J.L. Nueno: «El boom del consumo en 2023 viene en buena medida del gasto discrecional de los jóvenes»

Frente a unos gastos no discrecionales o fijos abrumadores por su escalada inflacionaria, que ha alcanzado hasta un 66% de incrementos acumulados en energía, alimentación, vivienda, telefonía, impuestos etcétera, los españoles se han visto abocados a reducir gastos grandes en vehículos, muebles y electrodomésticos, pero se premian con consumos discrecionales menores en bares y restaurantes o en pequeños viajes. También han regresado con fuerza pequeños gastos que fueron recortados durante la pandemia, como los gimnasios y la alimentación fuera de casa.

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Nerea San Esteban

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Lo terrible para Nueno es la falta de consumidores de recambio, la pérdida de clase media y la ausencia de proyectos vitales entre los más jóvenes, cuyos salarios no les permiten abordar proyectos de largo plazo, como formar una familia o independizarse y por eso destinan sus escuálidos ingresos en gastos discrecionales, las cosas que a todos nos gusta gastar, un aspecto que el experto asegura que explica en buena medida el mantenimiento del consumo actual. Todos estos aspectos, a juicio de Nueno, «son graves problemas para los gobiernos y las empresas», y alerta que «si no se ponen medidas pronto no podremos seguir diciendo 'pero yo estoy bien'». No obstante, reconoce que para muchos españoles el incremento de los gastos fijos suponen el cien por cien «y para algunos más del cien, aunque para otros solo alcanzan el 40%». Pero todos tienen en común que los gastos no discrecionales son mucho mayores de lo que eran.

Sobre el comportamiento de los jóvenes, Nueno señala que durante 2022 y también este año han dedicado sus ingresos por trabajo a consumo en ropa, pero también en viajes, bares y restaurantes, «porque ellos no tienen que pagar los recibos de servicios porque, la mayoría, vive con sus padres». Mención destacada para algunas plataformas de distribución barata como Bershka, Primark y la china Shein, aunque también para Zara en menor medida. «Pero no todos los años habrá un IPhon 15 que ha sido la estrella del pasado black friday», señala el profesor, quien advierte que «estos jóvenes no son el recambio de la clase media española, aunque representan una buena noticia para el consumo a corto plazo, pero no tienen reemplazo».

Con estos datos contrastados en la mano, el profesor del IESE pronostica que en 2024 el entorno seguirá inflacionista «pero no vendrá la deflación», de modo que la tendencia de consumo actual se mantendrá. No obstante, prevé un super ciclo de diez años «que está conectado con el cambio de paradigma, que es la transición ecológica cuyos costes son caros« y que habrá que añadir a la inflación »y al gasto por el envejecimiento de la población, que no es gratis«. Para el sector de la alimentación, el experto considera que »después de diez años invirtiendo en las grandes plataformas y en la nueva economía, se ha olvidado por completo la extracción, agricultura y minería, con lo que se produjo un shock al reventar la pandemia los cuellos de botella de las cadenas logísticas, con las consiguientes subidas de precios«.

Además de la demografía y del super ciclo, Nueno indica al sector agroalimentario que tiene que ir hacia modelos productivos y envases con una mayor circularidad, además de acceder a energía limpia, «y eso cuesta mucho dinero y será complejo no trasladar los incrementos de costes al consumidor si no se trata de marcas fuertes». De ahí que «el tema será si el consumidor está en disposición de mantener la resiliencia y si puede estirar dos o tres años más esta situación complicada». afirma el profesor.

Los sectores que peor empezarán 2024 serán, a juicio del experto, la moda, «porque este otoño ha sido negativo en volumen tras las elevadas subidas experimentadas, cuando el poliéster y el algodón ha bajado los costes pero no los precios de la ropa«, señala. En el reporte del black friday »se han vendido bien los aparatos electrónicos, como el IPhone nuevo, también cosmética, perfumería y videojuegos en una anticipación de Reyes«. En materia demográfica, Nueno señala la afectación psicológica del consumidor con la figura del ermitaño, «que se justificó durante la pandemia pero que en EEUU provoca caídas del 42% en la comida rápida porque se han vuelto más antisociales, como también ocurre en Reino Unido o en Japón, que ha caído un 50% el consumo en bares y restaurantes y suben de manera proporcional las ventas de las industrias de quedarse en casa».

En España ocurre lo contrario, «gracias a la bendición del turismo», como se pudo comprobar durante el puente de la Constitución y la Purísima. Esta tendencia ocurre porque hay más población empleada, con lo que el consumo se realiza de forma más segura: «me lo gasto porque tengo estabilidad», razona Nueno. De ahí que señale que a los gobernantes «debería obsesionarles la creación de empleo porque sus efectos son muy tónicos, hace a la gente más feliz y da pie al consumo«.

En cuanto a la denominada «gran dimisión», el profesor afirma que no se ha producido, porque hay hoy en día más población trabajando «y están encantados; otra cosa es que quieren que les paguen mejor, de ahí que el teletrabajo supla que se quieran ir». Tampoco va mal el sector del lujo y el profesor señala el «trending topic» de las inyecciones para adelgazar, porque la población tiene sobrepeso. Y en cuanto a la inteligencia artificial, Nuevo señala que «si es igual que las criptomonedas y el metaverso, podemos estar tranquilos», aunque recomienda aprender su manejo para «ahorrar trabajo y poder arrasar».