Talleres para que los profesores tampoco hablen castellano fuera del aula

La idea final de las sesiones es que «el catalán sea el instrumento de comunicación de toda la comunidad educativa y la lengua que favorece la cohesión social». Hablamos Español denuncia en declaraciones a ABC esta iniciativa de la Generalitat, dirigida a «extender el borrado del español más allá de las aulas, a todos los espacios culturales y de ocio de los centros de enseñanza, al ámbito familiar y al del entorno del centro».

En un documento al que ha tenido acceso este diario con el sello de la Dirección General de Currículo y Personalización del Departamento de Educación, la Generalitat expone los objetivos de esta actividad, una de las previstas en el despliegue del Plan de Promoción del Uso de la Lengua Catalana en los Centros Educativos y cuya primera fase se llevó ya a cabo en unos 200 centros educativos durante el segundo y tercer trimestre del curso.

Las sesiones tienen como objetivo «reflexionar sobre el uso del catalán en los centros educativos y en su entorno como lengua de cohesión social», «compartir la metodología de la enseñanza y aprendizaje del catalán, especialmente en aquellos contextos en los que no es la primera lengua del alumnado» y «reflexionar sobre la conveniencia de aplicar metodologías de tratamiento integrado de lengua y contenidos en ámbitos curriculares no lingüísticos para proporcionar espacios de uso del catalán y garantizar el aprendizaje del lenguaje académico de las diferentes áreas y materias». Como última meta, la consejería insta a los docentes a »poner las bases para incorporar en el centro los primeros acuerdos derivados de la reflexión que genere este taller».

Los ejes en los que se centra la reflexión inducida por el Govern son que siempre se hable catalán, tanto fuera como dentro del aula, y también la relación con las familias. Apela a estos profesionales para que usen solo la lengua catalana porque son «referentes para los alumnos».

Como primera actuación, el taller propone crear un Grupo Impulsor (GI) del catalán, que con «la supervisión y el seguimiento de la inspección analice el contexto lingüístico, identifique elementos de mejora y establezca objetivos, calendarios e instrumentos de evaluación». Les insta también a «incorporar los objetivos marcados y llevar a cabo las acciones planificadas». A la inspección le reserva la función de «presentar, acompañar y evaluar la implementación de la estrategia del centro y de los primeros acuerdos tomados« y a la dirección del centro «consensuar los primeros acuerdos con el claustro y la comunidad educativa e implementar las acciones acordadas».

El taller de sensibilización se estructura en cinco sesiones de dos horas cada una. En la primera, se propone a los docentes que «tomen conciencia de la realidad sociolingüística de su centro», que «identifiquen las posibles necesidades y déficits que se detecten en la gestión de los usos lingüísticos en el día a día», y que planifiquen estrategias metodológicas para resolver esas disfunciones. En la segunda fase del taller se conmina al profesorado a «hablar para aprender la lengua». Les invita a hablarla, conocerla y «tener una actitud positiva con respecto a ella, así como una motivación favorable para aprenderla porque eso favorecerá su uso» .

La tercera sesión es la que presenta al profesor como «modelo lingüístico de una escuela diversa». En este sentido, les recuerda que «las lenguas que los docentes utilizan en el entorno educativo no son una cuestión privada, ya que actúan como miembros y representantes de una institución» y les señala como «responsables de la competencia lingüística del alumnado porque la lengua vehicula todos los aprendizajes». Se subraya, asimismo, la importancia de «potenciar el catalán oral en las diferentes áreas y materias« para «proporcionar al alumnado el conocimiento del lenguaje académico propio de cada ámbito curricular».

La última sesión se centra en potenciar el uso de la lengua autonómica en las relaciones con las familias y también en el entorno educativo. «Para situar el catalán como lengua vehicular de comunicación y aprendizaje, se debe extender en todos los espacios y contextos del centro educativo: pasillos, patios, comedor, extraescolares, la relación con las familias y las actividades de entorno». «Los docentes son modelos lingüísticos dentro de las aulas, pero también en otros espacios educativos. Los profesionales de la educación informal y no formal son piezas clave para consolidar el conocimiento del catalán en niños y jóvenes», concluye.

Hablamos Español denuncia la ofensiva 'catalanizadora' de la Generalitat dirigida a eliminar el español de todos los ámbitos de la enseñanza.

«Una vez aniquilado el español como lengua vehicular, se proponen ahora incidir en el uso oral coloquial. Todo ello con la participación de los profesores, quienes estarían obligados a llevar su labor 'catalanizadora' más allá del aula», señala en declaraciones a ABC Gloria Lago, presidenta de Hablamos Español.

«Es evidente que les preocupa que el español siga estando presente en la vida del alumnado y quieren acabar con sus espacios de uso en libertad. Nunca se vio un proyecto de ingeniería social más deleznable. Hablamos Español, junto con Convivencia Cívica Catalana hemos hecho todos los intentos legalmente posibles para acabar con esta tiranía, ahora solo nos queda la protesta, por ello participaremos en la manifestación del 18S en Barcelona. Habrá concentraciones también en otras ciudades», añade Lago