Puig y Mazón se reúnen para trasladar confianza a los inversores extranjeros en la Comunidad Valenciana

Una reunión «de trabajo» bilateral, celebrada «dentro de la más absoluta cordialidad y cortesía institucional», que no había sido incluida en las agendas de ambos dirigentes y en la que no se ha abordado el traspaso de poderes en el seno del Ejecutivo autonómico, a la espera de citarse en una nueva fecha.

Los líderes de los socialistas y los populares valencianos han querido escenificar en el Palau de la Generalitat la normalidad con la que se está viviendo el periodo transitorio de formación de gobierno -marcado por los plazos legales del Parlamento tras alcanzarse un pacto entre PP y Vox- y evitar así que sea un inconveniente para las empresas que quieran instalarse en la Comunidad Valenciana.

Durante la campaña electoral para los comicios del 28M, Puig anunció que el Consell estaba en conversaciones con una decena de multinacionales interesadas en hacer negocios en la región. El conjunto de esas operaciones supondrían una inversión total de 24.400 millones de euros y la creación de 43.000 empleos directos, según señaló el candidato socialista.

Semanas después y en base a los acuerdos de confidencialidad habituales en este tipo de maniobras, la Generalitat se vio obligada a desmentir en un comunicado que una de esas mercantiles era Tesla, tras publicar algunos medios que la compañía norteamericana de Elon Musk planeaba asentarse en la provincia de Valencia con un desembolsó de 4.500 millones, superior incluso al de Volkswagen en Sagunto.

En el aspecto más político, esta reunión sorpresa es la primera que ambos dirigentes mantienen, pero no la primera que se convoca. El todavía jefe del Ejecutivo autonómico se negó a asistir al encuentro que Mazón, ganador de esas elecciones, le propuso dentro de la ronda de contactos con todos los grupos que habían obtenido representación en las Cortes Valencianas para negociar su investidura y optó por enviar a una delegación socialista en su lugar.