La pista flotante de El Prat tendría el tamaño de Mónaco y sería más larga que Central Park

El pasado fin de semana un grupo de ingenieros y ecologistas presentaron este colosal diseño para solucionar el conflicto de la reforma aeroportuaria sin dañar el ecosistema que rodea la infraestructura. Una cuarta pista sobre el mar -en vez de ampliar la tercera- permitiría, según los impulsores, aumentar la capacidad del aeropuerto en 100 o 110 operaciones por hora, y que Barcelona pasara de recibir 18.000 a 30.000 vuelos intercontinentales al año.

El ingeniero y miembro del equipo impulsor Joaquim Coello valoró ayer en TV3 el impacto sobre el ecosistema de la zona y aseguró que, si bien, un proyecto similar ya fue descartado por motivos medioambientales en 1991, en aquella ocasión, se trataba de la construcción de una isla artificial como ocurre, por ejemplo, en Japón con el aeropuerto de Osaka.

El proyecto presentado el sábado, por otro lado, sería construido a 10 metros sobre el agua, lo que permitiría que ésta pase por debajo sin apenas afectar a las corrientes de la zona, explicó Coello. Además, los ecologistas de su equipo aseguran que la plataforma ayudaría a defender las playas de El Prat de Llobregat (Barcelona) disminuyendo el transporte de sedimentos de norte a sur.

El proyecto presentado el sábado, asiente Coello, apenas afectaría al entorno y «desde luego» sería mucho más positivo que ampliar la tercera pista, demanda exigida por Aena para la construcción de una tercera terminal. Dicha prolongación incidiría directamente sobre los humedales protegidos de La Ricarda, lugar de nidificación de miles de aves marinas.

El impacto ambiental es lo que llevó, en un primer momento, a ERC y los comunes (al frente de los ayuntamientos de Barcelona y El Prat) a rechazar la propuesta, lo que a su vez provocó que Aena guardase el proyecto en un cajón y que la ampliación de El Prat siga siendo aún hoy asunto de debate político.

No solo el impacto sobre el ecosistema es un tema ampliamente debatido, también la capacidad -o, incapacidad- operacional de la plataforma ha sido puesta sobre la mesa durante las últimas horas. Y es que desde múltiples autoridades del sector aeronáutico se acusa a la pista flotante de hallarse demasiado lejos del aeropuerto. Lo que sin duda aumentaría drásticamente el tiempo de viaje, imposibilitando el uso de la infraestructura por parte de las aerolíneas de corto radio.

El especialista en transporte aéreo Oscar Oliver, además, dudó este jueves en TV3 sobre la capacidad de la plataforma de resistir el impacto de miles de vuelos al día. Algo que Coello defendió, argumentando que si existe alguna fuerza que el hormigón resiste especialmente bien, esa es la de compresión. Y aseguró que el 'bosque' de más de 1500 pilares separados por unos 30 metros entre sí, con dos metros de diámetro cada uno, «sería perfectamente viable».

Por otro lado, el proyecto de la pista flotante descarta la propuesta inicial de Aena para la construcción de una tercera terminal. Algo que está siento cuestionado en gran medida desde el sector crítico. La idea de los impulsores pasa por derivar 10 millones de pasajeros anuales a los aeropuertos de Gerona y Reus (Tarragona) para los vuelos punto a punto y conectar estas infraestructuras con Barcelona mediante la alta velocidad. «Cuando uno viaja a Londres nunca sabe donde va a aterrizar, eso es perfectamente viable aquí, en Barcelona, donde puedes viajar en AVE desde cualquiera de estos puntos en 30 minutos», apuntó Coello.