlas después «atravesando esa desembocadura que tira al mar millones de litros de agua dulce» supone «un proceso carísimo y con un coste energético brutal».

Frente a ello, ha defendido retomar la política de creación de infraestructuras hídricas, pero ha advertido que la Ley de Restauración de la Naturaleza «nos va a poner pegas» para desarrollar las necesarias al prever que se dé «continuidad de cauces, se quiten las presas, represas y azudes, que es lo que ha utilizado el hombre desde que empezó a cultivar la tierra».

Por otro lado, en la entrevista a Ep Aguirre ha calificado de «curioso que el gobierno de España esté dando dinero al gobierno de Marruecos para crear infraestructuras de riego» mientras facilita que «se dinamiten esas estructuras» en España.

Respecto al trasvase Tajo-Segura, el conseller no es optimista sobre que cambie la posición del Ejecutivo central pero ha defendido que «es necesario seguir presionando» porque hay «muchas familias que se juegan el pan de cada día en poder cultivar en zona de la Vega Baja y Murcia».

Aguirre ha advertido que, debido a toda esta coyuntura, «muchos cultivos no van a poder seguir», y ha criticado que «se apele al agua desalada» cuando «no es compatible con los cultivos agrícolas». «Puede serlo a lo mejor con el mantenimiento de campos de golf o con el abastecimiento a la población urbana, pero el coste del agua desalada es inasumible para su utilización en agricultura», ha afirmado.

«Ahora tenemos la posibilidad del trasvase Tajo-Segura, que hay que fomentar, y en las otras posibilidades está el Júcar-Vinalopó, pero todo eso se debería complementar con unas infraestructuras necesarias en un nuevo Plan Hidrológico Nacional que interconectara las cuencas de los diversos cursos fluviales de toda España«, ha insistido.