El Rey celebra las ventajas que ofrece Paraguay a las empresas españolas, fruto de la buena relación entre países

En un discurso que duró algo más de dos minutos, Don Felipe destacó su alegría y la de la Reina por tener al presidente Abdo y su esposa en España, en muestra de su «aprecio y agradecimiento por el afecto y la acogida cariñosa» que el pueblo paraguayo siempre ha mostrado a los Reyes en sus diferentes visitas al país, la más reciente fue precisamente hace un año, cuando Doña Letizia visitó los proyectos de la Cooperación Española en Paraguay.

«Esta de hoy es una visita que nos satisface enormemente retomar ahora, cuando los tiempos más duros de la pandemia ya quedan atrás. Se produce, además, en un contexto que sin duda requiere un relanzamiento de las relaciones internacionales», explicó el Rey. Y añadió: «Por un lado, para recuperar ese espacio y esas oportunidades que la pandemia impidió o frenó y, por otro, para enfrentar grandes y apremiantes desafíos que amenazan la recuperación, como la crisis energética o el incremento de los precios, todo ello en un momento marcado por la guerra de Ucrania». Una guerra que, en palabras del Rey, «nos muestra nuevamente la peor cara del ser humano y el peor camino para resolver conflictos de cualquier naturaleza».

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En este sentido, el Rey ha declarado que «junto a su identidad europea, España se enorgullece de su alma iberoamericana» y de la «proximidad de lazos, principios y valores compartidos» con Paraguay, que se «ha podido apreciar» recientemente con motivo de la agresión rusa a Ucrania: «Tanto Paraguay como España, en coherencia con su defensa de la legalidad internacional, la soberanía nacional y la integridad territorial, hemos rechazado firme y sostenidamente la injustificable agresión en todos los foros internacionales; que interpela a los principios más elementales del derecho internacional, y al respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales».

Ha destacado Don Felipe que la pandemia ha sido «una oportunidad para reafirmar la solidaridad de España con Iberoamérica y, particularmente, con el Paraguay», que se concretó con la donación de vacunas y que se sumó al apoyo de más de 30 años de la Cooperación Española. En este sentido, el Rey se ha dirigido al presidente Abdo y ha celebrado que «a pesar de la crisis derivada de la pandemia», «Paraguay ha sabido mantener la estabilidad económica y muestra los mejores signos de recuperación de la región, lo que alienta el creciente interés de las empresas españolas que aprecian las ventajas compartidas de su país».

«Nuestras empresas contribuyen al desarrollo económico y a la creación de empleo en Paraguay, y nos sitúan como primer país en volumen de inversión extranjera», ha afirmado el Rey. «Pero aspiramos a fortalecer más, si cabe, nuestros vínculos económicos y comerciales. Esperamos que tanto los foros celebrados en Asunción y, ahora, aquí, como la finalización de la negociación del Acuerdo de Doble Imposición contribuyan a ese objetivo común», declaró Don Felipe, al tiempo que aprecio que Paraguay «es para las empresas españolas una puerta de entrada preferencial al MERCOSUR. Precisamente contamos con su país como uno de nuestros mayores aliados para la firma del Acuerdo de Asociación UE-MERCOSUR».

Don Felipe ha celebrado «la presencia del Paraguay, por segunda vez en su historia, en el Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2022-2024». «Es la mejor prueba de su compromiso con la defensa de esos valores», recalcó el Rey, al tiempo que ha felicitado que al pueblo paraguayo –« una sociedad hospitalaria que desborda juventud y demuestra un enorme dinamismo y potencialidad»– por «el 30º aniversario de la Constitución que abrió el camino democrático».

El Rey ha agradecido «el inmediato interés del Paraguay en acompañar los esfuerzos para la inclusión del español como idioma oficial en el Tribunal Internacional de Justicia», algo que ayudará «aún más a impulsar la presencia del español en el ámbito del multilateralismo, en justo reflejo de su importancia como lengua global». Todo ello reformado por «los lazos personales» que suponen la presencia de una comunidad paraguaya «muy numerosa y bien integrada en España» y que superan las 120.000 personas.