El perfil del violador de Igualada: «Podría convertirse en un delincuente sexual homicida»

Actuó para causar el máximo daño posible a la adolescente, de 16 años. La golpeó de forma brutal. «Nunca en mi carrera profesional había visto estas lesiones», ha asegurado el integrante del grupo de análisis de la conducta criminal de la Policía catalana. Además de las fracturas craneales, la víctima sufrió graves desgarros, probablemente, causados con algún objeto. Tuvieron que operarla una decena de veces y, tras el ataque, permaneció más de un mes ingresada en el hospital. La violencia que empleó su agresor sobrepasó la que podría haber empleado para doblegar la voluntad de la víctima y perpetrar la violación. «Lo que busca es otro tipo de consecuencias: causar un mal, una vejación, causar mucho dolor», ha certificado el experto.

Después, la abandonó en un callejón oscuro, apartado, desnuda, en una madrugada fría, con una humedad del 90 por ciento. «Una chica delgada, sin ropa, con pérdida de sangre, en una o dos horas podía haber entrado en hipotermia. Tuvo suerte de que el camionero la encontrase«. Y es que era el Día de Todos los Santos por lo que, siendo festivo, la zona del polígono de Les Comes donde la asaltaron apenas estaba transitada. Su agresor no pidió auxilio, «la dejó allí, con lesiones muy graves a nivel craneal».

Una vez los investigadores determinaron que el perfil era el de un violador que no conocía a la víctima, su principal temor era que volviese a actuar. «Entendimos que era probable que volviera a agredir otra vez», ha explicado el agente. Seleccionó a un objetivo vulnerable. «Era una víctima fácil. Los que actúan en escenarios públicos con víctimas desconocidas acostumbran a escoger jóvenes, de entre 18 o 25 años, que se mueven en solitario. Pero no fue tan aleatoria, hizo una acción de depredación que fue ir detrás de ella», tal y como captaron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona. Escogió además un lugar para perpetrar el ataque en el que «nadie que pasase hubiese visto lo que pasaba».

Después, «no hubo acción de arrepentimiento. Hay una absoluta falta de empatía. Lo que encaja con los informes de justicia juvenil [sobre Brian]. Después de la agresión pudo haber avisado a emergencias, pero no hizo absolutamente nada. Se llevó su ropa y la dejó en un estado de absoluta fragilidad, para ampliar el daño. Según los estudios, el 70 por ciento de estos agresores volverán a reincidir», ha asegurado el experto, a preguntas de la fiscal.

Lo que buscó con al ataque no fue satisfacción sexual, según el perfilador de la conducta criminal, sino «hacer el máximo daño a al víctima. Podemos poner el nombre de muerte, o asesinato». Un agresor «de rasgos psicopáticos» por su «falta absoluta de arrepentimiento». Al respecto, la acusación particular ha preguntado si dicha conducta puede obedecer a que Brian sufrió abusos durante su infancia. «Es plausible, puede ser un factor facilitador, como el consumo de tóxicos, pero no determinante», ha indicado el perito.

Respecto a la probabilidad de reincidencia, ha destacado que varios estudios determinan que este tipo de agresores violentos con víctima desconocida pueden llegar a un índice del 70 por ciento. «En este caso había pasado la barrera de hacerlo con sus parejas a hacerlo con una víctima extraña. Se nos pasaba por la cabeza si podía haber alguna otra víctima desconocida». Las posibilidades de reinserción dependerán, ha indicado el perfilador, de si aceptará someterse a un programa de tratamiento pero, cabe recordar que, cuando perpetró el ataque ya lo estaba. Había sido condenado -por justicia juvenil- a dos años de libertad vigilada por la agresión sexual a su hermanastra, y aceptó someterse a un curso de reeducación sexual y deshabituación de tóxicos. Los informes rezaban entonces que el riesgo de reincidencia era alto.

Está previsto que este mismo jueves declare el acusado. Se enfrenta a 45 años de prisión por la agresión sexual a la menor y tentativa de homicidio. Su defensa reclama su absolución, al sostener que Brian Raimundo no perpetró el ataque.