Las otras memorias de la Modelo
La prisión barcelonesa, que puede visitar el público los fines de semana, supera los ciento veinte años con un proyecto de conservación patrimonial y servicios sociales en 2026
Rescatada del corredor de la muerte de La Modelo la 'Capilla gitana' de Helios Gómez
Barcelona
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Iniciar sesiónSiempre que paso por la calle Provenza, uno de los costados de la Modelo, busco con la mirada la ventana por la que se asomó el mafioso lionés Raymond Vaccarizi. Considerado en Francia el enemigo público número uno, en busca y captura por varios ... juzgados, detenido en 1983 por la Interpol en Barcelona, el delincuente aguardaba la extradición en la celda 314 de la tercera galería. La noche del sábado 14 de julio de 1984 -fiesta nacional de Francia, qué ironía- a eso de las once, su mujer Antoniette llamó al gángster desde la calle. Era una comunicación habitual entre los internos y sus familiares (una vez oímos a un preso pedir a su 'chavala' que le 'enseñara las bragas'). «¡Raymond, Raymond!», gritaba Antoniette. Cuando Vaccarizi se enfiló al ventanuco para atender a su novia, dos detonaciones le reventaron la cabeza y el pecho. La recomendación de los trenes franceses -«es peligroso asomar la cabeza por la ventana»- tuvo su traslación funesta en los dos tiros que un sicario colocó en la estrecha distancia de los barrotes. Lo hizo con un fusil de cazar elefantes, mira telescópica y balas explosivas. Desde la terraza de enfrente. El número 30, fachada marrón café con leche: el color de la Modelo.
Rescatada del corredor de la muerte de La Modelo la 'Capilla gitana' de Helios Gómez
carlos salaPintada en los años 50 como oratorio para los presos, en el 98 fue desechada y cubierta con pintura blanca ante la sorpresa de expertos e historiadores del arte
Si la historia de una cárcel la escribe la violencia, la Modelo es un ejemplo de cómo las buenas intenciones acaban empedrando el suelo del infierno. Porque la Modelo es una prisión bien hecha. El edificio no tiene la culpa de que los vaivenes de la Historia lo llenaran de reos hasta reventar sus costuras. Tampoco de que cuando lo construyeron estuviera rodeado de campo y años después encasquetada entre las casas del Ensanche.
Le pusieron Modelo porque seguía los patrones humanitarios de las prisiones de Lorraine (Francia) y Bruselas. La concibieron Josep Domènech Estapà y Salvador Viñals. Domènech Estapà fue un gran arquitecto que pocos conocen, aunque su firma figure en los proyectos del Observatorio Fabra, el Palacio de Justicia o la dirección arquitectónica del Hospital Clínico de Barcelona.
Mil celdas
Cuando la Modelo abrió sus puertas el 9 de junio de 1904 en la calle Entenza contaba con mil celdas: ochocientas para preventivos, cuarenta de enfermería, ciento treinta y ocho penitenciarias y solo una docena para presos políticos. Seis galerías salían como los brazos de un pulpo de un panóptico central que seguía, como las cárceles de Lovaina, en Bélgica, y Berlín, las normas del filósofo utilitarista Jeremy Bentham.
En el plano original cada celda disponía de un baño con cisterna de agua corriente, estantería, mesilla plegable con un taburete encadenado a la pared, catre giratorio, váter y una ventana lo suficientemente alta como para que el preso no se encaramase (lo que no se conseguía, como vimos con Vaccarizi).
Convertida en un centro de memoria tras su cierre el 8 de junio de 2017, la Modelo está abierta al público los fines de semana.
En esa visita, atravesamos el patio porticado (el reloj sigue marcando la hora en punto). En la paquetería observamos el boquete que dejaron las cuatro baldosas que se extrajeron para instalar el garrote vil que mató a Salvador Puig Antich el 2 de marzo de 1974. Unas flores, la A del anarquismo y la portada del semanario 'El Caso' con el titular de 'Ejecutados': exvotos del santuario laico.
Santuario laico que podría completarse con Francisco Ferrer Guardia, impulsor de la Escuela Moderna, condenado por su responsabilidad moral en la Semana Trágica. Juzgado en la Modelo y fusilado en el castillo de Montjuïc. Alejandro Merletti fotografió desde un rincón clandestino el momento de la sentencia en consejo de guerra. Lo dicho. Los promotores de la Modelo destinaron pocas celdas al cautiverio político, pero el siglo XX español fue un aquelarre cainita: pistolerismo años veinte, dictadura, república, guerra civil, franquismo. Un tsunami penitenciario que mitigaron dos amnistías: la de 1936 y la de 1977. De los 820 reclusos de 1904 (uno por celda) a los 7.016 de 1938 y los 13.000 de 1940 (catorce-dieciséis por celda).
Aunque la memoria «democrática» del dúo socialista Zapatero-Sánchez solo se acuerde de los presos progresistas o antifranquistas, la Modelo de los años republicanos estaba repleta de católicos, tradicionalistas o falangistas como Luys Santa Marina (tres penas de muerte). También de izquierdistas desobedientes a Moscú: militantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) perseguido en 1937 bajo la acusación de trotskismo.
El abogado Marià Rubió i Tudurí, defensor del comandante Carlos Sánchez García, sublevado con el general Goded en 1936, levantó testimonio de la Modelo republicana: «Era una antesala del sepulcro. Todos o casi todos los detenidos sentían que se verían al cabo de poco tiempo ante el piquete de ejecución. Cada día salían algunos presos, para no volver nunca más». En la posguerra, la Modelo siguió siendo la antesala… del Campo de la Bota.
Por una de sus celdas pasó Alfonso Laurencic, torturador «psicotécnico» en las checas comunistas de las calles Zaragoza y Vallmajor. En la cárcel Modelo de 1939 «se hacinaban presos de diferentes tendencias políticas, militares y carabineros; obreros y profesionales; personas que creían que su detención sería cosa de días, ya que después de aclararse su situación en unos momentos de terrible confusión, quedarían en libertad porque 'no habían hecho nada'», apunta Rosario Fontova en su historia de la prisión barcelonesa.
En la cuarta galería damos con la capilla de Helios Gómez, uno de los presos antifranquistas de la posguerra. En 1950, el mercedario Bienvenido Lahoz, capellán de la Modelo, encargó a este gitano anarquista una capilla para atraer a la oración a los presos. El vanguardista Gómez, conocido como 'el artista de la corbata roja', convirtió la celda en un oratorio a la Virgen de la Merced, patrona de los cautivos y de la orden que trabajaba en la Modelo: niños gitanos y presos orando entre alambradas, ángeles… Aunque la Capilla Gitana pudo resistir el estrago de los años, las humedades y los motines, en 1998 la Consejería de Justicia de la independentista Núria de Gispert ordenó cubrir con cal blanca las paredes… La obra de Helios Gómez no se puede ver.
Voces de la Modelo
Los locutorios mantienen el hedor a tabaco que los inundó durante un siglo largo. Conversaciones apresuradas con las manos en el cristal… Visitas de veinte minutos. Un rótulo lo advierte: «Cuando escuchen la sirena deben abandonar la cabina del locutorio y dirigirse inmediatamente hacia la salida. Las demoras aumentan el tiempo de espera de las familias que restan por comunicar».
El endurecimiento de la ley de Vagos y Maleantes, promulgada por la República y ampliada por el franquismo a la ley de Peligrosidad Social, encarceló a homosexuales y travestidos: «La peligrosidad social contra la que protestábamos era la que nos amenazaba no solo como homosexuales, sino también por nuestro aspecto de melenudos, por nuestro estilo de vida», recuerda el dibujante Nazario, inquilino de la Modelo.
En 1974: en la paquetería se instaló el garrote vil que mató a Puig Antich
A la muerte de Franco, la situación penitenciaria era insostenible. Tiempos de motines organizados por la Copel (Coordinadora de Presos en Lucha). Y en los ochenta la heroína y el sida. Más de dos mil quinientos reclusos: el motín de 1984 convirtió a El Vaquilla en icono de los quinquis y los 'fuguistas'. El 13 de abril, un centenar de presos secuestró a varios funcionarios: los liberarían a cambio de heroína y la difusión de un manifiesto.
El periodista Santiago Tarín entró por primera vez en la Modelo con su jefe Rafael Manzano para cambiarse por dos de los secuestrados. Los periodistas se encontraron en la quinta galería con José Sáinz Vila, abogado de Juan José Moreno Cuenca, 'el Vaquilla', cabecilla de la revuelta: «Jamás he olvidado lo primero que vi, a un funcionario de pie, en medio del pasillo, sujetado por un preso encapuchado que tenía un enorme pincho apoyado en la garganta del rehén, cómo me quedó grabado en la mente el ruido metálico de la puerta al cerrarse y ser consciente de que no podía irme cuando me diera la gana», recuerda Tarín.
El Vaquilla le pareció una persona devorada por el personaje de los medios de comunicación: «Sus hermanastros eran mucho peores (murieron todos); el currículo criminal del Vaquilla no se correspondía con su fama». En los muros de la Modelo, un grafiti de Moreno Cuenca y del cinematográfico Pirri tributa el mito de los «perros callejeros».
En los ochenta y noventa, las celdas de seguridad no daban abasto: doble puerta con una reja conocida como «cangrejo» en el argot penitenciario. Presos de cuello blanco: la foto-ventana con Javier de la Rosa comiendo un bocadillo. O estafadores simpáticos como el argentino Juan Carlos Firpo, poeta falsificador de cheques. Su paso por la Modelo de 1985 le inspiró este cuarteto: «En las cárceles no existe la calma / solo brilla la desilusión / y cuando ríe el corazón/ entonces llora el alma».
El futuro del penal
Ante la disyuntiva de derruir o conservar, el proyecto municipal para la Modelo mantendrá la volumetría original de los edificios de administración y el panóptico como patrimonio arquitectónico. Gran construcción el panóptico con su cúpula lucernario y sus soportes de hierro forjado: merece ser rehabilitado. En torno a esos elementos históricos habrá un parque urbano y siete equipamientos: memorial, instituto, parvulario, residencia asistida, pabellón polideportivo y dos ámbitos para jóvenes y economía social y solidaria.
En las extensiones del panóptico se construirán 121 viviendas de protección pública. Serán edificios de tres plantas, en torno al núcleo central que contará a su vez con una plaza, un zona polivalente, espacio expositivo y centralización energética a base de geotermia, fotovoltaica, freático y aerotermia. El proyecto redactado en 2023 con una dotación de dos millones de euros prevé que la primera fase se realice en el bienio 2026-27.
Deseos expresados por el vecindario. «Saber es poder», reza un grafiti de los muros de la Modelo.
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