Fue el pasado marzo, cuando la joven compartió un vídeo en sus redes sociales para criticar que uno de los requisitos para optar a una plaza fija en la Sanidad catalana fuese contar con el nivel de C1 de catalán. Un vídeo que grabó junto a dos compañeras, tras recibir una charla del sindicato UGT sobre las condiciones para obtener el puesto.
«Se va a sacar el C1 de catalán mi madre, porque yo no me voy a sacar el C1 de catalán», criticó entonces la enfermera. Un contenido que, tras su difusión, cosechó decenas de críticas. Entre otros, del consejero del ramo, Manel Balcells que, tras anunciar la apertura de un expediente a la sanitaria, tildó de «intolerables» las declaraciones de la joven y subrayó que «el sistema sanitario debe garantizar la atención en la lengua propia de Cataluña».
También el propio hospital reprochó la actitud de la enfermera. «No podemos tolerar que dentro de nuestras instalaciones, en horario laboral y con el uniforme de la institución, se hagan vídeos que no tienen que ver con actividad asistencial», apuntaron desde el centro. También el expresidente catalán Carles Puigdemont instó a Salud a «actuar inmediatamente» contra la joven. «Nos ofenden, nos insultan y les pagamos el sueldo», criticó.
Hubo también decenas de internautas anónimos que cargaron contra la sanitaria por sus críticas al requisito del catalán, algo que ahora investiga la Fiscalía, por si alguno de esos comentarios pudo suponer un delito de odio. Finalmente, cuando finalizó su contrato, a finales de marzo, el Vall d'Hebron no se lo renovó. Por su parte, aunque el Departamento de Salud abrió una expediente de información reservada, al finalizar su relación con el centro, «cualquier hipotética actuación disciplinaria» quedó también «suspendida».
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