Puigdemont envió a Artadi a una reunión con rusos sobre criptomonedas antes de la declaración de independencia

El encuentro se produjo entre el 21 y el 24 de octubre de 2017, días antes de la declaración unilateral de independencia (DUI), aunque Artadi no recordaba la fecha exacta. Según la testigo, la reunión no se prolongó más de 20 minutos, y ha indicado que salió de allí sin saber bien de qué iba el tema.

Poco después acudió a otro encuentro al que asistió con Puigdemont, en este caso en la Casa dels Canonges de la Generalitat, al que también asistió un hombre de origen ruso. En este caso, ha manifestado no recordar de qué hablaron, porque no era de su interés.

La citación a Artadi se produce a raíz de la declaración en el juzgado del exresponsable de relaciones internacionales de CDC Víctor Terradellas, que explicó encuentros con emisarios rusos en octubre de 2017 en pleno proceso soberanista, y que Artadi estaba presente al menos en una.

Terradellas contó que dos emisarios de Rusia, Sergey Motin y Jordi Sardà, le pidieron reunirse con Puigdemont, a lo que él accedió y les recibió en Palau.

En la cita, los emisarios expusieron que estaban interesados a ayudar a Cataluña después de la declaración de independencia, y Terradellas añadió que en una segunda reunión al día siguiente también acudió Artadi, entonces consejera de Presidencia.

Antes de Artadi ha declarado como imputado el empresario ruso Alexander Dmitrenko , quien ha negado ser un espía y ha señalado que «Rusia iba con España», según fuentes jurídicas presentes en la sala. Una afirmación después de ser preguntado por la exportación de una determinada tecnología a Cataluña, negocio que no llevó a cabo tras ser advertido por sus compatriotas de que «tendría implicaciones políticas», aseguran los mismos interlocutores.

El juez Joaquín Aguirre, en una pieza separada del caso 'Voloh', imputó a Dmitrenko por una operación de venta de gas licuado entre Rusia y China, de la que Dmitrenko habó, en una conversación telefónica, con Josep Lluís Alay, jefe de la oficina de Puigdemont . Una charla -intervenida por orden judicial- en la que el primero fecilitó «a todos nosotros» por haber recibido ya el 5 por ciento del pago acordado: 295.000 dólares.

Dicha operación no llegó a buen puerto por el retraso de China en las transacciones. De hecho, el empresario reclama los impagos en un juzgado de su país, pero ha asegurado en su declaración que hubiese sido beneficiosa para Cataluña porque él paga aquí sus impuestos . Tanto el fiscal como el juez han insistido en cuál era la relación entre dicha operación y el independentismo, pero él ha desvinculado a Alay, de quien, ha dicho, solo informó por ser un amigo.

Sobre los dos viajes de ambos a Rusia, Dmitrenko ha detallado que, en agradecimiento a su papel como «embajador» de la Cámara de Comercio de Barcelona ante su país -algo que le sugirió el asesor de Puigdemont- facilitó que éste impartiese dos «ponencias», al ser profesor de la Universidad de Barcelona (UB). Sobre supuestas reuniones de Alay con emisarios del Kremlin, el empresario ha indicado que solo fueron encuentros con «amigos y personalidades» del país.

Pese a que Aguirre y el fiscal han inquirido en varias ocasiones en qué podría haberse visto beneficiada la Cámara de Comercio con dicha operación mercantil, Dmitrenko ha insistido en que el porcentaje que él hubiese ganado con su cierre repercutiría en las arcas de Cataluña, donde reside. «¿No tiene nada que ver con el independentismo?», ha insistido el juez. «No, solo con la Cámara», ha replicado el empresario.