Los agricultores valencianos denuncian la ruina del arroz por la avalancha de importaciones
El sector sufre una caída del 8% en los precios mientras las compras a terceros países aumentan en un 15% en el último año
Mascletà en directo hoy, viernes 14 de marzo, de las Fallas de Valencia
Apagón en España, en directo: última hora de la caída de la luz y noticias hoy

Los arroceros de la Comunidad Valenciana experimentan esta campaña una nueva caída del 8% en los precios percibidos por su cosecha de la variedad redondo, que es el más se produce en la región, justo además en un escenario de subida de las importaciones procedentes de terceros países de un 15% en 2024 sobre el año anterior, según denuncia la Unió Llauradora i Ramadera.
Mientras en esta campaña las cotizaciones oscilan de media entre 0,60 (japónica o redondo) y 0,38 €/kg (índica o largo), en la pasada se pagaba a 0,65 y 0,44, lo que supone una diferencia de precio del 8% en redondo y del 15% en índica. Hace dos campañas el redondo se cotizaba a 0,69 €/kg, critican.
Buena parte de las quejas acerca de esta bajada de precios se achaca a las importaciones y con los datos en la mano no falta razón. España importó el pasado año un total de 418.447 toneladas de arroz, un 15% más que en 2023. El 68% de esas importaciones provenía de solo cuatro países (Myanmar el 26%, Argentina el 16%, Uruguay el 15% y Pakistán el 11%).
MÁS INFORMACIÓN
Hay que resaltar que el 31% de esas importaciones procede de dos países de Mercosur. «Luego nos dicen nuestros gobernantes que el acuerdo UE-Mercosur será beneficioso para nuestros intereses, pero no se dan cuenta que las importaciones ya nos hunden ahora y que cuando se liberalicen los aranceles con el acuerdo todavía serán más perjudiciales si cabe para nuestros intereses», señala la organización agrícola.
Los gastos además para los arroceros siguen al alza, sobre todo en mano de obra. La carencia de fitosanitarios (herbicidas y fungicidas) eficaces contra las plagas a causa de las prohibiciones para el uso de muchos de estos productos por parte del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea es una «dura realidad». «La proliferación de malas hierbas en las parcelas al no existir ningún herbicida efectivo para afrontar este problema ha incrementado los costes y las horas de trabajo en los campos, ya que la labor de limpiar las explotaciones debe realizarse de forma manual», argumenta el arrocero y miembro de la ejecutiva de la Unió, Fernando Durà.
La organización apuesta por establecer la cláusula automática de salvaguardia para proteger al sector europeo frente a las masivas importaciones de terceros países, además del etiquetado obligatorio de origen en el arroz con el fin de fomentar la transparencia e información al consumidor. En este sentido la organización resalta la importancia de la Denominación de Origen Arròs de Valencia para certificar el origen y la calidad.
Empresas valencianas o con implantación en la Comunidad siguen importando arroz de fuera y no especifican en los paquetes de arroz que venden en las cadenas de distribución el país de origen. Algunas de ellas incluso venden arroz asiático como si fuera valenciano, indicando en la etiqueta únicamente el distribuidor local e incluso fotos identificativas de la Comunidad Valenciana, lo que arruina a los productores y engaña a los consumidores.
«Muchas de las paellas que se van a comer estos días durante las fiestas de las Fallas se elaborarán sin ninguna duda con arroz importado, solo el sello de la DO garantiza que es de aquí», afirma La Unió, quien frente a ello señala que «nuestro objetivo es que los consumidores compren arroz valenciano para comer sano y seguro, potenciar la economía de nuestra tierra y salvar los humedales valencianos de los que depende el cultivo del arroz».
Finalmente, destacan el relevante papel medioambiental que representa el cultivo del arroz para mantener vivos ecosistemas como el Parque Natural de l'Albufera o la Marjal Pego-Oliva. En este sentido, no se olvida tampoco de la declaración de l'Albufera como Reserva de Biosfera. «La Reserva debe beneficiar tanto al medio ambiente como a las personas, en este caso a los arroceros que son garantes de la buena gestión del Parc Natural. No puede significar más cargas económicas y agronómicas adicionales, que ya les dejan con desventaja en relación con otras zonas agrícolas parecidas», indican los agricultores.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete